La Voz de Asturias entrevista al delantero del Real Oviedo, ya recuperado y listo para jugar tras la lesión de hombro sufrida en septiembre
19 nov 2020 . Actualizado a las 12:22 h.El pasado 7 de marzo, en Almendralejo, el Real Oviedo ganaba su último partido oficial antes de que el mundo cambiase. En un Francisco de la Hera a rebosar, Rodrigo Ríos Lozano (Soria, 1990) marcó uno de los dos tantos. Era el tercer gol del delantero en seis encuentros con la camiseta carbayona. El confinamiento frenó en seco un arranque espectacular. El regreso no fue tan bueno, aunque el equipo consiguió el objetivo. Cuando ya estaba listo para ser el '9' del Oviedo en la presente temporada, su hombro izquierdo le dijo que no. Más de dos meses después de aquello, ya está listo para volver. Quién sabe si será este sábado, ante el Fuenlabrada.
-Pregunta: 5 de septiembre. Ponferradina-Oviedo, minuto 92. ¿Qué sintió?
-Respuesta: Nada más caer sabía que algo se había roto por ahí. Crujió. Cuando era más niño me rompí la clavícula y fue una sensación similar. Le dije al doctor que pensaba que era el hueso, pero fueron los ligamentos.
-¿Qué fue lo primero que pensó?
-Pues que era una jodienda, sobre todo por cómo fue. Último minuto del último partido de la pretemporada. Pero bueno, si sé que me voy a lesionar y me dan a elegir, hubiera elegido ese momento
-¿Por qué se va a Madrid?
-El doctor del club tiene buena relación con el doctor del FREMAP, que es un especialista en hombros. Le hice caso y fuimos para allá. Salió muy bien la operación y la primera parte de la rehabilitación.
-¿La veteranía ayuda a la hora de llevar estas cosas?
-Sin duda. Comprendes mejor que las lesiones son algo que pueden pasar y que forman parte del mundo del fútbol. Son cosas que van con el oficio.
-Y fue la primera lesión de su carrera siendo uno más en casa.
-Soy bastante positivo y siempre digo que no hay mal que por bien no venga. Entre el confinamiento de marzo y la lesión de ahora, ha servido para haber pasado casi todos los días con mi niño en su primer año de vida. Verlo crecer es una pasada.
-Más de una semana entrenando con el grupo. ¿Cómo se ve?
-Hago todas las sesiones al completo y como uno más. Eso es muy positivo porque quiere decir que antes trabajamos bien. La parte individual es la más dura y ha servido para acortar plazos y estar disponible para el entrenador. Está claro que físicamente no estoy al 100%, pero no hay dolor en el hombro y eso es lo más importante.
-Es una lesión en un sitio complicado. ¿Hay mucho respeto en estos primeros días?
-Es una articulación que se mueve hasta para andar, así que imagina jugando y chocando. Además, con la forma que yo tengo de jugar, con mucho contacto... Siempre está ese miedo, pero ya se me ha quitado entrenando estos días con el equipo. Ya estoy preparado para la guerra y el choque. Estoy listo para el míster cuando él lo crea oportuno. Si puede ser este sábado, pues mucho mejor, claro.
-Entra en un equipo que está a tope, con mucho ritmo.
-Claro, ahora ellos tienen una marcha más. Se nota mucho cuando empiezas a entrenar con ellos, pero es lo que menos me preocupa porque tengo una buena preparación física y seguro que cogeré la chispa rápido.
-Hablemos del curso pasado. ¿Hubo dos ‘Rodris' diferentes?
-A todos nos perjudicó el confinamiento. Entrenar en casa nunca es lo mismo que entrenar con el equipo. Venía de un nivel muy alto, consiguiente tres goles en seis partidos. Después no marqué, pero creo que mi aportación y mi trabajo fueron el mismo que antes, la verdad. No tuve la suerte de hacer goles, pero el míster estaba contento con mi curro.
-El confinamiento nada más aterrizar y la lesión ahora. ¿Tiene ganas de disfrutar del Oviedo?
-Todos deseamos tener esa continuidad y no encontrarnos con piedras en el camino, pero eso es casi imposible. Si le preguntas a cualquier deportista de élite todos te hablarán de alguna lesión o de algún momento difícil. En toda carrera existen esos tropiezos. Claro que no quiero más y ojalá este sea el último, pero seguramente vengan. Y se superarán, no queda otra.
-¿Lo del pelo largo es superstición?
-No, no, qué va. Paso de cortármelo, a ver si soy capaz de dejarme la peluca. El proceso es feo, pero vamos a ver si aguanto hasta el final [risas].
-¿En los entrenamientos notan que el contexto actual es muy diferente al de hace meses?
-Esa tranquilidad te da ese plus para que todo salga mejor, pero creo que el equipo está bien trabajado desde el año pasado, cuando la situación era muy complicada. La sacamos adelante con un notable, creo que, si esa Liga hubiese durado más, hubiésemos estado más arriba. Seguro. Acabamos muy bien. Este año estamos recogiendo esos frutos, porque creo que el equipo no estaba peor hace un mes que ahora. Lo que manda son los resultados, pero el trabajo es el mismo y las cosas de palacio van despacio. Esto es fruto del trabajo.
-El Oviedo hace más cosas en el campo.
-Claro que es un equipo diferente, pero el objetivo del míster sigue siendo el mismo. Ahora tenemos todo el año para nosotros, es otra circunstancia. Hace meses no había tiempo para casi nada y ahora sí. La tranquilidad de no vernos abajo nos favorece y nos permite atrevernos a más. Estamos bien y hay que aprovecharlo.
-¿Qué aporta Blanco Leschuk al equipo?
-Es un futbolista asentado en la categoría. Creo que los números y los goles no representan el trabajo que está haciendo. Debería llevar más. Los delanteros vivimos de los goles, pero el trabajo nunca debe faltar y Gustavo lo está dando. Y el equipo lo agradece. Los goles llegarán, seguro. Es un gran delantero y creo que nos podemos entender perfectamente.
-¿Y Nahuel? ¿Cómo lo está viendo en esa demarcación?
No lo conocía personalmente. Es un futbolista que puede jugar en la posición que quiera porque, aparte de tener esa calidad que tiene, es currante. Si lo pones en banda te rinde y por dentro está demostrando lo mismo.
-Ya son muchos años en la categoría. ¿Dónde ve a este Oviedo?
-Veo que este sábado hay que ganar y sumar la cuarta victoria consecutiva, que en esta categoría es algo muy difícil. Lo tengo clarísimo, en esta Liga no puedes pensar en un objetivo en noviembre. Hay que ir partido a partido y, sobre todo, aprovechando los buenos momentos del equipo. Y ahora estamos en uno.