Se preveía choque de estilos y así fue. Cada equipo ganó la parte en la que impuso el suyo y aquí paz y después gloria. Porque aunque parezca imposible, hay equipos que desde el protagonismo con el balón son capaces de encerrar a todo un Real Oviedo en su estadio (encharcado), minimizándolo hasta rozar la impotencia en forma de agresiones sin balón. Y no es menos cierto que pocos equipos pueden reducir al Lugo a mera presencia testimonial, como hizo el Oviedo en el segundo acto, a base de intensidad, apretar arriba y mucha verticalidad. Llegando a rogar los gallegos el final, para no acabar perdiendo un punto (o tres) que parecían en el saco.
En pleno debate sobre el significado de «jugar bien», el partido del domingo sirvió para demostrar que se puede «jugar bien» de varias maneras y no ganar. Porque no hay una manera de «jugar bien» que te asegure ganar, ni ninguna manera de «jugar bien» que te asegure ascender. Porque en el mundo que vivimos Guardiola sería incapaz de ascender de Segunda a Primera «jugando así» y el Cholo sería incapaz de conseguir que un jugador de su equipo se la pasase a otro con la misma camiseta. Elijan propuesta y disfruten o no...
Pd: Sí, ya sé que el año pasado ascendieron Alavés, Leganés y Osasuna.