Artículo de opinión de Pedro Fernández Allongo
14 mar 2018 . Actualizado a las 13:21 h.Quien nos lo iba a decir. Este domingo antes del partido que nos enfrentará al Granada celebramos el cumpleaños del equipo de nuestros amores. ¡Qué lejos queda y a la vez qué cerca está aquel 2003 en el que nos separaba del abismo medio paso! ¡Qué lejos quedan y a la vez qué cerca aquellos momentos de desesperación en el que el más optimista pensaba «esto se acaba»!
No, señores. Hoy, en 2018, estamos más vivos que nunca, en la categoría de plata del fútbol español, con las opciones de ascenso intactas y con un club con una visión de futuro que ya la quisieran muchos para sí.
Es tiempo de festejarlo, de pensar lo que tenemos y mirar de reojo hacia atrás y pensar lo que pudo haber pasado y no pasó. Hay actos programados durante las horas previas al partido, disfrutemos el momento y luego entremos al campo más enchufados que nunca ya que disputamos la primera final de 12. Los primeros 3 puntos de 36.
Sé que los de abajo lo darán todo y los de arriba lo haremos también, ya que es el momento del golpe en la mesa, de dar el do de pecho. Sé que se puede hacer, sé que se se va a hacer porque, como dice Melendi, «nos lo merecemos, el equipo y la afición».
Son 92 años de un equipo y de un escudo impoluto, que se superó a sí mismo estando terminal y que hoy goza de una Salud «inquebrantable».
¡Feliz Cumpleaños Oviedín!