Arrancan las Navidades a las que se las relaciona más con comilonas y despilfarro que con solidaridad y sostenibilidad. ¿De verdad? ¿Seguro que no podemos organizar unas fiestas más sostenibles de manera alternativa? Te damos algunos consejos para cambiar el chip
19 dic 2018 . Actualizado a las 11:17 h.Comidas familiares, de empresa y amistades, ropa de fiesta, regalos, juguetes… El mes de diciembre se presenta duro de cara a unas celebraciones navideñas por todo lo alto. Sólo de pensarlo da pereza: esta vorágine que nos arrastrará hasta enero entre kilos de más y acumulación de paquetes que precisan de nuevo espacio y que nos harán un agujero en nuestra apretada economía. Pues éste puede ser un buen momento para reflexionar sobre ello y plantearnos llevar a cabo un consumo más responsable y sostenible.
Hay que tener en cuenta que las compras tienen un gran componente de impulsividad y que la inercia consumista nos arrastra sobremanera en estas fechas, algo nada recomendable. Pero también está el componente social, hacer lo que se espera que hagamos: «hay un factor emocional en quedar bien, en que nuestros regalos gusten, pero lo primero es ser coherente con nosotros mismos y partir de nuestros valores; lo que hacemos es una extensión de nuestra personalidad: tu coherencia como persona», señala Myriam Gozalo, responsable del programa de empleo de Cáritas Asturias.
El beneficio de las listas
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) nos recomiendan, para poner freno a esta impulsividad, realizar listas sobre nuestras necesidades reales: alimentación, regalos y juguetes. También es un buen consejo adelantar las compras para no verse apurada en el último momento y para tener la posibilidad real de comparar precios y oportunidades con el fin de comprobar si de verdad es una buena oferta.
El crecimiento de las tiendas de segunda mano, tanto en las calles como en plataformas digitales, avala que cada vez hay más personas conscientes del efecto que ocasiona su decisión de compra, del poder de influencia que tiene actuar como consumidores responsables. Una tendencia que incluye la Navidad. Pensamos en unas navidades alternativas donde además del centro comercial, se puede apostar por organizar mercadillos de trueque (de juguetes, ropa…) en los colegios, el bar del pueblo o las comunidades de vecinos; donde se puede ir a comprar un libro, un adorno o una vajilla reutilizada a un establecimiento solidario como los que regentan Centro Reto o la Fundación Social Emaús en Asturias. Navidades donde lucen los adornos navideños hechos en familia en tardes de reciclaje creativo (el famoso Do It Yourself, DIY), como hacen desde hace año en la Asociación de Vecinos de San Martín de Laspra, en Castrillón. Navidades donde se busca un mayor aprovechamiento de las cosas, a la vez que evitamos el endeudamiento, que por cierto, suele crecer en estas fechas.
¿Habías oído hablar de los regalos solidarios? Te dejamos dos ejemplos. El primero es el Regalo Azul de Unicef y el segundo se refiere a Algo+queunregalo de Oxfam Intermón.
Alimentos
Seguro que te suenan las ‘operaciones kilo’ solidarias tan comunes en estas fechas. Compras un kilo de arroz y lo entregas. ¿Pero has llegado a reflexionar más allá de esta simple acción?
Una de las cosas que más agradecería el Banco de Alimentos de Asturias para estas Navidades solidarias es que se participe como voluntariado en una época en la que tienen mucho trabajo para clasificar los alimentos que llegan a sus instalaciones en Argame (Morcín). Sólo hay que ponerse en contacto con ellos para organizar esta donación de tiempo (en horario de mañanas de lunes a viernes), así como la de alimentos.
Su directora, María Velasco, dice que «es fundamental realizar la compra y un consumo de alimentos responsable para evitar el despilfarro. Es interesante el reaprovechamiento, la vuelta a la cocina de las abuelas». Y es que en el Banco no pueden aprovechar los alimentos cocinados por razones de seguridad alimentaria.
Si quiere organizar una recogida en familia o en el trabajo, podemos contarte que entre los productos más necesarios se encuentran las legumbres cocidas, aceite, café, cacao y conservas en general. Otra cosa que no se suele donar pero se precisa es aceite y alubias blancas. Y lo menos aconsejable, nos cuenta Velasco: «los productos frescos, porque crearíamos un nuevo excedente, junto al arroz y la pasta». «Los dos últimos porque hay en demasía y sobre todo porque deben ir acompañados de proteínas, si no, sólo se ingieren hidratos de carbono, y de esto no se da cuenta la gente», explica.
Todos los alimentos recogidos por el Banco son distribuidos entre 166 organizaciones en Asturias tipo cocinas económicas, albergues o comedores infantiles, no entre particulares. Para donar alimentos envasados, frescos o cocinados, existe la opción de la plataforma Coomida, desarrolla por el departamento de I+D de Cogersa.
Juguetes
La infancia es una de las grandes protagonistas de estas fiestas. Y muchas veces se pone el foco en los regalos, en los grandes regalos, en muchos regalos. Aunque a veces no los lleguen a valorar, o lo más importante, aunque no lleguen a jugar con ellos y se queden acumulando polvo en algún rincón del cuarto. ¿Qué hacer con ellos? Lo primero sería volver a aplicar aquello del consumo responsable que abre este reportaje: hagamos una pequeña auditoría de todo lo que tenemos en casa con los más pequeños. Lo segundo, donarlos. En el fondo se trata de educar en valores.
El 18% de los niños y niñas no tiene juegos ni juguetes y un 12% carecen de libros o cuentos, según cifras recogidas por Cruz Roja Juventud. «El juguete educativo y los juguetes tienen un papel fundamental en la vida y el desarrollo de los menores. Son herramientas para que adquieran conocimientos y comportamientos que formarán parte de su desarrollo como personas», explican desde su campaña El juguete solidario. Se trata de un proyecto abierto a lo largo de todo el año, no específicamente para las Navidades, que pretende entregar 2.000 juguetes para más de 1.200 niñas y niños en dificultad social mediante la recogida de juguetes y donaciones económicas para la compra de juegos y juguetes.
El juguete solidario busca fomentar el valor pedagógico y la importancia del juego, entendiéndolo como un elemento con el que trabajar la tolerancia, la diversidad, el respeto y la igualdad. De ahí que se recojan juguetes nuevos, no bélicos, no sexistas y solidarios con el fin de sensibilizar a la población en estos aspectos.
Si quieres colaborar con este proyecto tienes varias maneras, como la donación de juguetes, las aportaciones económicas o aportando con tus compañeros de trabajo o de edificio un punto de recogida. Puedes consultarlo todo en la página Sus derechos en juego.
Ropa
El textil es uno de los productos que consume más recursos naturales. Se habla mucho de reciclaje y de recogida, que es el principio del círculo, pero también se trata de alargar la vida útil de las cosas (el ciclo de vida) y de llevar a cabo, también en este caso, un consumo responsable.
«Nos han inculcado un estilo de compra instantáneo, donde el cambio de ropa se produce cada vez en ciclos más cortos. Dejamos de utilizar ropa porque ya no está de moda. Pero hay otra opción de compra donde pesa más la responsabilidad», señala Myriam Gozalo. Dentro de su programa de inserción socio laboral se encuentran las Koopera Store, las tiendas de segunda mano que Cáritas y la red de cooperativas Koopera tienen en Oviedo y Gijón, en sustitución de los antiguos roperos, una vuelta de idea que busca dignificarlos y acercarlos al resto de la sociedad como tiendas de segunda mano donde se puede encontrar ropa de mujer, hombre, bebé e infantil, además de juguetes y libros o un espacio de crianza (carricoches, cunas…).
En estos locales solidarios, que también existen en otras pequeñas poblaciones de Asturias como Villaviciosa, La Felguera o Pola de Laviana, con el nombre de Espacios con corazón, se ha producido el efecto de la democratización del consumo con fines sociales y ambientales, «lo conviertes en una alternativa, aunque es un proceso que lleva tiempo», explica Myriam Gozalo. Con cada uno de los gestos que llevamos a cabo decimos mucho de nosotros mismos. En ocasiones «estas acciones parecen necesitar ser justificadas porque se consideran como algo extraordinario, pero es preciso partir de lo normal. Hay que normalizarlo», señala.
Entre el Black Friday y las rebajas, en pleno éxtasis de consumo navideño, Cáritas nos invita a que donemos la ropa que ya no usamos, o la que compramos una vez sin que fuera realmente necesaria, en sus contenedores rojos, unos 150 por toda Asturias. Así que si necesitas hacer hueco para meter nuevas cosas, busca alternativas para donar aquello que ya no precisas. Y no tires ni compres sin más: valora las diferentes opciones que tienes a tu alrededor. Recuerda que estas fechas son siempre las idóneas para hacer nuevos propósitos para el año nuevo, como por ejemplo: ser un consumidor responsable y solidario.