La renuncia de Araujo vaticina que De Rueda ganará el congreso del PP de Avilés, pero también puede traer la marcha de tres concejales
03 mar 2018 . Actualizado a las 20:00 h.La disputa por el poder en el PP de Avilés tiene ya un claro derrotado: el sector tradicional, que se vincula con el que fuera su presidente durante más de dos décadas, Joaquín Aréstegui, y que estaba representado por la candidatura de Alfonso Araujo. El también edil ha presentado públicamente su renuncia 25 horas antes de que este sábado se celebre un congreso en que hay un único aspirante: Pedro de Rueda, actual presidente de la gestora y diputado en la Junta del Principado. Él cree que con su proclamación «se da el primer paso para cerrar la crisis -definición que no le gusta- del PP» y que «no hay nada mejor que hacerlo con un candidato fuerte», por eso espera un gran respaldo en la votación. Podría tenerlo porque están inscritos para participar 418 afiliados y él presentó más de 300 avales. Además, su adversario y su equipo no tienen siquiera previsto participar en el congreso. Después de que el juez no admitiera las irregularidades que él encontró en el censo electoral ha preferido desvincularse del proceso «por coherencia». Y la renuncia puede suponer más que un único candidato en el congreso, puede romper el grupo municipal, dividido a partes iguales entre las dos partes, si los derrotados deciden dejarlo y conservar su acta.
A expensas de que se cuenten los votos del congreso todo apunta a que De Rueda se convertirá en el próximo presidente de los populares avilesinos, con lo que Mercedes Fernández y la dirección regional volverá a tener autoridad en la junta avilesina. Y lo hará poniendo al frente a una persona de Gijón, algo criticado hasta la saciedad por sus adversarios políticos. Desde que se conocieran las implicaciones del caso Aquagest y uno de los investigados fuera Aréstegui, junto a su mujer y ex concejal avilesina, la presidenta de los populares asturianos había intentado imponerse en la ciudad, algo que no acababa de conseguir con un congreso exprés en que ganó la mano derecha del ex presidente, Carmen Rodríguez Maniega, la misma que meses después intentó disputarle la dirección regional de los populares sin éxito. La de Avilés proclamaba que quería llevar aires nuevos al partido, lo mismo que pretende hacer ahora De Rueda en su ciudad. Promete «cambiar las formas en el partido». De hecho en su candidatura es el único político, aunque nunca ejerció en Avilés, junto con Francisco Petit, que fue concejal bajo las siglas del PP y de Foro Asturias.
Esos aires nuevos no le gustan a Araujo y al sector más tradicional que ven que no son reales. «No es ético ni razonable que uno de Pola de Siero venga a inscribirse aquí», apunta y entiende que el cerca del centenar de afiliados que encontró con un domicilio que no estaba dentro de los límites de Avilés era un intento de su contrincante de ganar el congreso. «Mi equipo también podría haber traído a 500 afiliados, ¿sería razonable que mi hermano que vive en Toledo o mi cuñado de Ponferrada vinieran aquí para ayudarme a ganar», pregunta. Sin embargo, ese argumento no convenció al juez, que consideró, tal como había expuesto el comité organizador del congreso, que uno puede afiliarse en aquella junta en la que quiera desarrollar su actividad política. Además, la gran parte de esas personas constan como miembros del PP desde antes que la gestora llegase a Avilés y participaron en otros congresos, en los que Araujo era secretario del partido. Aún así, él insiste en que «flaco favor se hace sumando al PP de Avilés a gente que no va a participar en el proyecto. Es como hacerse trampas al solitario».
La ruptura en el grupo municipal
Tras su renuncia queda claro quién mandará en el partido a nivel local, pero aún queda la herida abierta en el seno del grupo municipal. El PP cuenta en estos momentos con seis concejales y la mitad de ellos son afines a la dirección regional y a De Rueda, los otros tres no. Los desencuentros han sido habituales desde el inicio de legislatura y en los últimos meses han derivado en una relación prácticamente rota, incluyendo posible expedientes a los ediles díscolos. En los próximos días se podría dar la ruptura definitiva con la salida de estos tres ediles del grupo popular. Es algo que aún no está decidido, pero que sí están pensando. De ser así pasarían a ser concejales no adscritos, incluso podrían tener la posibilidad de conformar el grupo mixto -lo que les daría acceso a un despacho propio y partidas propias en el ayuntamiento para ejercer su trabjo. Al tiempo evidenciarían la mayor debilidad numérica del PP dentro de la corporación. Se quedaría con tres ediles, los mismos que IU y que ese hipotético grupo mixto. Somos se convertiría en el partido líder de la oposición y habría un pleno tan fragmentado las posibilidades de alcanzar acuerdos entre unos y otros serían aún más numerosos y variopintos.