Artículo de opinión de Pedro Fernández Allongo
28 may 2018 . Actualizado a las 18:13 h.Decir lo contrario sería hacernos trampas al solitario. Ayer el día empezaba de la mejor forma posible. Nuestro Vetusta lograba el ascenso a la categoría de la que nuestro primer equipo hace solo 3 años que salió. En el Requexón se vivieron momentos de alegría y orgullo, mucho orgullo, por unos chavales que hicieron una temporada impecable y que ratifican con una eliminatoria en la que se imponen por 5-1.
Conforme iba pasando la tarde, la ilusión por el partido que empezaba a las 20:30 aumentaba. La afición inundaba de azul las calles de León, se dirigían al campo con los cánticos que a muchos nos ponen los pelos de punta. Toda esa euforia de la gente desplazada y de la que no lo hizo se volvió en decepción con la derrota. Una derrota que, salvo milagro, nos apea definitivamente de cualquier opción de playoff.
Es momento de sacar conclusiones, de aprender de los errores que se cometieron a lo largo del campeonato y replicar los aciertos, sí, aciertos que también hubo. La lógica dice que la temporada 2018/2019 la comenzaremos en Segunda División, nos volveremos a ilusionar, iremos los domingos al Carlos Tartiere y la afición, esa que nunca falla, acompañará al equipo en sus desplazamiento. Lo digo muchas veces, lo único que va a quedar siempre es el escudo, es el sentimiento por algo que muchos no logran entender. Da igual la categoría, claro que todos queremos llegar a lo más alto y lo haremos.
Hay muchos que no visteis fútbol en Primera División y lo veréis. Lo merecemos todos y llegará. Pompei me decía el otro día que la hinchada queremos las cosas para antes de ayer y es lógico. Hoy es día de cabreo, de frustración, porque otro año más lo rozamos y no lo tenemos, pero el fútbol es así. Hay que mirar hacia adelante y pensar en el próximo año. Todo tiene un proceso y de los errores se aprende siempre más de los éxitos.
¡ Hala Oviedo !