La Pizarra: Joni Montiel en el Oviedo de Ziganda

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Joni Montiel, de azul, durante el Oviedo-Real B
Joni Montiel, de azul, durante el Oviedo-Real B Real Oviedo

Analizamos el impacto del centrocampista en el partido ante el Girona y lo que puede aportar al conjunto carbayón

10 mar 2022 . Actualizado a las 09:08 h.

El 2-1 de Girona aleja al Real Oviedo del playoff, pero con 36 puntos por jugarse, cualquier buena noticia que afecte al equipo carbayón todavía puede tener un peso importante en lo que resta de temporada. Y los minutos de Joni Montiel en Montilivi se pueden considerar una buena noticia. El centrocampista, hasta ahora con un papel residual en el equipo de José Ángel Ziganda, confirmó el domingo las buenas sensaciones de anteriores encuentros y dejó huella en el ataque carbayón. ¿Qué aportó y qué puede aportar al Oviedo del Cuco?

Joni en la coraza azul

El partido de Montilivi cambió para siempre pasado el minuto 19, cuando Ziganda decidió pasar a tres centrales e igualar el dibujo del Girona. Hasta entonces, la presión adelantada —y mal ejecutada— de los carbayones había hecho aguas ante un Girona que encontró espacios siempre que quiso y los atacó a la perfección. Con el nuevo sistema, Luismi se emparejó con Stuani, Calvo y Costas con Baena y Borja García, respectivamente, y los carrileros azules con los rojiblancos. Por delante, más de lo mismo, con Jimmy y Brugman pendientes de Aléix García y de Pol Lozano. A ese contexto defensivo se tuvo que adaptar Joni Montiel, cuya labor en campo propio fue impedir el pase fácil del central Terrats y tapar los pasillos interiores. 

1-Línea de tres centrales: Costas con Borja García, Luismi con Stuani, Calvo con Baena. 2-Jimmy y Brugman. 3-Joni Montiel
1-Línea de tres centrales: Costas con Borja García, Luismi con Stuani, Calvo con Baena. 2-Jimmy y Brugman. 3-Joni Montiel

Una zurda para amenazar el espacio

La plantilla del Real Oviedo adolece de un perfil de futbolista concreto, ese que puede hacer daño al espacio y cuyos movimientos siembren el terror a la espalda de las defensas rivales. Bastón lo puede hacer cuando el juego azul ronda el área rival y los desmarques son cortos, pero no desde largas distancias. Los minutos de Joni Montiel en Girona demostraron que, a falta de un jugador así, un pasador más creativo que la media sí puede solucionarlo. Que el pase origine el desmarque, y no al revés. Montilivi fue testigo de esto.

1-Joni Montiel, con el balón y filtrando el pase de zurda. 2-Brugman y su desmarque al espacio
1-Joni Montiel, con el balón y filtrando el pase de zurda. 2-Brugman y su desmarque al espacio

Siempre desde el perfil derecho, dando rienda suelta a su zurda, Montiel buscó una y otra vez la espalda de los tres centrales locales. En un Oviedo acostumbrado a que solo Brugman o Borja Sánchez ejecuten el pase diferente, añadir al madrileño a la ecuación facilitó precisamente que el uruguayo y el ovetense pisen zonas en ventaja que normalmente solo ven desde lejos. De los siete acercamientos más o menos peligrosos que el Oviedo generó en el segundo tiempo, seis nacieron de las botas del jugador propiedad del Rayo Vallecano.

1-Montiel, justo en la línea del centro del campo, antes de dar el pase de zurda. 2-Borja Sánchez, perfilado para tirar el desmarque
1-Montiel, justo en la línea del centro del campo, antes de dar el pase de zurda. 2-Borja Sánchez, perfilado para tirar el desmarque

A la precisión de sus pases hay que añadir la creatividad, ya que varios de ellos llegaron con la defensa del Girona bien colocada y las líneas muy juntas. Cuando un sutil toque de exterior es lo único que te permite realizar una acción, el mérito está en el pasador y luego viene todo lo demás. Montiel consiguió ser productivo y de esta manera sumó su segunda asistencia de la temporada, habilitando a Borja Sánchez desde el centro del campo con un pase magnífico que superó todo el sistema defensivo de los de Míchel.

1-Montiel, con el exterior de la zurda, buscando otra vez la espalda. 2-Borja Sánchez, leyendo el pase y tirando el desmarque
1-Montiel, con el exterior de la zurda, buscando otra vez la espalda. 2-Borja Sánchez, leyendo el pase y tirando el desmarque

Ataque posicional

Si el juego directo sobre los puntas no funciona y el desequilibrio de Borja Sánchez y Viti desde las bandas pasa por malos momentos, el ataque del Oviedo entra en bucle y a los de Ziganda les cuesta un mundo progresar a través del balón. En ese juego posicional de los azules, Montiel espera a la espalda del centro del campo rival, listo para ser el enlace entre la primera línea de creación y los puntas. Que esto funcione puede depender más de los automatismos que tenga el colectivo que de la capacidad individual de un solo futbolista, pero el madrileño sí está acostumbrado a jugar y a moverse entre líneas y eso siempre ayuda. 

1-Línea de tres centrales del Oviedo, Luismi con balón. 2-Doble pivote del Girona, con los dos mediapuntas cerca. 3-Montiel, esperando a la espalda
1-Línea de tres centrales del Oviedo, Luismi con balón. 2-Doble pivote del Girona, con los dos mediapuntas cerca. 3-Montiel, esperando a la espalda

Cuando era Montiel y no Lucas el que se pegaba a la banda para dar amplitud, Joni también supo aportar. El mejor ejemplo fue una jugada en la que Costas salió por el flanco derecho y su única vía de escape era un pase pegado a la cal. Allí, apretado por la marca de Terrats, Montiel se sacó un sutil toque de tacón y habilitó un ataque entero activando a Lucas al espacio. Solo un mal centro del lateral ovetense cuando ya pisaba el área del Girona evitó que lo que había empezado en la primera línea del entramado azul acabase en ocasión clara. 

1-Costas, primer pasador. 2-Montiel, de espaldas y con la marca de Terrats encima, de tacón y al primer toque. 3-Lucas, al espacio
1-Costas, primer pasador. 2-Montiel, de espaldas y con la marca de Terrats encima, de tacón y al primer toque. 3-Lucas, al espacio

Movilidad y ganas de participar

Que Montiel, jugador pasional donde los haya y dependiente en exceso de su estado anímico para poder aportar al equipo, está con ganas de comerse el césped se pudo ver cada vez que tocó el balón. El centrocampista no se volvió loco buscando el esférico, pero cada vez que entró en juego demostró que tiene hambre de todo. Esto le permitió, además de recibir en esa zona de confort que fue la banda derecha de Montilivi, aparecer en otras zonas del ataque carbayón. Desde la izquierda, por ejemplo, puso un centro peligroso que ni Jimmy ni Lucas pudieron rematar. 

1-Mossa, pasador. 2-Joni Montiel, picando al espacio en banda izquierda para luego centrar
1-Mossa, pasador. 2-Joni Montiel, picando al espacio en banda izquierda para luego centrar

El uno contra uno es otra de las facetas que Montiel liberó en Girona. Ya no tanto a través de la conducción, si no con la finta y el amago como protagonistas. Esa chispa le permitió crearse unos metros claves y sacar el espacio justo para una zurda que —esto ya se sabía— es de las más peligrosas de toda la categoría. Hasta ahora, el Oviedo podía tener esa arma desde la banda izquierda y con Borja Sánchez como protagonista, pero no en la derecha. Ese es el escenario reservado para Montiel.

Joni Montiel, centrando con la zurda desde el perfil derecho
Joni Montiel, centrando con la zurda desde el perfil derecho