La Voz de Asturias entrevista al mediocentro del Real Oviedo, titular en los últimos meses en el equipo de Javi Rozada
14 ene 2020 . Actualizado a las 23:14 h.Su debut en Segunda División fue una de las mejores noticias del 2019 en el Real Oviedo. Esta temporada, ya como futbolista profesional, Jaime Suárez, Jimmy (Oviedo, 1996) vivió de primera mano el momento más complicado del club carbayón en los últimos seis años. La Voz de Asturias charla con el canterano azul sobre su vida como futbolista del primer equipo, el curso actual y su rol en el equipo de Javi Rozada.
-Pregunta: ¿Cómo está?
-Respuesta: Estoy bien. Podría estar mejor, pero contento. Está siendo una temporada de aprendizaje. Es mi primer año como profesional y sabía que no iba a ser fácil. Tengo que aprender y mejorar muchas cosas y en ello estoy.
-En octubre, de cinco encuentros solo jugó media hora ante el Numancia. ¿Cómo vivió aquello?
-Fueron unas semanas muy complicadas porque siempre quieres jugar. Lo afrontas trabajando día a día y con el apoyo de los compañeros, sabía que tarde o temprano llegaría la oportunidad. Solo pensaba en aprovechar el momento. Ahora me está tocando vivir la otra cara de la moneda. En mi casa lo viven y sufren como yo, pero saben que no me gusta que me digan nada. No quiero que estén encima de mí.
-En Alcorcón el equipo gana y usted hace un gran encuentro. ¿Fue un punto de inflexión?
-Ese partido fue muy importante, pero me quedo con el anterior ante el Rayo. Veníamos de una mala dinámica y yo volví a jugar en el Tartiere después de mucho tiempo. No hice el mejor de los partidos, pero el equipo ganó y tuve buenas sensaciones. Luego en Santo Domingo jugué más liberado y fue un buen encuentro.
-Debutó con el primer equipo en marzo. Han pasado muchas cosas desde entonces en el Real Oviedo.
-Siempre se lo digo a mis amigos, estos diez meses significaron para mí lo mismo que varios años para otros jugadores. Pasó de todo: el debut, ascender al primer equipo, ser profesional, no jugar, volver a jugar… Un año muy importante y del que aprendí mucho de cara al futuro. Acabo de cumplir 23 años y estas situaciones te ayudan a madurar, te hacen ver que la carrera del futbolista es muy complicada. Hay que mantener la cabeza fría y confiar en uno mismo.
-Volviendo a los días del debut, ¿cómo vivió todo aquello? ¿Le llamó mucha gente?
-Sí que cuando debuté varios clubes se pusieron en contacto conmigo, también representantes. Intenté mantenerme al margen y centrarme en lo que debía porque no soy nadie en este mundo. Considero que tengo que hablar en el campo, lo demás ya se verá. Es lo que me recomendaban mi familia y gente del vestuario como Saúl o Christian.
-¿Qué opinión tiene del mundo de los representantes?
-Hasta juveniles mis padres nunca quisieron escuchar ofertas de equipos. Jugué en el Centro Asturiano y en el Astur, crecí, hice amigos… luego ya di el paso y fui al Oviedo. Todo ese mundillo lo viví demasiado tarde, hasta juveniles no tuve representante. Era un tema que no me interesaba, yo solo me dedicaba a jugar.
-¿Cómo va la carrera de magisterio?
-Me queda una asignatura, me matriculé ahora en enero y cuento con aprobarla [risas]. Espero acabar la carrera este año.
-Imagino que sus padres, maestros ambos, le inculcaron la importancia de compaginar el fútbol y los estudios.
-De pequeño lo primero eran los estudios. Siempre. Si había algún examen o alguna asignatura que se me enredaba, de vez en cuando me podían castigar sin entrenar y sabían lo que me fastidiaba. Hay que tener siempre ese plan B, nunca se sabe lo que puede ocurrir en este mundo y estoy contento de haber compatibilizado mis estudios con el fútbol.
-Sus hermanos también jugaron a fútbol, pero al final fue el más pequeño el que llegó más lejos.
-Están muy orgullosos de mí. Recuerdo que de pequeños subíamos al Centro Asturiano y mi padre practicaba con ellos el golpeo de balón y lo que fuese mientras yo me quedaba con la copla e intentaba aprender. Por desgracia ellos lo fueron dejando por diversas lesiones y yo llegué. Están contentos por mí y viven el día a día de la misma forma.
-Sus técnicos y compañeros comentan que le da una gran importancia a la alimentación.
-Empecé a tratar todo esto de manera más estricta en 2018, durante el playoff de ascenso a Segunda B que jugamos ante el Mutilvera. Iba al gimnasio de aquella, pero empecé a ir de otra manera, cuidando mucho el tema nutricional. En el fútbol de hoy en día cualquier detalle cuenta y marca la diferencia, así que intento estar pendiente de todo.
-¿Es algo común en el vestuario?
-Aquí en el Real Oviedo se cuida bastante el tema y hay mucha gente pendiente de ti, pero no hay nadie que te conozca mejor que uno mismo. Si puedes dar algo más cuando estás fuera de aquí, de tu lugar de trabajo, te va a venir bien siempre.
-Tema redes sociales. ¿Le gustan?
-Intento pasar bastante. Twitter lo borré al poco de debutar porque no me gusta leer nada, ni los halagos ni las críticas. Utilizo un poco Instagram y porque no es lo mismo, voy más a mi bola. Creo que este tema de las redes se nos está yendo un poco de las manos y a mí no me va demasiado.
-¿Le ha cambiado mucho la vida ser jugador del Real Oviedo?
-Me intento mover siempre por los sitios a los que he ido toda mi vida. Sigo haciendo lo de siempre, con mis amigos de siempre. A veces voy por la calle y noto que alguien me mira y todo eso, pero no le doy mucha importancia.
-¿Habla mucho del Oviedo con sus amigos?
-Antes de debutar sí que se hablaba mucho por el grupo de WhatsApp, pero cuando empecé a jugar sabían que había que mantener un poco más las distancias cuando se hablaba del Oviedo. Se cortan algo más porque puedo ser algo mal tomado [risas]. En general sigo siendo el de siempre y ellos me apoyan constantemente.
-Volviendo al fútbol, ¿cómo vivió el vestuario esta primera vuelta?
-Fue un inicio de temporada muy sufrido. Desde el principio. Para nadie, ni para los veteranos ni para los más jóvenes, fue fácil lo vivido. Llegas a ir último, ves que el equipo no arranca, cambio de entrenador… Aprender de ello y cabeza fría, no hay más. Creo que las cosas han ido a mejor y, aunque todavía quede trabajo, ya tenemos otra cara.
-Mucha gente relacionó el poco nivel del equipo con el ascenso de muchos canteranos.
-Fue un tema al que le di bastantes vueltas. Subimos siete canteranos, aunque luego unos cuantos volvieron a bajar, y lo vives de manera complicada. Piensas mucho y te planteas de todo, incluso si no tengo el nivel para estar en el fútbol profesional.
Intento pensar que el fútbol es así, que una temporada puedes pelear en los puestos altos y la siguiente luchar por no descender. Y más en esta categoría. Intenté dar un paso al frente, mantenerme al margen de esas opiniones y seguir adelante entrenando como siempre.
-¿Qué papel tuvo Michu en todo esto?
-Michu, desde el primer momento en el que debuté, estuvo muy encima de mí. El contrato profesional vino gracias a él. Fue una persona que siempre me dio confianza, con consejos que tengo en cuenta porque fue un grandísimo jugador. Siempre estaba ahí, intentando ayudarnos. Vivió lo mismo que nosotros y sabía cómo comportarse con los canteranos.
-¿Cómo vivió su salida?
-Fue bastante raro porque nadie contaba con ello. Necesitábamos esa persona en el día a día a la que acudir cuando algo no iba bien. Pero no pudo ser. A él le van las cosas bien y me alegro mucho por ello.
-¿Y los capitanes? ¿Qué papel tuvieron?
-Los más veteranos nos decían que en los primeros meses la responsabilidad la debían asumir los jugadores con más experiencia, pero que poco a poco teníamos que ir dando ese paso hacia adelante. Que demostráramos que estábamos ahí porque nos lo merecemos.
-Hábleme de Saúl Berjón.
-Saúl es una persona increíble, sin duda el que más me ayudó desde que subí al primer equipo. Como jugador ni te cuento, marca diferencias y te puede ganar un partido en cualquier jugada. Notaremos ahora su vuelta, seguro. Los canteranos nos tenemos que apoyar en gente así.
-¿Qué pensó cuando Rozada llegó al primer equipo?
Me gustó, creo que lo merecía tras su trabajo en el Vetusta. Ascendió y realizó una temporada muy buena en Segunda B. Sabe lo que quiere y nos está ayudando.
-Qué le pide Rozada sobre el césped.
-Me pide exactamente lo mismo que en el Vetusta. Con balón jugar hacia adelante, y sin él ganar segundas jugadas y darlo todo en cada presión. Eso es lo que intento hacer.
-¿Es el centro del campo un punto débil de este Real Oviedo?
-Estamos cometiendo bastantes errores, pero no solo en el centro del campo. En cada partido cometemos alguna pérdida, algún mal despeje que nos cuestan goles y puntos. Pequeños detalles que en el fútbol profesional se notan y mucho. No creo que sea un problema de una línea en concreto, es algo más colectivo.
-¿Cuánto le falta a este Oviedo para ser un equipo de Javi Rozada?
-Creo que ya se está viendo algo. Estamos consolidando unas bases, pero esto va de resultados y no terminamos de enganchar esas dos o tres victorias que te alejan de la zona baja. Pero sí estoy viendo un equipo con cierta identidad.
-¿Esperaba este rendimiento en Borja Sánchez?
-De Borja no me sorprende nada. Lo conozco desde infantiles y ya se veía que marcaba diferencias. Era mejor que el resto, sin duda alguna. Me alegro mucho por él. Es pura calidad, en cualquier jugada te puede hacer un pase definitivo, un golpeo, mil cosas... No me extraña que esté jugando tan bien. Creo que no ha tocado techo.
-Edu Cortina. De titulares indiscutibles y compañeros de medular a competencia directa.
-Con Edu siempre tuve muy buena relación. Llevamos seis años juntos y sabemos que jugará el que mejor esté, dependiendo también de qué partido tengamos. Nos apoyamos mucho, si juega él yo estaré ahí y me alegraré de todo lo bueno que le pase.
-¿Cómo está viendo a Lolo?
-Lo veo bien. Mira, el curso pasado, cuando muchos éramos debutantes en Segunda B, Lolo fue un fichaje increíble en el Vetusta. Nos ayudo mucho, tanto en el campo como en el vestuario. Fue un auténtico líder.
Esta temporada su rol cambió y es normal. Ahora mismo está cumpliendo un papel más secundario, pero ya nos tocó a Edu y a mí. El fútbol tiene estas cosas y creo que será muy importante en el futuro.
-Sergio Tejera.
-Es fundamental, un jugador del que intento aprender cada día. Me parece buenísimo, uno de los mejores de la categoría en su posición. Además, siempre está muy encima nuestro y nos intenta ayudar constantemente.
-El compañero que más le ha sorprendido en lo que va de temporada.
-Te diría Ortuño. De cara a portería me dejó flipando muchas veces. Aunque lo parezca, no es tan fácil meter goles. Él lo hace muy sencillo.