Rueda de prensa del entrenador del Real Oviedo tras la derrota en el derbi asturiano
25 mar 2019 . Actualizado a las 13:21 h.Al término del encuentro, Juan Antonio Anquela analizó en la sala de prensa de El Molinón la derrota del Real Oviedo ante el Sporting. El técnico azul habló del juego de su equipo, del gol anulado a Ibra y las sensaciones que le deja su equipo.
El gol anulado a Ibra
«En la jugada de Ibra he visto un balón dividido. Lo pugnan defensa y delantero y me pareció que dieron gol, pero luego no».
«Yo no vi falta, he visto un balón divido pero no hemos tenido la suerte de cara. De los árbitros normalmente no hablo pero para mí es gol».
Cómo vio al equipo
«En el primer tiempo no hemos pasado agobios, lo teníamos controlado y en la primera que tienen te hacen gol. Las contras del Sporting las hemos tapado bien, pero en el gol fuimos blandos. Luego hay que remar y cuesta más».
«Tenía clarísimo que íbamos a tener el balón. He pensado que necesitábamos más ritmo en el centro del campo y Javi (Muñoz) venía haciéndolo bien, por eso Folch fue suplente».
«En el descanso dijimos que teníamos que tener más el balón, que los centrales se abriesen y jugasen más fácil de lo que estábamos haciendo».
«Creo que hemos merecido el empate al final. El juego en la segunda parte no hemos estado brillantes pero hemos llegado con garra. Hicimos un gol en buena lid pero no hubo suerte».
«Teníamos que buscar otra cosa y por eso los cambios de Bárcenas y Joselu. El problema lo teníamos nosotros, no ellos».
Levantarse tras la derrota
«Tenemos que seguir luchando. Ahora viene el Dépor, que será dificílisimo. A ver si somos capaces de levantarnos».
«No queda otra que levantarse. En el fútbol es lo que hay que hacer cuando se pierde. También saber el porqué de las cosas, en algunos momentos hemos sido excesivamente blandos y eso se paga».
«Los jugadores están muy calientes, les he dicho que hay que tranquilizarse y que esto sigue. Mañana tenemos que volver a entrenar y lavarnos las heridas, no queda otra».
Mensaje para la afición
«Lo único que sé es que nos ha faltado muy poquito para agradecerle su esfuerzo a la gente que ha venido. Se han tirado ocho horas de desplazamiento y se podrían haber ido más contentos».