Hace cuatro años se recuperó, para el playoff ante el Cádiz, una peña azul que tiene cuarenta socios y llena de oviedismo el bar 'El Roble'
20 nov 2019 . Actualizado a las 15:49 h.Muchos en Colloto recordaban la pancarta que durante años representó a la peña azul de la zona en el viejo estadio Carlos Tartiere. Pero otros nunca tuvieron la oportunidad de formar parte de una asociación que aglutinaba a los amantes del Real Oviedo que viven en la zona. En 2015, con el equipo jugándose la vuelta al fútbol profesional, se resucitó la organización. «El detonante fue el viaje y ascenso a Segunda División en Cádiz», recuerdan Javier Mosteiro y Manuel Remis, presidente y secretario de la Peña Azul Colloto, sobre la resurrección de la organización.
Desde entonces, y con el bar 'El Roble' como centro de operaciones, el grupo ha ido creciendo hasta llegar a los 40 socios. «La acogida ha sido buena. Hay formado un buen grupo de gente y estamos contentos», celebran los directivos que, sin embargo, se muestran partidarios de que la familia oviedista siga creciendo en el este del concejo. «Siempre tenemos la puerta abierta a todo aquel que se quiera animar a formar parte de nuestra peña», indican.
«Colloto es un gran barrio de la periferia de Oviedo y merecía tener su propia peña en la actualidad», defienden Javier Mosteiro y Manuel Remis, que comparten con el resto de socios la admiración por aquellos que «han defendido y ayudado al Real Oviedo cuando más lo necesitaba en diferentes ámbitos». Entre ellos Manuel Lafuente, Antonio Rivas, Sid Lowe o Esteban Suárez. Ídolos para el grupo de aficionados que cada año se unen en una comida que convierte su sede social en un templo del oviedismo.
La pitanza se organiza siempre en día de partido, pero cuando el principal equipo de la capital de Asturias juega lejos de su estadio. Así, al terminar el postre, la peña se reúne en torno al televisor para apoyar a su equipo desde la distancia. A lo largo de la temporada, además, también organizan viajes que les permiten animar en directo a la plantilla en sus desplazamientos. Viajes que animan con sorteos y otras actividades paralelas.
«Nos gusta viajar siempre que las distancias y horarios nos lo permiten», señalan desde la directiva de una peña que ya se ha desplazado a Madrid o A Coruña y que se ha esforzado por arropar a los jugadores en grandes estadios. Y que también han disfrutado en casa, especialmente en los derbis contra el eterno rival, el Sporting de Gijón. Sensaciones de alegría que contrastan con el sufrimiento que sobrellevaron los miembros de la asociación cuando esta aún no existía y el Real Oviedo luchaba por volver al fútbol profesional.
Pero ni siquiera entonces desesperaron, demostrando que son aficionados ejemplares y merecedores de todas las distinciones que reciben. Porque en Colloto, el oviedismo está cargado de detalles. Como los obsequios personalizados que reciben los socios cada año como premio a su fidelidad y su pasión. Un sentimiento que provocó la resurrección de una peña que espera competir hasta el final esta temporada.
«Hemos empezado mal, pero confiamos en darle la vuelta a la situación y en que podamos, al menos, estar en la pelea como los años anteriores», señalan el presidente y el secretario, conscientes de que «la Segunda División es muy larga y complicada». Para ayudar al Real Oviedo a superar todas las dificultades, seguirán empujando desde Colloto y organizando viajes para mantener la pasión por un club que tiene uno de los puntales de su apoyo en el este del concejo.
