El Real Oviedo sigue sin poder atar un delantero de referencia en el mercado
26 jun 2018 . Actualizado a las 08:15 h.La intromisión del Granada en el fichaje de Rodri Ríos, que parecía cantado hace apenas unos días, ha vuelto a destapar los muchos problemas que está teniendo el Real Oviedo en conseguir atar a un delantero centro que compita con Toché y anteriormente con Linares. Tras el mercado veraniego y de invierno de la temporada pasada, parece que las dificultades siguen sin resolverse.
Lo único claro es que el conjunto de la capital del Principado tiene sus líneas rojas que no piensa (ni debe traspasar). La salud económica azul es la prioridad. Tras años de despilfarros y desmanes, ha llegado una época de cordura y responsabilidad. No se gastará un euro que no se tenga. Esa es la primera premisa. El inconveniente es que no siempre te permite alcanzar objetivos en forma de fichajes.
Muchas operaciones al traste
La de Rodri Ríos puede ser solo la última de una larga lista de operaciones por delanteros que se han ido al traste en el último año. En ocasiones el precio, en otras la competencia por parte de los equipos rivales o, simplemente, la falta de una apuesta fuerte por parte del Real Oviedo han sido los motivos que han evitado la llegada del ansiado 9. No hay que olvidar que, desde el verano pasado, los únicos atacantes que han aterrizado en el Principado han sido Owusu y Olmes.
Son muchos los nombres relacionados con el conjunto azul que, al final, no han fructificado. Borja Iglesias, Michael Santos y Darwin Machis fueron tres nombres que sonaron mucho la campaña pasada. Había predisposición por ambas partes, pero finalmente no se oficializaron por diversos motivos, algunos económicos. Tampoco se consiguieron concretar los de Longo (precio prohibitivo), Joselu, Ortuño o Manaj.
A falta de uno, el Real Oviedo tiene la intención de incorporar dos puntas en este mercado veraniego. El de Rodri Ríos parecía totalmente encarrilado, permitiendo a la dirección deportiva centrarse en el otro delantero referencia. Si la operación con el soriano se va al traste, los azules tendrán que pasar al plan B, sabiendo que cualquier alternativa tendrá grandes dificultades para materializarse.
