El conjunto carbayón regresó al trabajó y completó una sesión de mucho ritmo e intensidad. Rubén Reyes estuvo charlando con Ziganda
22 sep 2021 . Actualizado a las 14:40 h.Ya es otoño en El Requexón. El Real Oviedo, tras disfrutar ayer martes de su día de descanso semanal, regresó al trabajo bajo una intensa e irregular lluvia en la ciudad deportiva azul. Los de José Ángel Ziganda entrenaron durante hora y media sobre el campo nº4, pero se volverán a poner las botas a partir de las 18:00 horas y así completar la doble sesión de este miércoles.
La mañana arrancó con un corto paseo -desde los vestuarios al campo nº5- del Cuco y Rubén Reyes. El director deportivo azul charló durante diez minutos con el técnico y, tras presenciar el calentamiento del equipo, se retiró a su despachó en El Requexón. En la convocatoria matinal, dos bajas: el lesionado Marco Sangalli y Luismi Sánchez. El mediocentro gaditano, aquejado de una sobrecarga tras el partido en Ibiza, podría volver a trabajar con el grupo en la sesión vespertina. Por su parte, estuvieron presentes Álvaro Merayo, central del Vetusta, e Iván González, centrocampista del juvenil A.
La sustancia del entrenamiento arrancó con Ziganda dividiendo a su plantilla en dos grupos. Mientras unos, los que estaban con Bingen Arostegi, trabajaban la finalización, el otro ensayaba las transiciones ofensivas y defensivas en inferioridad numérica. Después llegó el turno de los partidos reducidos. En una mitad del campo, dos equipos de cinco frente a frente y comodines tanto en los costados como en los fondos. La intensidad fue máxima y, por momentos, el nivel de fútbol y acierto estuvo por encima de la media normal de un entrenamiento.
Por la tarde, el Real Oviedo seguirá trabajando con vistas al partido de este domingo ante el Girona (Carlos Tartiere, 18:15 horas). El conjunto catalán llegará a la capital del Principado con 7 puntos, dos menos que los azules, tras sumar dos victorias, un empate y tres derrotas.