Aquella tarde de invierno en la que mi abuelo (socio fundador en 1926) me llevo al Tartiere todo era muy distinto. Los balones eran blancos , las cepas de los postes y las equipaciones de los árbitros negras. El gris también estaba presente en las enormes bocanadas de humo que recorrían cada fila del estadio en el sentido del viento , recién salidas del habano de un socio típico con gabardina y gafas de pasta.
Las entradas se dividían en asiento , en las que casi todos sus ocupantes alquilaban una almohadilla que solía terminar arrojada al césped en señal de algún tipo de protesta, o de pie. Más baratas las segundas.
El terreno de juego era hierba. más o menos cuidada , pero hierba. Donde nunca la había era delante de la zona central de la portería.
Aquel día cambio mi vida.
Muchas cosas han cambiado en la actualidad , lo que permanece común en el Tartiere actual y en aquel vetusto estadio de Buenavista es el color de las camisetas , de las banderas de las gradas y de aquellas pancartas de la peñas.
El Azul. El Azul Carbayón.
Todo estuvo a punto de desaparecer a principios del nuevo siglo por causas que todos conocemos, solo el empeño de una afición incondicional , fiel y recientemente catalogada de exigente pudieron evitar. La exigencia va unida a este club desde su fundación , conviene no olvidarlo. Como no va a exigir quien salvó de la desaparición a todo este sentimiento.
El club sobrevive gracias a aquel espíritu del 2003 que nos unió a todos, ahora vive gracias a muchos otros. Agradecimiento eterno a todos.
Quien no pudo sobrevivir doce años después del inicio del nuevo siglo fue un diario referente en el Principado. La Voz de Asturias.
Surge la posibilidad de que yo pueda ayudar a este diario a volver , de renacer momentáneamente en la red y ojalá pronto en papel. Tenía pocas dudas pero al ver cómo se va a llamar la sección de la actualidad del Real Oviedo no quedó ninguna. Azul Carbayon.
Escribiré con el entusiasmo de quien escribe de su club , con la humildad de reconocerse solo uno más de esa masa fiel y con la ilusión de que un día esté presente colabore a poder leer un artículo de esta humilde firma en La Voz de Asturias , en papel , mientras desayuno en cualquier negocio hostelero de Oviedo.
Dicen que algunos sueños se cumplen si los deseas y luchas por ellos. Seria un sueño, un sueño de fútbol ...