Analizamos la actuación y el rol del mediocentro del Real Oviedo en la victoria ante el Amorebieta
24 nov 2021 . Actualizado a las 08:43 h.De pivote posicional en un centro del campo de tres futbolistas en la Serie A a centrocampista más llegador de un doble pivote en la Segunda División. Este es, ni más ni menos, el recorrido que ha tenido que realizar Gastón Brugman en menos de tres meses. El centrocampista del Real Oviedo atraviesa su momento más dulce desde que aterrizó en la capital del Principado y, tras diez titularidades junto a Jimmy, el uruguayo disputó ante el Amorebieta su mejor partido con la camiseta azul. ¿Cuál fue su función?
El doble pivote en salida de balón
Iñigo Vélez, técnico del Amorebieta, puso en liza sobre el césped del Carlos Tartiere un 5-4-1 denso con el que intentó protegerse de los centros laterales azules y, de paso, bloquear el juego interior de su rival. Eso pudo haber funcionado en el último tercio de campo, pero antes, en la zona de creación, el Real Oviedo se encontró con un escenario cómodo a la hora de iniciar el juego. Unzueta, delantero centro rival, era una presa fácil para esa salida de balón formada hasta por cuatro futbolistas carbayones.
Jimmy o Brugman, dependiendo de la jugada, se incrustaban junto a los centrales en primera línea, mientras que el otro mediocentro esperaba a la espalda de la presión rival. A diferencia de lo que pueden hacer otros equipos, el capitán ocupaba el flanco derecho de esa primera línea y el uruguayo el izquierdo. Nunca en el centro, lugar reservado para Costas o Calvo. Los centrocampistas visitantes no mordían y preferían esperar, así que el 3+1 de Ziganda siempre salía ganador. Así comenzó el Oviedo a dominar el ritmo del encuentro.
Brugman como bisagra
53 pases con un 91% de acierto. El sábado, Gastón Brugman se mostró más preciso que nunca con balón, participando, sobre todo en el primer tiempo, en casi todas las acciones ofensivas de un Real Oviedo que controló el partido a través del esférico. Si cerca del área rival la conducción y el disparo lejano son sus armas más preciadas, el primer toque entra en escena cuando se trata de dar continuidad a la jugada o de abrir líneas de pase en campo propio.
El uruguayo fue la bisagra del Oviedo ante el Amorebieta, uniendo a los centrales en salida de balón, asentando la posesión ofreciendo un pase de seguridad fiable tras robo o aprovechando la amplitud que daban al equipo tanto Viti en derecha como Cornud y Borja Sánchez en izquierda. Bien perfilado y un sutil toque de izquierda: Brugman aportó ritmo a la circulación y permitió al conjunto de José Ángel Ziganda aprovechar el espacio libre surgido tras la basculación del Amorebieta.
Presencia en el área rival
Ya cerca de la portería contraria, los roles de Jimmy y Brugman están más diferenciados que nunca. El capitán sí gana peso cuando se acerca al flanco derecho con el objetivo de crear superioridades junto al lateral y al extremo, zona del campo desde la que ya ha sumado dos asistencias en lo que va de curso, pero el carril central y la llegada desde segunda línea es cosa del uruguayo.
El sábado, Brugman dejó varias acciones a las que solo les faltó un poco de acierto en el último toque para que contasen como ocasiones claras. En una, por ejemplo, un pase picado dejó a Bastón solo cerca del área pequeña, pero su control no fue preciso y el ¡uy! se esfumó del Tartiere. En otra, el '14' carbayón llegó desde segunda línea para aprovechar una dejada de cara de Obeng, pero la defensa rival evitó el disparo desde la frontal.
El vuelo de Brugman
A pesar de que, en según qué partidos, el Oviedo intenta iniciar desde atrás y superar líneas a través del pase corto, el juego directo sobre su pareja de delanteros sigue siendo uno de los recursos más utilizados por el conjunto carbayón. En este escenario, es Brugman y no Jimmy el encargado de ir a esa segunda jugada que se genera para, o bien dar pausa y reconstruir el ataque, o salir en transición a través de la conducción. Ante el Amorebieta se pudieron ver ambas opciones, siendo la segunda la más visual. El ritmo y el estado físico del uruguayo mejoran con el paso de los partidos, algo que permite que estos vuelos o excursiones sean cada vez más habituales. Un arma más para el Real Oviedo.