La Voz de Asturias entrevista al entrenador del Extremadura, próximo rival del Real Oviedo
01 mar 2019 . Actualizado a las 20:53 h.Tres victorias, tres empates y dos derrotas en ocho partidos. Este es el bagaje de Antonio Rodríguez Saravia, 'Rodri' (Barcelona, 1971) al frente del Extremadura. Hasta hace dos meses, el técnico catalán era asistente de Oltra en Tenerife. Fue entonces cuando el club azulgrana despidió a Juan Sabas y le llamó. Actualmente, el conjunto azulgrana sigue en la zona peligrosa, pero está muy vivo. El domingo reciben al Real Oviedo (Francisco de la Hera, 20:00 horas).
-Pregunta: Cumple dos meses como técnico del Extremadura. ¿Se esperaba la llamada tras el despido de Sabas?
-Respuesta: Cuando terminé mi etapa en el Nàstic pensaba que tenía buenos números. Perdimos un partido ante el Reus y me despidieron. A final de temporada tuve ofertas de 2ªB pero quise esperar. Me salió lo del Tenerife y fui encantado, pero siempre con la puerta abierta a sabiendas de que podría llegar cualquier oportunidad en Segunda.
-¿Qué vestuario se encontró al llegar a Almendralejo?
-Me sorprendió, me encontré un vestuario muy unido y con mucha intención de remar todos hacia adelante. El anterior entrenador hizo un buen trabajo, pero esta competición tan competitiva penaliza mucho. El equipo estaba concienciado de que iba en el buen camino y en ese sentido lo tuvimos fácil.
-¿Qué significa para un cuerpo técnico aterrizar en un equipo con la temporada ya empezada?
-Es la mayor complejidad. Lo primero es que tú no has estado involucrado en la confección de la plantilla. Te tienes que adaptar a lo que hay. Necesitas ir construyendo una idea en torno a esos futbolistas y encima tienes que ir compitiendo domingo a domingo. Cuando haces una pretemporada te puedes permitir el lujo de hipotecar entrenamientos y luego ensayar en el partido amistoso, aquí no. Competir y crear una idea, esa es la mayor complejidad.
-Llegan y hacen un primer análisis de la situación del equipo. ¿En qué aspecto se fijan más?
-Generalmente, con los equipos que no están en una buena dinámica hay que mirar cuál es el problema pero sobre todo cuál es la causa de dicho problema. Entendimos que el equipo competía bien y que tenía una seña de identidad muy arraigada, como la presión y la intensidad, pero pensábamos que se gastaba muchísima energía a la hora de defender.
Se hacían esfuerzos muy grandes, marcas al hombre en ciertos momentos que generaban un cansancio que en los minutos finales se notaban. Quisimos darle un poco mas de tranquilidad al equipo, saber esperar y juntarse en ciertos momentos. Saber cuando presionar y conservar resultados. Esta categoría es muy dura y hay que saber manejar los tiempos del juego. En este sentido hemos ido mejorando y entendiendo que dentro de un partido hay muchos partidos.
-¿Esa fue la clave para la mejoría del Extremadura?
-Una de ellas, sí. Los equipos recién ascendidos deben ser valientes y agresivos, pero claro, al cambiar de categoría hay que ser precavido porque ciertos rivales te matan, si te descompones en cinco minutos te remontan un partido.
-¿Cómo se explica la explosión de Enric Gallego? Ya no son los goles, es todo lo que ofrece al equipo.
-Es un futbolista que, a pesar de la altura que tiene, tiene velocidad para tirar desmarques a la espalda de la defensa. Cuando tienes un jugador de ese tamaño y que encima tiene la capacidad al espacio de un delantero de 1.75m pues para las defensas es muy difícil.
Yo ya lo conocía de su época en la 2ªB catalana, incluso lo fiché hace 4-5 años cuando era técnico del Olot. Lo que pasa es que allí no podía explotar sus condiciones. Son campos pequeños, de hierba artificial. Solo se veía su juego directo. En el momento en el que ha pasado a jugar en terrenos de juego de Segunda, con grandes dimensiones, se ha visto que es un futbolista con capacidad para jugar a muchas cosas. Es muy completo y encima es un chaval muy centrado, que domina las emociones. Puede jugar en Primera División perfectamente.
-¿Cambiará la planificación del partido del domingo al no estar Enric? *Ayer, el Extremadura vendió al delantero catalán al Huesca.
-Tendríamos que mirar si también podemos traer un punta de sus características antes del partido [risas]. Hay que ver las alternativas. Con o sin Enric, el partido ante el Oviedo será muy difícil porque son uno de los mejores equipos del campeonato y ahora mismo atraviesan un buen momento.
-Hace unos días se hicieron virales unas declaraciones de Aitor Fernández, jugador suyo, en las que explicaba qué podía aportar al grupo un futbolista que no está teniendo minutos. ¿Qué pensó cuando las escuchó?
-En una sociedad que cada vez es más egoísta, ojalá los entrenadores pudiéramos tener muchos jugadores con ese tipo de pensamiento. Es un espejo para todos y no solo en el fútbol. El subir escalones a nivel profesional a través del sacrificio y la perseverancia y no pisando a otros. Los que le conocemos sabemos que es fundamental para nosotros.
-Leí que en sus primeras semanas en el cargo, varios de sus futbolistas le pidieron entrevistarse con usted para seguir indagando en conceptos futbolísticos. ¿Esto pasa mucho?
-La verdad es que, desde que estoy trabajando con profesionales, el Extremadura es donde me he encontrado una mayor predisposición de todo el grupo en dicho aspecto. Casi siempre, en una plantilla de 22 o 23 te vas a encontrar a unos 10 o 12 que quieren mejorar, que tienen inquietudes sobre el juego en sí, que buscan la mejora a través de la información. En este grupo eso es mayoritario.
Los equipos de fútbol, cuando suben de categoría, no solo lo hacen por su capacidad futbolística, también por el valor humano o por cómo son como grupo, y eso que comentamos es una de las claves de este Extremadura. Tienen mucha hambre de fútbol y en este sentido yo he conectado mucho con ellos. Estoy encantado. En otros equipos no encuentras esa atmósfera y el futbolista no está tan por la labor.
-Es evidente que para los medios, el juego cada vez es menos importante, pero, ¿se fomenta desde el otro lado? A veces parece que a muchos entrenadores y futbolistas tampoco les apetece hablar de ello.
-No sé lo que hacen los demás compañeros, pero miro las ruedas de prensa de Bielsa, Emery o Guardiola y veo que los TOP no tiran de tópicos, hablan de fútbol. ¿Qué pasa? Que cuanto más hablas de fútbol más te expones. A mí me gusta más esta parte que comentas, intentar explicar siempre por qué pasan las cosas, pero sí que es cierto que en las previas es difícil hablar del partido porque no quieres enseñar tus cartas.
-La Segunda División 18/19 es la más difícil e igualada de siempre. ¿Mito o realidad?
-Hace como 10 años, estando en el Girona, me acuerdo de una Segunda con Valladolid, Betis y alguno más. Ahora parecido. Siempre es muy pareja. En cuanto a nombres igual sí que asusta, hay mucho ex de Primera, pero por lo demás el nivel es muy similar.
-¿Se usa muy a la ligera la palabra fracaso? ¿Tiene la sensación de que se respeta poco el trabajo de los entrenadores? Juan Antonio Anquela y Jagoba Arrasate han comentado esto alguna vez.
-Pienso como ellos, sí. Pero ya no solo por los entrenadores, también por los futbolistas. Hace años, Butragueño ganaba el pichichi con 23 goles y era un éxito. Ahora Messi marca 45 en vez de 60 y dicen que está en baja forma. Un futbolista se tira dos partidos sin meter gol y dicen que esta atravesando una mala racha. Al haber tanta información y al ser todo tan inmediato, los tiempos de todo se acortan.
En una Liga, ¿qué es el fracaso o el éxito? ¿Pasar de tener 35 puntos a 29? Son dos partidos solo. Un equipo baja de categoría con 49 mientras que otro se salva con 51, es un partido de diferencia también. Fracaso es cuando alguien no hace lo que le toca o no tiene la voluntad de conseguir un objetivo, cuando no se pone empeño. Se pueden cumplir objetivos o no, pero fracaso…
La sociedad se ha convertido en esto, y es una lástima porque ese el mensaje que estamos dando a nuestros hijos. Si no consigues ciertas cosas eres un fracasado en la vida, cuando hay gente que es feliz sin conseguir lo máximo, porque no ha tenido suficiente capacidad o no ha tenido suerte. Pero es muy fácil escribir en un artículo la palabra fracaso.
-En los últimos años, en Primera División se está viendo una riqueza táctica casi sin precedentes. Muchos equipos que juegan bien y cada uno de una forma diferente. ¿Pasa también en Segunda?
-Hay mucha diversidad, eh. Sí que es verdad que hay esquemas más estándar como el 4-2-3-1 o el 4-4-2 que utiliza mucha gente, pero ves a equipos que inician el juego desde atrás, otros que presionan alto, otros que prefieren esperar, jugar al contragolpe o ser protagonistas con balón.
En Segunda también hay muchas propuestas y no solo en el esquema o en el dibujo, si no en las intenciones del cómo jugar. La dificultad es que cada domingo nuestros futbolistas tienen que adaptarse a las intenciones del rival, tanto defensivas como ofensivas, y te obligan a cambiar los planes de entrenamiento de una semana a otra.
-¿Cómo está viendo al Real Oviedo? Pasó de no ganar partido en diciembre a sumar dos victorias en dos encuentros en 2019. ¿Nota mucha diferencia en su juego?
-En una Liga tan larga, hubo partidos en los que el Oviedo ha merecido más y por ciertas circunstancias no han estado acertados y el rival sí. Pero yo veo que tienen un sello muy personal, son un equipo intenso, que se arropa bien defensivamente y que si necesita controlar un poco más el juego tiene futbolistas en el centro del campo capaces de ello. Veo un equipo duro. Pienso que si todo fluye como debería van a estar a final de temporada en los puestos altos.
-¿La baja de Saúl Berjón condiciona demasiado a los azules?
-Hay ciertos futbolistas que son difíciles de suplir porque son muy diferentes. Generalmente, o tienen mucha calidad y talento, siendo capaces de improvisar donde los demás equipos no, o suelen ser futbolistas que a nivel táctico son muy buenos y te dan un equilibrio básico. Saúl es de los primeros. Lleva mucho tiempo demostrándolo, se saca jugadas de donde nadie espera, genera desequilibrios que obliga a sus rivales a tomar decisiones difíciles y a mover ficha a nivel defensivo porque rompe líneas.
-Tuvo a Sergio Tejera en Tarragona, aunque las lesiones no le permitieron disfrutarlo mucho.
-Es una persona bellísima. Muy buen fondo, un chico al que puedes mirar a los ojos y va de cara. Como futbolista tiene muchísima calidad en su zurda, te puede organizar el juego de ataque de un equipo perfectamente. Estaba muy contento de tenerlo en Tarragona, cuando pudo jugar estuvo a buen nivel y por momentos fue muy vertical, dando balones definitivos. Pero a nivel muscular tuvo varias lesiones, además de una lesión en los ligamentos de la rodilla, y no pudimos contar mucho con él. El equipo lo notó.
-Si tuviera la oportunidad de descartar a un jugador azul para el encuentro del domingo, ¿a quién elegiría?
-Con equipos de este potencial es difícil elegir un futbolista. Si no está Toché está Joselu. Si no está Folch está Javi Muñoz. Se lesionó Omar ante el Tenerife y entró Mossa. Son equipos con recursos y los que están en el banquillo tienen otras características, pero cumplen de igual forma. Si hay alguien que no pueda jugar contra nosotros que sea por quinta amarilla, nunca por lesión.