«El futbolista va a perder niveles de capacidad cardiopulmonar y de fuerza», dice Alberto Martínez, preparador físico del conjunto carbayón
17 mar 2020 . Actualizado a las 10:29 h.Después de que se declarase estado de alarma el domingo a causa de la crisis del coronavirus, el Real Oviedo decidió echar el cierre total y el conjunto carbayón, al igual que su filial, no volverán a entrenar hasta nuevo aviso.
¿Qué pasará si se retoma la competición? ¿Los jugadores podrán mantener la forma? Para responder a estas preguntas, el departamento de comunicación de la entidad ha facilitado unas declaraciones de Alberto Martínez, preparador físico del primer equipo azul.
Qué supone el parón
«Está claro que estar parado a estas alturas de temporada durante al menos dos semanas es una situación muy anómala. El futbolista, irremediablemente, va a perder niveles de capacidad cardiopulmonar y de fuerza. Intentaremos que se vean mermados lo menos posible».
«El principal problema radica en que los futbolistas no podrán salir al exterior, deberán realizar entrenamientos muy diferentes a los habituales. Por suerte tenemos un equipo muy profesional y al que le gusta trabajar, seguro que las pérdidas serán las menores posibles».
La planificación
«Al no saber cuánto tiempo estaremos parados planificamos semana a semana, vamos ajustando todos los días y siempre pendientes de lo que vaya ocurriendo. Intentar que esos niveles de fuerza, de resistencia cardiopulmonar y la amplitud de movimientos disminuyan lo menos posible».
«La gran diferencia es el espacio donde entrenan los jugadores. Cada uno con sus circunstancias, entrenarán en un espacio interior. Es el momento de estrujar el ingenio, idear tareas y tipos de entrenamiento que se puedan hacer en casa y sean lo más amenos posibles».
«Todos tendrán una base de trabajo similar, pero luego cada futbolista tendrá un plan específico».
¿Y si vuelve la competición?
«Si el parón se alarga hasta las cuatro semanas, por ejemplo, para poder volver a competir sin riesgo de lesión y en unas condiciones óptimas harían falta al menos dos semanas de una especie de mini pretemporada. Eso para poder volver a competir con garantías de éxito».