Abel Bretones, en el momento justo y en el lugar indicado

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Abel Bretones, durante la pretemporada del Real Oviedo
Abel Bretones, durante la pretemporada del Real Oviedo Real Oviedo

El extremo izquierdo fichó de forma inesperada por el Vetusta y este verano se ha convertido en uno de los jugadores preferidos de Bolo. Su trayectoria en el Real Oviedo y su aparición en el primer equipo

11 ago 2022 . Actualizado a las 19:37 h.

Además del potencial de un futbolista o de las políticas de cantera que pueda aplicar un club, la suerte -como en todos los ámbitos de la vida- juega un papel esencial en la llegada de un canterano al primer equipo. Para aprovechar una oportunidad, esta tiene que surgir en el momento adecuado. Con Abel Bretones (Langreo, 2000), este don de la oportunidad ha estado presente desde su aterrizaje en el Real Oviedo.

Cómo llegó al Oviedo

A finales de enero de este mismo año, el Oviedo tomó la decisión de prescindir de David Iglesias. El joven extremo, que realizó la pretemporada a las órdenes de José Ángel Ziganda y que en el primer tramo del curso fue uno de los jugadores más desequilibrantes del Vetusta, salía del club tras disputar 17 partidos de Liga y marcar 2 goles. El filial de Jaime Álvarez necesitaba jugadores exteriores y la secretaría técnica miró al Ganzábal y movió ficha: en el último día del mercado de invierno, Abel Bretones se convirtió en jugador azul tras disputar la primera vuelta con el UP Langreo.

El zurdo, capaz de jugar como lateral y extremo, se encontró con la oportunidad de su vida cuando no parecía tocarle. Disputó 8 partidos y fue importante para el Vetusta en ciertos momentos de la segunda vuelta, aunque no pudo disputar el decisivo partido ante el Colunga. En la última semana de Liga, días antes de que el filial se jugase el ascenso, el hermano de Abel falleció de forma repentina. El durísimo golpe sacudió también a sus compañeros, que lograron el triunfo decisivo y se lo pudieron dedicar al langreano. 

El escenario que se encontró en el primer equipo

Uno miraba la plantilla con la que Jon Pérez Bolo iba a comenzar su primera pretemporada al frente del Real Oviedo y se daba cuenta de que no había extremos izquierdos. Marcelo Flores todavía no había aparecido en la agenda azul y la renovación de Borja Sánchez se estaba cociendo, así que el técnico tenía que tirar del Vetusta. Y ahí estaba Abel Bretones. Bolo recurrió al langreano y a Samuel Nnoshiri, zurdo también, pero que suele jugar por banda derecha. El nigeriano no convenció; Bretones, sí.

De nuevo, estar en el momento justo y en el lugar indicado. Y aprovecharlo. El asturiano fue del agrado de Bolo desde el primer momento y en el día a día de El Requexón se empezó a comentar que el chaval podría tener su oportunidad. Además de las cualidades ya sabidas, su verticalidad y capaz de llegar una y otra vez a línea de fondo, Bretones convenció al cuerpo técnico gracias a su intensidad en la presión tras pérdida y a lo rápido que cogió los movimientos que le pedían. Puede sufrir en espacios cortos a la hora de asociarse, pero el langreano lee bien cuándo dar amplitud, ofrecerse por dentro o cargar el área. ¿El resultado? 294 minutos en siete partidos y noveno jugador de campo que más participó en la pretemporada.

Las dos asistencias ante el Real Avilés -una encontrando el pase desde posiciones más centradas y la otra atacando el espacio y poniendo un gran centro lateral- en el penúltimo amistoso del verano pusieron la guinda a su último mes y le hicieron visible para el gran público. Y todo esto, en su último año sub-23. Abel Bretones seguirá teniendo ficha del Vetusta y lo más probable es que juegue muchos más partidos con el filial que a las órdenes de Bolo, pero su aparición en el primer equipo es uno de los motivos por las que la dirección deportiva no busca extremo izquierdo en el mercado. Quién sabe cómo continuará esta historia, pero lo que parece claro es que Abel aprovechará su oportunidad. Como siempre.