El 2019 abre nuevos horizontes al delantero murciano del Real Oviedo
29 dic 2018 . Actualizado a las 10:12 h.El ya lejano 30 de julio de 2015, el Real Oviedo y Toché unieron sus caminos. Una travesía fructífera para ambas partes. Juntos han vivido momentos de éxtasis. Aquel día, dos aficionados al fútbol, uno oviedista y el otro deportivista, apostaron a que el murciano no alcanzaría 15 tantos con la camiseta azul en su primer año. El premio, una mariscada. No había terminado el mes de marzo cuando el gallego debía al asturiano un buen banquete.
Toché aterrizó en la capital del Principado con la mejor de las suertes. En total, 35 goles en sus dos primeras campañas con el Real Oviedo. Cifras que le abrieron las puertas y el corazón de una afición exigente y nada conformista. Para el oviedismo, el pasado es un escudo frágil.
Tras dos años de idolatría, el ariete murciano fue víctima de los sinsabores del fútbol y de la vida. Su rodilla le frenó cuando arrancaba su tercera temporada en Oviedo. Una grave lesión le apartó del verde cuando acumulaba cinco goles en siete jornadas. Una dolorosa pérdida personal le atacó en un momento inesperado. Después de aquellos golpes, no se ha visto al mismo Toché en el Carlos Tartiere. No será porque el murciano no lo haya intentado.
Una sequía que lastra al equipo
Los goles comenzaron a faltar. El atacante lo lleva con normalidad. El fútbol, pese a su magnitud social, es un deporte de rachas y los delanteros son los que más las padecen. Ni siquiera los porteros están tan exigidos en este examen diario. Nadie valora el descenso de minutos jugados del murciano. Solo cuentan sus tantos. La falta de ellos.
De repente, su edad se ha convertido en un problema. Pese a que llegó a Asturias con más de 32 años, sus cumpleaños solo comenzaron a contar, o más bien jugar en su contra, cuando la pelota dejó de entrar. Ante esta situación adversa, el murciano mantiene toda la motivación e ilusión por seguir jugando y mejorando día tras día.
Un 2019 que llega con optimismo
Las lesiones no han dejando a Toché rendir a su nivel. Los golpes fuera del campo tampoco han ayudado a recuperar su mejor tono. El murciano sigue manteniendo un promedio goleador destacado en la plantilla azul. Una media que el atacante se empeña en mejorar en este año que comienza.
Cerrado un aciago 2018, enero trae consigo nuevas esperanzas y un horizonte despejado para el delantero. El máximo anotador azul de las últimas cuatro temporadas quiere prolongar su idilio con el gol. La edad no es un problema. El murciano seguirá jugando al fútbol en activo la temporada que viene porque la puntería no se pierde. La fe y el trabajo tampoco faltarán. El atacante solo quiere volver a disfrutar del balompié como cuando lo hacía en el patio de su casa, en Santomera, y devolver todo el cariño que el oviedismo le da.
Un goleador que da puntos
Las 42 dianas que ha anotado con el Real Oviedo han supuesto una enorme cantidad de puntos para los azules en las últimas cuatro temporadas. Sin esos goles, los de la capital hubieran estado mucho más lejos del playoff, seguramente peleando por no descender en una categoría dura y despiadada.
Hasta 77 puntos ha dado Toché en sus cuatro campañas vistiendo la camiseta azul. En su primer año, sus goles supusieron 30 puntos, 35 el segundo, 11 el tercero y este año, con su único gol, ha dado uno. Unas cifras sin comparación y de importancia vital para los asturianos. A día de hoy, el Real Oviedo echa de menos sus goles. Y Toché arde en deseos de volver a ayudar a los suyos como mejor sabe.