Por primera vez en lo que va de curso, los azules dejan su portería a cero por segunda jornada consecutiva
03 dic 2018 . Actualizado a las 21:36 h.El empate sin goles de ayer en el Estadio de Gran Canaria le sirvió al Real Oviedo para, por primera vez en lo que va de curso, encadenar dos jornadas sin encajar un solo tanto. Los azules, que solo habían dejado la portería a cero en tres encuentros en la presente temporada, están creciendo desde la defensa y el equipo lo nota.
Solo dos ocasiones claras y un tiro a puerta, el mano a mano que Nereo Champagne le desvió a Rubén Castro. Ese fue el balance ofensivo del conjunto canario. La otra jugada de peligro fue un tiro de Maikel Mesa que salió alto y que no necesitó de los reflejos del portero argentino. Un guardameta que poco a poco se siente más cómodo en el césped.
Ayer, el de Salto fue un seguro a balón parado y dominó a su antojo el área carbayona, consiguiendo estar siempre bien situado para adelantarse a posibles pases al espacio de la UD Las Palmas.
Mejorar las prestaciones defensivas era una asignatura pendiente en el Real Oviedo tras un comienzo muy difícil en ese aspecto. En concreto, el balón parado ya no es el drama que sí era jornadas atrás, cuando cada falta lateral, frontal o saque de esquina ponía a temblar a jugadores y aficionados. Siete puntos en nueve jornadas con la solidez por bandera.