Contracrónica: Volver a los orígenes

ALFONSO SUÁREZ OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Fabbrini Real Oviedo Alcorcon Carlos Tartiere.Fabbrini pugna por el balon ante dos jugadores del Alcorcon
Fabbrini pugna por el balon ante dos jugadores del Alcorcon Real Oviedo

El momento actual de los azules invita a un nuevo golpe de timón

01 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En la primera vuelta, tras la derrota en Santo Domingo, Juan Antonio Anquela comenzó a idear un cambio de rumbo que se inició frente al Lugo. Los gallegos se adelantaron 0-1 en el Tartiere y el preparador oviedista apostó por una modificación en el esquema que resultó realmente fructífera.

Anquela hizo lo que tenía que hacer en beneficio del equipo. Aquello se tradujo en giro de 180 grados, dando lugar a un Real Oviedo poderoso que llegó a ponerse tercero en la clasificación. Después de 21 partidos, tras caer de nuevo ante el Alcorcón, se espera un nuevo golpe de timón.

Los últimos cuatro encuentros en el coliseo oviedista han puesto de relevancia la dificultad de los asturianos en crear peligro ante equipos que apuestan por el orden defensivo por encima de todo. Así ocurrió ante el Albacete o el Barcelona B, conjuntos que apenas crearon peligro, pero que supieron cerrar filas en torno a su portero.

Ayer, ante el Alcorcón, el Real Oviedo de nuevo desaprovechó 45 minutos. La reacción de la segunda parte no fue suficiente para conseguir la victoria. La entrada de Aarón, en cambio, fue un soplo de aire fresco para un equipo falto de ideas en tres cuartos de campo hacia adelante.

Un cambio de sistema en el horizonte

«El 4-2-3-1 es el sistema que siempre hemos tenido en la cabeza». Palabras de Anquela en rueda de prensa tras caer frente al Alcorcón. Parece que el preparador oviedista medita volver a los orígenes, a la idea primigenia del equipo que tenía allá por el mes de julio y que la grave lesión de Fabbrini echó por tierra.

Hasta esta semana, el preparador oviedista no había tenido la opción de ponerla en liza. En ocasiones la falta de ritmo del italiano, en otras, sanciones y lesiones evitaron juntar a Aarón, Fabbrini y Saúl tras un delantero. Ese momento puede haber llegado.

Es posible que en no mucho tiempo, el Real Oviedo vuelva a los orígenes. O, al menos, disponga de una opción táctica con la que sorprender a algunos rivales, sobre todo en el Carlos Tartiere. Anquela no es amigo de cambios drásticos ni tampoco revoluciones. Cada modificación está pensada, valorada y entrenada al extremo. Todavía hay tiempo, aunque no mucho margen de maniobra. Es momento de juntar a todos los «buenos» en el campo.