Los azules caen goleados frente a un Málaga con diez y pierden sus opciones de playoff
14 may 2019 . Actualizado a las 15:21 h.Se terminó. Era muy difícil y el Real Oviedo no ha conseguido salvar una situación muy complicada. La derrota frente al Málaga (3-0) deja a los asturianos prácticamente sin opciones de alcanzar el sexto puesto y tendrá que esperar un año más para conseguir el ascenso a Primera División. Una historia tristemente conocida por toda la afición en los últimos años y que se vuelve a repetir de la misma manera una vez más.
La marcha de Juan Antonio Anquela no ha arreglado nada. La llegada de Sergio Egea no ha solucionado los inconvenientes. El problema es una alarmante falta de fútbol del equipo y unos futbolistas que, salvo honrosas excepciones, no han dado la talla durante todo el año. A partir de hoy, es trabajo de la secretaría técnica decidir si todos ellos tienen cabida en el nuevo proyecto azul para el próximo curso.
Tras cuatro puntos de los seis posibles, Sergio Egea decidió que no era momento para tocar nada en el equipo inicial. El preparador argentino apostó por los mismos once jugadores que iniciaron ante Almería y Granada. La final de La Rosaleda se jugaría con una alineación que ya se empieza a recitar de memoria.
Un inicio prometedor que termina en los once metros
El arranque del enfrentamiento dejó a un Real Oviedo valiente en la presión y en el cuerpo a cuerpo. Los azules (hoy de negro y oro) no se amilanaron ante una de las mejores plantillas de la categoría y decidieron buscar la victoria desde el pitido inicial. Una presión alta que pretendía recuperar el esférico en campo contrario y no dejar pensar a los andaluces.
El prometedor preámbulo terminó en un rebote. El que llevó el esférico hasta Javi Ontiveros. El futbolista de Marbella recogió un balón suelto tras un córner, entró en el área, quebró a Ibra y fue derribado por el senegalés cuando se disponía a disparar a portería. Penalti claro que Adrián González se encargó de transformar al engañar a Nereo Champagne.
Todo lo que se había hecho bien en el primer cuarto de hora se esfumó y, de repente, los asturianos se encontraron perdidos en La Rosaleda. Diegui Johannesson tuvo que salvar el 2-0 sobre la línea en una rápida contra comandada por Blancho Leschuk y N’diaye y finalizada por Ontiveros.
El Málaga se queda con diez futbolistas
Cuando se llegaba al minuto 30, el encuentro volvía a cambiar. En ese minuto, el Málaga se quedaba con diez futbolistas tras la expulsión de Keidi Bare. El albanés vio la roja directa tras una acción con Ibra en la que levantó demasiado el pie e impactó con la planta del pie sobre el hombre del delantero azul.
Los del Principado consiguieron retomar el control de la posesión, pero seguían sin generar peligro en el arco de Munir. El Málaga, en cambio, amenazó con dos contras antes de colocar el 2-0 justo antes del descanso con un gran disparo de Ontiveros desde la frontal del área. Yoel Bárcenas perdió un balón que inició el ataque malaguista. El panameño exhibió una dejadez defensiva que permitió al extremo local superar a Champagne.
Un duro golpe justo antes del descanso. En 45 minutos, los de Egea apenas había disparado una vez a portería. Poquísimo bagaje para un equipo que se estaba jugando la temporada en 90 minutos.
Un quiero y no puedo
La segunda parte mostró a un Real Oviedo que quería dominar y llegar, pero que le costaba horrores. El problema de este equipo nunca fue Ibra o Joselu, nunca fue el sistema de tres centrales, ni siquiera la dirección de Juan Antonio Anquela, sino más bien una falta alarmante para crear fútbol y llegar con claridad al área rival. Con este panorama, el Málaga se sentía incluso cómodo jugando con diez futbolistas y disfrutando de la inspiración de Ontiveros.
Sergio Egea decidió dar entrada a Toché y Omar Ramos en lugar de Ibra y Bárcenas. Dos cambios hombre por hombre, pero nada nuevo planteaba el argentino desde el punto de vista táctico. Los intentos asturianos morían siempre en la orilla. Lo intentó sin descanso Joselu, pero encontrándose con una defensa muy bien plantada.
La última sustitución siguió la misma línea. Mossa, un lateral, entraba por Saúl Berjón, un extremo. El encuentro se mantenía en un cómodo 2-0 para el Málaga sin que los cambios del preparador oviedista surtieran efecto alguno sobre el juego.
Pasada la media hora de juego de la reanudación, el Real Oviedo todavía no había disparado a puerta contra diez futbolistas. En cambio, el Málaga volvía a avisar con un disparo envenenado de Alejo que Champagne envió a córner. Los de la capital asturiana estaban completando el peor encuentro en mucho tiempo en un momento decisivo.
A falta de diez minutos, Cifuentes finalizó a las mil maravillas un contraataque y puso el 3-0 en el marcador. Un resultado totalmente justo tras un encuentro en el que el Real Oviedo rozó el ridículo desde que encajó el primer gol. El equipo de Sergio Egea fue incapaz si quiera de disparar a puerta contra diez futbolistas.
Con este resultado se terminan las opciones reales de alcanzar el playoff, aunque no las matemáticas. Solo un milagro histórico salvaría una temporada decepcionante de los asturianos, que se vuelven a quedar a las puertas de la fase de ascenso. Llega el momento de tomar decisiones y comenzar a preparar la próxima campaña y tratar de evitar los mismos errores por quinta temporada consecutiva.
Málaga CF: Munir; Cifuentes, Luis Hernández, Pau, Juankar (Leo González, min 60); Renato Santos, N’diaye, Keidi Bare, Ontiveros (Alejo, min 70); Adrián, Blanco Leschuk (Koné, min 84),
Real Oviedo: Champagne; Johannesson, Carlos Hernández, Javi Hernández, Christian Fernández; Bárcenas (Omar Ramos, min 64), Jimmy, Tejera, Saúl Berjón (Mossa, min 70); Joselu, Ibra Baldé (Toché, min 58).
Goles: 1-0 Adrián González (min 16). 2-0 Ontiveros (min 46). 3-0 Cifuentes (min 80).
Tarjetas: El colegiado Pulido Santana amonestó a los visitantes Jimmy (min 43), Carlos Hernández (min 53) y Joselu (min 63). Además, expulsó con roja directa a Keidi Bare (min 30).
Incidencias: Estadio de La Rosaleda, 15.894 espectadores.