La Voz de Asturias entrevista al central ovetense, canterano del Real Oviedo y ahora jugador del Guijuelo. Este domingo vuelve a El Requexón
01 may 2021 . Actualizado a las 14:22 h.No sería de extrañar que, este domingo, José Martínez, Josín (Oviedo, 1997) saltase al campo nº1 de El Requexón acompañando a los jugadores del Vetusta. Por pura tradición, más que nada, porque más de una década jugando de azul en esa ciudad deportiva es mucho tiempo. Capitán del filial del Real Oviedo en las últimas dos temporadas, el pasado verano salió del cascarón y se fue a Guijuelo para seguir disfrutando del fútbol. Este domingo, a partir de las 17:00 horas, se enfrentará más de diez años después al club de su vida, en el que se formó como persona y futbolista.
-¿Cómo llegan al partido del domingo?
-Está siendo una temporada difícil. En la primera vuelta del campeonato no nos salieron las cosas y a partir de ahí fuimos a remolque. Lo del domingo es una final, no hay mucho más. No hay otra opción para nosotros que no sea ganar.
-¿Qué tal por Guijuelo?
-Vivo en Salamanca. Tardo una media hora en llegar a Guijuelo y vamos unos nueve jugadores del equipo en varios coches.
-Su primera vez fuera de casa.
-Así es, pero la verdad es que me adapto muy bien a todo. No tuve muchos problemas. Además, Salamanca se parece bastante a Oviedo y eso facilita el estar lejos de casa. También es verdad que con la pandemia no se podía hacer mucho durante todo el año y prácticamente en todas las ciudades es lo mismo.
-¿En qué momento se da cuenta de que ya tocaba salir del Oviedo?
-Antes de que finalizase la temporada por la pandemia ya creía que se había acabado una etapa. Considero que hay que estar en un filial cuando eres sub-23 y todavía tienes la opción de subir al primer equipo. Descartada esa opción, tocaba salir. Había varios equipos, pero al final me decidí por el Guijuelo. Me pareció una buena idea desde el principio.
-Retrocedamos. Llegó a El Requexón con 12 años.
-Y tardé en llegar, eh. Ya tenía muchos amigos en el Oviedo y a mí me habían llamado tanto en benjamines como en alevines, pero hasta infantiles no dije que sí. Teníamos una buena generación en el Astur y casi todos acabamos en el Oviedo y en el Sporting, así que la adaptación fue inmediata porque conocía a casi todo el mundo.
-Vio pasar a muchos compañeros que no llegaron a tener la oportunidad más arriba.
-Mi grupo de amigos de toda la vida es del fútbol. Y de ese grupo, muchos debutamos en el primer equipo: Emilio Morilla, Edu Cortina, Riki, yo… Martín Pérez, también amigo nuestro y que ahora está en el Llanera, no llegó a debutar arriba pero siempre fue buenísimo.
-Viti, Steven y Riki siguen perteneciendo al Real Oviedo.
-Viti lleva sufriendo muchos años. Cuando tiene la oportunidad da el nivel, pero con tanta lesión es muy complicado. Steven llegó a asomar la cabeza en el primer equipo, marcó gol y asistió en Segunda en la temporada que nosotros estábamos en Tercera, pero el profesionalismo es complicado por unas cosas o por otras.
-Le queda uno.
-Yo pensaba que Riki iba a tener más minutos en el Oviedo de este año. Lo que jugó lo hizo muy bien, pero fueron muy pocos minutos. A veces tienes que dar un paso atrás para dar luego dos hacia adelante y en el Racing, que lo estoy siguiendo mucho, lo está haciendo genial. Incluso metiendo muchos goles. Esperemos que el año que viene pueda contar de verdad en el Oviedo.
-¿Lo de los goles también os sorprende a los que son sus amigos?
-Le vacilamos mucho [risas]. Él siempre ha sido de los de dar el último pase y ahora todos alucinamos viéndole marcar tanto.
-Riki, Viti y Steven estaban en aquel juvenil que jugó la Copa del Rey.
-Quitando los años del filial y el mundo más profesional, aquella fue la mejor temporada de mi vida. El año que más disfruté, seguro. Todavía ibas a entrenar más por diversión que por otra cosa y se dio una temporada casi perfecta. No ganamos el grupo de milagro y luego jugamos la Copa ante el Athletic.
-Siendo juvenil debutó en el primer equipo y, bueno, no fue el día soñado. *Josín acabó expulsado ante Osasuna, que ganó 0-5 en el Tartiere.
-Ya fui convocado al partido contra el Llagostera, un mes antes del debut como tal. Generelo me dijo que tenía opciones de jugar, pero perdíamos 2-0 y al final no se dio la oportunidad. Contra Osasuna nosotros no nos jugábamos nada y ellos todo. Entré en la segunda parte y ya sabemos lo que pasó. No es el debut soñado, claro está, pero no deja de ser mi debut con el Real Oviedo. En el momento me afectó, pero tengo un buen recuerdo.
-¿Cómo lo vivió?
-Estaba el ambiente caldeado, la verdad. Todo el mundo estaba disgustado, como era normal, y fue raro. Una vez estás en el campo te vas olvidando de lo de alrededor y te centras en el partido como tal. Es curioso, pero los años en los que estuve de recogepelotas me sirvieron mucho para adaptarme al Tartiere y a todos los ruidos que hay a pie de césped. No es la misma sensación, claro, pero ya te vas acostumbrando a lo que hay ahí abajo. De hecho, me ponía hasta nervioso siendo recogepelotas [risas].
-En el Vetusta está cuatro temporadas.
-Debuto con Iván Ania siendo todavía juvenil y la primera temporada como sénior es en la que está Luis Arturo. Si no recuerdo mal, en las primeras nueve jornadas no encajamos ni un gol. Eso nos dio un pequeño impulso para asentarnos en la categoría y la temporada en general nos sirvió de mucho a los más jóvenes.
-Y llegó Javi Rozada.
-La temporada del ascenso fue perfecta. El bloque estaba hecho y los que venían de fuera se integraron a la perfección y sumaron muchísimo. Para mí, que había visto muchos años al primer equipo en Segunda B, poder subir a esa categoría con el filial era muy simbólico. En Mutilvera ganamos 0-2, pero pudieron ser más. Fuimos muy superiores. Y lo de El Requexón fue una fiesta.
-La 18/19 en Segunda B.
-Esa fue mi mejor temporada a nivel individual. Siempre digo que estaré muy agradecido a Javi, porque sabe exprimir a los futbolistas y yo fui uno de ellos. Me encontré muy cómodo. A nivel colectivo, íbamos a jugar sin presión. El grupo era buenísimo y sentíamos que podíamos ganar todos los partidos.
-¿Veía cerca el primer equipo en aquellos años?
-La oportunidad del primer equipo nunca sabes cuándo te va a llegar. Creo que siempre lo tuve más difícil que otros compañeros porque al ser central o juegas o no juegas. En este puesto, casi no se da lo de estar en el banquillo y tener la oportunidad en un segundo tiempo. Pero tenías que estar dispuesto y entrenando por si llega. No veía la oportunidad ni lejos ni cerca, la verdad.
-De aquel equipo varios dieron el salto, pero quizá un poco más tarde de lo debido.
-También es verdad que el Oviedo lleva poco tiempo en Segunda y se confía más, de momento, en gente con experiencia. Cuando empezaron a debutar gente como Jimmy, Borja o Lucas muchos pensaban que no iban a dar el nivel y mira. Creo que poco a poco se está solucionando eso y los casos de Javi Mier o incluso Cueto lo demuestran.
-Usted jugó bastantes años con Javi Mier.
-Siempre dije que había tres o cuatro jugadores que podían trasladar a Segunda División el nivel que mostraban en El Requexón cada fin de semana. Y Javi era uno de ellos. Está quemando todas las etapas, le dieron la oportunidad y no desentona. Cuando debutó, sabía que lo iba a hacer bien.
-¿Qué le parece que en los filiales haya muchos futbolistas no formados en la cantera?
-La gente de fuera no tiene ese sentimiento de pertenencia y de club, es así. Cuando hay mucha gente de casa, hasta sin querer se lo vas inculcando a los que vienen de fuera. Pero tiene que haber gente de casa. En mi opinión, esos futbolistas de la casa deberían representar el 70% de la plantilla de un filial. Y en juveniles más de lo mismo, claro. Es que es hasta una forma de ahorrar, porque esos jugadores te pueden costar mucho menos que los que llegan de fuera con más de 18 años.
-¿Cómo lo ve en el Vetusta de esta temporada?
-Berto, Cueto, Álex Suárez, Franín (Pacoli)… son jugadores que tienen muchísimo potencial. Me sorprendió un poco la confección de la plantilla de esta temporada, pero lo consideraron así y no hay mucho más que decir.
-Álex Suárez es juvenil y ya entrena cada semana con el primer equipo.
-Lo conozco de hace tiempo porque mi hermana es de su misma edad y jugaron juntos al fútbol. La primera vez que lo vi jugar, Álex tendría 8 años o así. Y ya era bueno. Luego le perdí un poco la pista y hace años ya lo vi en las categorías inferiores del Oviedo. Veo mucho al Vetusta y sí me está sorprendiendo, es muy joven pero el rendimiento es buenísimo. No desentona nada.
-¿Será raro lo de ser el rival en El Requexón?
-Será una segunda primera vez, porque de alevines casi ni me acuerdo. Va a ser un poco raro, seguro. El vestuario será otro, el pasillo por donde salen los equipos será el contrario al habitual y la camiseta no será la azul. Pero bueno, al final cuando el árbitro pita ya es un partido más. Y no nos queda otra que ganar.