
El Getafe se impone 2-1 en el Coliseum a un equipo que mostró sus dos caras
19 sep 2016 . Actualizado a las 12:55 h.Gran primer tiempo
Buena primera parte que comenzaba con el Getafe presionando durante los primeros cinco minutos. Los locales enseguida se desinflarían y así comenzaba el dominio carbayón. Los azules mostraron personalidad y se hicieron con el control del balón, comenzando a inquietar la portería azulona con un centro de Varela desde la izquierda que terminaba con un remate forzado de Toché que se iba fuera.
La siguiente ocasión del partido ya sería la del gol. Una falta colgada por Varela encontraba la cabeza de Torró en el segundo palo. El joven mediocentro sacaba un remate cruzado de cabeza que se colaba en la portería del Getafe ante la pasividad de los locales.
A partir de ahí, el Oviedo se hizo con el balón y dominó una primera parte que se caracterizó por la falta de ocasiones. Solo una mala salida de Juan Carlos en el minuto 25 y otro remate de cabeza de Lucas Torró en el 27 pusieron el uy en la grada. El equipo visitante dominaba la posesión y desquiciaba a un Getafe que frenaba el ritmo a base de faltas.
En el minuto 38, un gran centro de Nando tras una bicicleta terminaba con mal remate de Toché y, a partir de ahí, se acabaron los ataques del Oviedo. Los locales dieron un paso al frente y pasaron a tener la posesión ante un equipo muy bien plantado en defensa. Los del Coliseum tenían el esférico pero no conseguían darle verticalidad. Así se llegaba al descanso.
Segunda mitad
En la segunda parte dio la sensación de que la charla de Esnáider a los suyos tocó la tecla necesaria. Los locales salieron con una nueva actitud y no tardaron en llegar las ocasiones. El Oviedo sufría en el inicio de esta segunda mitad y no tardó en llegar el empate de los azulones.En el minuto 50 Antón le pegaba desde el borde del área y ponía el balón en la escuadra izquierda de Juan Carlos tras una gran dejada de cara de Portillo.
El Getafe apretaba y el Oviedo vivía de las individualidades. Así llegó la gran ocasión de Michu. Corría el minuto 54 y Toché recibió el balón de espaldas en la banda derecha. Recortó de tacón hacia el interior y sacó un espectacular pase en profundidad para Michu, que se plantaba solo ante la portería de Alberto. El canterano esperaba la internada de Susaeta para darle la asistencia, pero el vasco no entró al remate. La falta de entendimiento entre ambos provocó que el ovetense se durmiese y terminase sacando un disparo forzado que acabó en el lateral de la red.
Continuaron los acercamientos por parte del Getafe mientras Hierro buscaba soluciones. En el 65, en uno de los pocos acercamientos del Oviedo del segundo periodo, el colegiado falla y le quita una oportunidad a los visitantes tras no pitar un penalti sobre Varela.
El técnico de los azules buscaba soluciones y decidió dar entrada a Rocha, sacando a Susaeta del terreno de juego. Parecía que la intención era dominar el partido, pero el conjunto local continuaba aportando las ocasiones.
La entrada de Linares y Peña, en lugar de Michu y Varela, sirvió de poco. Casi sin tiempo de lamentarse tras una clara ocasión fallada por Rocha, que quiso finalizar cuándo tenía más fácil el pase a Linares para que rematase a placer, llegó el segundo del Getafe. Jorge Molina definía de tacón una jugada de manual de los azulones en el minuto 83.
La jugada que desperciaba Rocha venía de un pase magistral de Nando. Y fue Nando quien forzaba la expulsión de Molinero -por segunda amarilla- en el minuto 85 y quien tenía la última ocasión en el minuto 89. Poco más tarde llegó la acción más lamentable del encuentro, tangana entre el Cata Díaz y cualquiera que se le pusiese delante que no aportaba nada excepto pérdida de minutos.
El colegiado añadió tres minutos y el Oviedo esperó hasta el 93 para buscar su última oportunidad. Una jugada llena de rebotes terminaba en las piernas del especialista en aprovechar este tipo de ocasiones. Miguel Linares sacaba un forzado disparo dentro del área que golpeaba en el Cata Díaz y se estrellaba en el palo izquierdo. Así se llegaba al final del encuentro.