El Real Oviedo pidió pena máxima del jugador del Girona sobre el mediocentro azul, en una acción que se produjo con 0-0 en el marcador
19 oct 2020 . Actualizado a las 13:01 h.El marcador lucía un más que apretado 0-0 y el cronómetro marcaba el minuto 59. El Real Oviedo, tras una transición ofensiva dirigida por Borja Sánchez, se plantaba en las proximidades del área del Girona. Un mal centro de Nieto, una buena presión azul y la jugada polémica que marcó el segundo tiempo: Edgar arranca, hace una pared con Sangalli, se planta en el área y Cristóforo, al límite de todo, consigue molestarle lo suficiente para evitar que el '4' azul ejecute el disparo.
El mediocentro del Real Oviedo se quedó sentado en el césped, con las manos hacia arriba, mientras que la expedición carbayona desplazada a Montilivi no paraba de protestar desde la banda. El juego, 40 segundos después de la acción entre Cristóforo y Edgar, se paraba tras una falta de Blanco Leschuk en el centro del campo. Trujillo Suárez se llevó la mano a la oreja, pero no pasó nada más. Y el oviedismo volvió a pedir explicaciones.
Rápidamente, la acción empezó a correr como la pólvora por las redes sociales. Como ante Mirandés, Espanyol o Albacete, la afición del Real Oviedo no entiende el criterio de revisión del colegiado. En una jugada muy complicada de interpretar, de esas que incluso viendo la repetición una y otra vez la duda sigue existiendo, el colegiado Gálvez Rascón, encargado del VAR, no creyó que Trujillo Suárez tenía que ir al monitor y así volver a verla.
«Evidentemente, los jugadores me dicen que es penalti clarísimo. La tarjeta fue por protestar, por los nervios y perder un poco las formas. La jugada del penalti no la he visto. Si está el VAR, lo habrá analizado. Por los mensajes que tengo, no sé si estaba el VAR o no estaba», dijo José Ángel Ziganda en la sala de prensa de Montilivi. La polémica, una vez más, está servida.