La Pizarra: Anquela reactiva el flanco izquierdo

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Juan Antonio Anquela durante el Oviedo-Nàstic
Juan Antonio Anquela durante el Oviedo-Nàstic Real Oviedo

Analizamos en cinco claves la victoria del Real Oviedo ante el Nàstic

19 mar 2019 . Actualizado a las 21:11 h.

«En Mallorca nos faltaron muchas cosas. Intenté meter tres por medio porque sabíamos lo que hacía el rival y nos faltó de todo». Así de claro se mostró Juan Antonio Anquela al ser preguntado por el partido del Oviedo en Mallorca. Partiendo de esa premisa, el conjunto carbayón saltó al césped del Carlos Tartiere dispuesto a dominar al Nàstic a través del balón. Independientemente de que el plan funcionara mejor o peor, salir con tal determinación es algo que no se puede dejar pasar. El Oviedo quiere, y eso es mucho. 

Recuperando un arma del pasado

Las lesiones y los estados de forma no le han permitido a la pareja formada por Mossa y Saúl Berjón brillar como el curso pasado. Su tándem en la izquierda fue el recurso estrella del Oviedo 17/18 y verlos este domingo realizar su mejor partido de la temporada es la mejor de las noticias para Juan Antonio Anquela.

Javi Muñoz acompañaba a la pareja y desde el flanco izquierdo los azules hacían daño al Nàstic. Los catalanes defendían con una línea de cinco en defensa y tres mediocentros por delante, así que el Oviedo decidió ensanchar el campo para que el entramado tarraconsense se abriese y así encontrar grietas por dentro. 

Un Oviedo agresivo

Enrique Martín no se complicó la vida y, desde el primer momento, el juego directo sobre Luis Suárez y Kanté fue el arma ofensiva del Nàstic. Para evitar que recibieran de espaldas y lograran estirar y asentar al conjunto catalán en campo rival, los centrales azules (Christian y Carlos) adelantaban la línea, eran duros en el marcaje y provocaban la pérdida que Javi Muñoz y Folch se encargaban de transformar en pase de seguridad. El plan funcionaba.

A pesar de sus vaivenes en la ocupación de espacios cerca del área de Bernbabé, el Oviedo cuajó una primera parte muy correcta. Eso sí, la Segunda te sorprende en cada esquina y en cuestión de dos chispazos, Champagne tuvo que trabajar todo lo que descanso en los 40 minutos anteriores para despejar a córner un remate de Luis Suárez y otro de Fali.

El '10' y los segundos de ventaja

«Hoy hemos sido un equipo de verdad y luego está Saúl, que va medio segundo por delante de todos», dijo Anquela en la rueda de prensa posterior. Berjón demostró porqué es tan importante que poco a poco recupere su mejor nivel y en los primeros 45 minutos fue el único que intento algo diferente entre líneas.

Mossa y Javi Muñoz le ayudaban a llegar a zona de peligro, pero a partir de ahí la mente del '10' hacía el resto. Joselu, a sabiendas, intentó varios desmarques a la espalda y cerca estuvo de encarar a Bernabé en un par de ocasiones. Además, la otra gran oportunidad del primer tiempo, con Viti de protagonista, también surgió de un gran pase de Berjón desde la izquierda.

El 1-0 y los mejores minutos del Nàstic

Tras el descanso, el partido se movió en tierra de nadie durante los primeros minutos hasta que Saúl, siempre Saúl, generó otra situación de peligro en banda izquierda. El balón acabó en los pies de Bárcenas, que puso un balón nada sencillo de rematar que Joselu, de manera brillante, convirtió en el 1-0. Pero tras el gol, al Oviedo se le nubló el encuentro.

Martín movió el banquillo y Sadik cambió el guión. El Nàstic, con el juego directo como bandera, comenzó a hacer daño a un equipo azul que le costaba un mundo hacerse fuerte con balón. Los catalanes, bien desde su campo o a partir de saques de banda, buscaban una y otra vez la cabeza del delantero macedonio y solo el larguero evitó el empate.

El factor Champagne y la sentencia

Nereo Champagne respondió cuando más lo necesitaba su equipo. El argentino se hizo grande y, además de dejar dos paradas de puro reflejo y agilidad, hizo gala de un dominio del área imponente. Valiente en todas las acciones, no dudaba a la hora de salir en los balones aéreos y alejar el peligro de su portería.

Después de que el ímpetu de los granas disminuyese, Christian aprovechó para, tras un delicioso pase de Berjón, poner el 2-0 y provocar una respiración profunda de todo el Carlos Tartiere. Después, Joselu pudo firmar el doblete, pero su disparo no encontró la escuadra.

Sería injusto minimizar la victoria del domingo por el hecho de ser ante el penúltimo clasificado. El Oviedo, en las vísperas del derbi, espantó los fantasmas y evitó que dos empates (Albacete y Lugo) y una derrota (Mallorca) dieran pie a una dinámica negativa. No dio tiempo. Ante el Nàstic, los de Anquela salvaron algo más que dos puntos.