Historia del icónico vehículo oficial del conjunto carbayón, estrenado en la temporada en la que la entidad azul consiguió el primer ascenso a la máxima categoría
02 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Desde siempre, el autobús ha estado unido a la historia del fútbol. No sólo llevando a los jugadores a su destino, sino transportando a cientos de aficionados a ver a su equipo jugar en la otra punta del país en viajes organizados por las peñas de los equipos o por los propios aficionados.
Hoy en día los clubes de fútbol los han incorporado a esa carrera de identificación con su marca, eso que les diferencia del resto: su escudo, su camiseta, su campo, su fecha de fundación... su autobús. Viajar con estilo, en una unidad moderna, acondicionada con todas las comodidades y sobre todo que se vea espectacular parece ser la consigna de los equipos, casi al modo de los conocidos 'motorhomes', esas casas rodantes de los equipos que participan en la Fórmula 1. Pero esto es relativamente reciente.
Hace quince años ningún aficionado reconocía el bus de su equipo, hasta el punto de que estos ni siquiera lo tenían personalizado con su escudo y sus colores. Ahora, sin embargo, se han convertido en un elemento icónico del paisaje simbólico de la entidad, tanto es así que sus réplicas hechas juguetes ya forman parte del muestrario de las boutiques oficiales de los clubes. El Real Oviedo, gracias a un acuerdo con la empresa ALSA, actualmente dispone de un vehículo moderno y lujoso. Y no es la primera vez que esto ocurre.
En 1931, la Sterling Motor Trucks Company de Milwaukee (EE.UU.), decide desembarcar con sus productos en España. Para ello anunciaba un surtido enteramente nuevo de camiones y chasis, en el cual se comprendían 29 modelos distintos de varias capacidades, desde la media tonelada hasta las 17 brutas, para todo tipo de servicio comercial y de carga. Además de nuevos desarrollos mecánicos, el aspecto general de los nuevos productos había sido notablemente refinado para la ocasión
A los pocos meses, la prestigiosa marca estadounidense ya tenía una pequeña red de talleres por toda España dispuesta a vender los citados modelos. En Oviedo, el escogido fue el Garaje Vasco Asturiano de la calle Azcárraga y se publicitó en LA VOZ DE ASTURIAS del 26 de septiembre de 1931.
Tres meses después, el Oviedo Foot-ball Club, tras haber ganado el Campeonato Regional Mancomunado Astur-Cántabro, inicia el Campeonato Nacional de Liga de Segunda División con la esperanza de conseguir el ansiado ascenso a Primera. Su inicio es arrollador, ganando los primeros cinco partidos disputados contra el Ath. Madrid, Catalunya, Celta, Sevilla y Castellón con 24 goles a favor y 8 en contra. Dichos resultados desataron la euforia en la ciudad y fueron numerosas las peñas que organizaron viajes para acompañar al equipo en su siguiente desplazamiento, que sería a A Coruña.
Tal fue el número de peticiones que el popular semanario El Lunes también se vio “obligado” a organizar el viaje. Para ello contactó con una de las mejores empresas de autobuses de la provincia, Arrojo, con la particularidad que casualmente había recibido el día anterior el magnífico chasis Sterling, carrozado lujosamente con una magnifica línea y con capacidad para treinta y dos pasajeros, dotado de butacas individuales, amplias y lujosas. El viaje iba acompañado de estancia en el Hotel Palace de la ciudad gallega, donde se pernoctaría, con desayuno y comida incluidos; y con dos cenas en ruta, en Mondoñedo a la ida y en Vegadeo a la vuelta. Y para terminar, una entrada de Preferencia en el campo de Riazor.
El precio del billete fue de 75 pesetas y las inscripciones se recogieron en la Peluquería Escotet, antiguo refugio de los aficionados al Real Club Deportivo de Oviedo, uno de los dos equipos fundadores del Real Oviedo F.C. El estreno del Sterling no tuvo final feliz, ya que el domingo 10 de enero de 1932 los azules cosechaban la primera derrota en liga por 2-0.
Acuerdo con el Oviedo F.C.
En noviembre de 1932, el Real Oviedo estaba a punto de comenzar la Liga de Segunda División y la directiva azul tiene que afrontar lo relacionado con el transporte del equipo. Así el día 18, a diez días del comienzo del mencionado campeonato, el club, por mediación de José de la Noceda y Mariano Flórez, llega a un acuerdo con la empresa Arrojo. Ese mismo día se hace público el compromiso que regiría durante las temporadas 1932/1933 y 1933/1934, fijándose el precio por kilómetro en 1 peseta y 20 céntimos y estableciéndose por parte del club azul diferentes penalidades para garantizar el debido cumplimiento del contrato.
El club carbayón inicia el campeonato un 27 de noviembre. Tres de sus cuatro primeros encuentros son en casa y uno es a domicilio, en A Coruña, sin llegar a usar el lujoso autobús. Su estreno se produce el 22 de diciembre a las 09:00 horas, cuando sale de la ciudad con los siguientes jugadores a bordo: Zarraonandía, Botella, Calichi, Sión, Avilesu, Sirio, Mugarra, Chus, Inciarte, Galé, Lángara, Gallart, Casuco y Emilín. Además del entrenador (Vicente Tonijuán) y su auxiliar, va como delegado y director de la expedición azul el directivo don Calixto Marqués. En total, dieciocho pasajeros, sin contar los dos chóferes. El destino era Murcia, allí el Oviedo F.C. debía jugar el día de Navidad.
Tras una parada en Albacete para dormir, el día de Nochebuena los azules completan la última etapa hasta llegar a la capital murciana. Los carbayones vencen en La Condomina por 1-3 y al día siguiente emprenden el viaje hasta Pamplona, destino de su siguiente encuentro liguero. Después de pasar la siguiente noche en Burgos (mucho frío, visitas artísticas y buen vino), salen a las 13:30 horas para Logroño y Estella, donde se alojan en el Hotel Comercio. Permanecen en la histórica ciudad, con entrenamientos incluidos, hasta la víspera del partido, cuando salen dirección a Pamplona.
De tierras pamplonicas los azules se traen un empate, lo que sumado a la anterior victoria mantiene al equipo en segunda posición. El estreno del Sterling en el doble desplazamiento había sido todo un éxito. Tras golear al Sevilla en Buenavista por 5-1, el Oviedo se desplaza a la capital de España para enfrentarse al Ath. Madrid. Este desplazamiento lo realizan en tren, por lo que El Sterling, conducido por su dueño Víctor, se ofrece a los peñistas azules para realizar el viaje al precio de 60 pesetas.
El crudo invierno provocó un regreso accidentado. El autobús quedó atrapado en las empinadas cuestas del puerto de Pajares a causa de la tremenda nevada y, gracias a la intervención de unos treinta “peñaubiños” que estaban preparando el campeonato asturiano de esquí de fondo, tras dos horas y media de esfuerzos arrastrando el vehículo pesado lograron poner de nuevo en marcha a la expedición oviedista.
Tras la derrota inesperada en Madrid, el conjunto azul vence en el Stadium de Buenavista al Real Unión, al Castellón en el campo de Sequiol y al Deportivo de la Coruña nuevamente en el recinto carbayón. Su siguiente partido era en Gijón. El domingo 12 de febrero, los carbayones visitan El Molinón para enfrentarse en el derbi regional al Sporting. El Real Oviedo vence por 2-3 y la victoria es celebradísima en la capital. El genial, y oviedista, Alfonso Iglesias dejaba tras el partido esta tira cómica en el diario Región del 14 de febrero de 1932:
En ella aparece El Sterling, siendo el único testimonio gráfico que se conoce del citado autobús. Tanta notoriedad llegó aparejada del típico mote, siendo bautizado como la Famosa Máquina. Su paso por las calles de Oviedo era todo un acontecimiento. El saludo del jugador oviedista, subido en el célebre autobús, estaba dedicado a Karag, un prestigioso comentarista deportivo del diario El Debate con fama de acertar siempre en sus pronósticos y que la semana previa al derbi asturiano había apostado por la victoria sportinguista.
Tras el derbi, el Oviedo F.C. perdía el siguiente partido liguero en Vigo frente al Celta, ganaba consecutivamente en Buenavista al Murcia y al Osasuna, hacía lo propio en el campo de Nervión con el Sevilla y, tras vencer en casa al Ath. Madrid por 5-1, se proclamaba campeón de la categoría consiguiendo así el ansiado ascenso a Primera División.
Cinco días después, los azules se subían a El Sterling para viajar a Irún. Allí, en el campo del Gal y frente al Real Unión, cerraban una exitosa e histórica campaña que pasaría a engrosar las páginas de oro del conjunto de la capital carbayona. El estreno de la Famosa Máquina había sido un rotundo éxito.