José Manuel Domínguez: «Recibimos mensajes de que habrá un estricto cumplimiento de la Ley y confíamos en que pueda derivar en la autorización del proyecto de Salave»

ASTURIAS

El director general de Exploraciones Mineras del Cantábrico remarca la importancia del occidente para que Asturias haya mantenido el peso industrial en su economía
16 may 2025 . Actualizado a las 21:21 h.El potencial del occidente asturiano como eje industrial fue el tema central de la jornada «Industria con futuro: las empresas como motor socioeconómico, medioambiental y laboral del Occidente de Asturias», organizada por La Voz de Asturias. El encuentro contó con la participación de destacados representantes del sector empresarial: Patricia Somolinos (Grupo Clave), Luis Cotarelo (Astilleros Gondán), José Manuel Domínguez (Exploraciones Mineras del Cantábrico) y Adolfo Navarro (Armón Shipyards).
Sobre los proyectos de Exploraciones Mineras del Cantábrico en Salave, su responsable, José Manuel Domínguez, apuntó que se trata de un proyecto que, de forma inmediata, supone la creación de 150 puestos de trabajo directos pero con el potencial de subir hasta el millar en empleos inducidos y, además, en una amplia gama de puestos especializados y cualificados. Una gran inversión, en una primera fase de más de 120 millones de euros y también una relevante apuesta industrial. Todo ello, según insistió, conjugado con un claro compromiso de respeto medioambiental
«En nuestro caso, en la actividad extractiva, la sostenibilidad es un concepto importante, y esta iniciativa se compone de tres dimensiones: una dimensión ambiental, una dimensión social y una dimensión económica. Nuestro proyecto incluye más de 20 de las mejores prácticas reconocidas por la comunidad europea, y además aportamos también muchas iniciativas para potenciar el patrimonio, los ecosistemas locales», recalcó Domínguez, quien añadió que «una cosa muy importante de nuestra actividad es que tiene una duración limitada en el tiempo, e incluye la rehabilitación y la restauración de los espacios y los ecosistemas».

El responsable del proyecto minero lamentó que la iniciativa se haya ido demorando en el tiempo desde que manifestaron su interés por la inversión en la comarca, pero en todo caso, y tras destacar que se han acogido a la legislación asturiana sobre proyectos estratégicos, seguros de cumplir todos los requisitos marcados por la normativa, apuntó que era optimista en el medio plazo y afirmó que «recibimos mensajes claros y directos de que se va a proceder con el estricto cumplimiento de la ley, como no podía ser menos; y nosotros confiamos en que el estricto cumplimiento de la ley pueda derivar en la autorización del proyecto».

Desde 2021, el proyecto de la mina de Salave ha atravesado diversas fases técnicas y administrativas sin alcanzar esa autorización definitiva. Domínguez explicó que el proceso ha cumplido con todos los requerimientos legales en materia ambiental, incluida la información y participación pública y que el proyecto ha sido modificado para incorporar las observaciones de las administraciones competentes. En este momento, Domínguez apuntó que hay una discrepancia con el Ayuntamiento de Tapia de Casariego, toda vez que el consistorio considera innecesario modificar la calificación del suelo para permitir la implantación de infraestructuras auxiliares (como naves, vestuarios y otros elementos en superficie), mientras que la empresa promotora sostiene que sí es preciso adaptar la normativa urbanística argumentando que se trata de terrenos agrícolas y forestales de escasa extensión (menos del 1% del territorio municipal), y que el propio Plan General de Ordenación Urbana obliga a abordar una modificación para usos industriales o mineros.
Sobre el potencial del occidente de Asturias, el responsable de Exploraciones Mineras del Cantábrico indicó que la actividad en la comarca ha sido crucial: «El occidente tiene una contribución muy significativa para que Asturias en su conjunto todavía mantenga ese 20%, 21% de valor de la producción industrial en el contexto económico de la región. Y ha eso ha ocurrido en unos años en los que España ha bajado prácticamente al 11% o el 13%, y ese es un camino peligroso».
En este sentido, recalcó que iniciativas como este proyecto minero pueden ayudar a diversificar la actividad en la comarca, a complementar actividades e, incluso, ayudar en la desestacionalización del turismo. «Esa diversificación de la actividad siempre tiene mucho interés para dar solidez a las economías locales. Y se puede dar la oportunidad a la convivencia de esta actividad extractiva con otras, más tradicionales en la zona, como sea la ganadería, la pesca, el turismo. Es algo perfectamente contrastado, no porque lo digamos nosotros, sino porque se puede ver el Belmonte de Miranda, y se puede ver en Ribadesella, por no salirnos de Asturias».
Domínguez remarcó la importancia de la colaboración público privada y urgió a la administración a reducir la burocracia y agilizar los trámites al ritmo que demanda la actividad de las empresas en el presente, impulsadas además en un contexto internacional de gran aceleración. En este sentido afirmó que «a veces parece que la función fundamental de la administración es aportar fondos para las empresas privadas, pero es que eso ya lo hacemos, es nuestro trabajo, encontrar los fondos y los recursos y proponer cosas, lo que tiene usted que hacer es ver cómo me da una seguridad jurídica» así como garantías de cumplimientos de los plazos de los trámites.
«Yo diría que la prioridad clave para el futuro del occidente industrial debería ser adaptación, innovación, digitalización y sostenibilidad. Ya sé que son cosas manidas, pero no por manidas hay que dejar de recordarlas. Si no somos capaces de reconocer qué es lo que pasa, difícilmente vamos a poder ir modificando nuestra actividad, nuestra estructura, a esas circunstancias que van a venir», apuntó Domínguez.