El míster oviedista maneja alternativas dependiendo del estado del terreno de juego
16 nov 2019 . Actualizado a las 04:45 h.«El planteamiento cambia. No es lo mismo que el césped esté de una manera o de otra. No lo sabremos hasta el domingo y en función de eso vamos a decidir». Palabras de Javi Rozada en la rueda de prensa previa al choque ante el Sporting. El técnico asturiano quiere tenerlo todo bajo control en su primer derbi, sin nada al azar que pueda sorprenderle a él o a sus futbolistas. La meteorología es uno de los aspectos que más puede condicionar el encuentro de este fin de semana.
Asturias se encuentra en medio de un frente de lluvias que ha descargado muchos litros en los últimos días. El frío y el agua, unidos a un terreno de juego maltrecho, amenazan con convertirse en verdaderos protagonistas del derbi. El Real Oviedo trabaja a destajo para presentar un césped en las mejores condiciones posibles, pero todavía es una incógnita.
«Viene una meteorología difícil, pero espero que el césped aguante. Dependiendo de esto puede cambiar el escenario y el planteamiento del partido». Rozada tiene claro que no es lo mismo un Tartiere en perfecto estado que otro cargado de agua. Por eso, el míster maneja varias alternativas para recibir al Sporting.
Si todo va como se espera desde la entidad carbayona, el terreno de juego del Tartiere se encontrará en perfectas condiciones para la disputa del partido. En este escenario, Javi Rozada tiene claro que quiere ser protagonista a través del balón, como viene intentando como local desde que llegara al primer equipo. El 4-2-3-1 parece la opción más factible, con una mayor cantidad de futbolistas de toque y asociación en la zona media.
En caso contrario, si las lluvias siguieran castigando al césped ovetense, lo más aconsejable sería apostar por un juego más directo, evitando combinaciones que podrían perder eficacia por el agua. En este punto, sería más lógico que el preparador carbayón diese entrada a otra referencia arriba junto a Alfredo Ortuño como Ibrahima Baldé, aprovechando sus centímetros para la disputa de balones aéreos.
En cualquier caso, habrá que esperar hasta el mediodía del domingo para comprobar cómo ha evolucionado la meteorología y el terreno de juego donde se disputará el quinto derbi de los tres últimos años. Pase lo que pase, Rozada ya tiene pensado un plan para adaptarse a lo que vaya a encontrarse su equipo.