El apagón provocó pérdidas de 40 millones a las empresas asturianas, según la estimación de FADE

La Voz

ASTURIAS

La presidenta de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), María Calvo
La presidenta de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), María Calvo J. L. Cereijido | EFE

María Calvo ha manifestado su «preocupación por la falta de información y que no se conozcan aún las causas» que provocaron el corte generalizado de la electricidad

29 abr 2025 . Actualizado a las 14:59 h.

Las pérdidas ocasionadas a la economía asturiana, y especialmente a su industria, por el apagón eléctrico pueden cifrarse entre los 35 y los 40 millones de euros, según una primera estimación de los efectos directos e indirectos que ha hecho la Federación Asturiana de Empresarios (FADE).

Según la presidenta de la patronal asturiana, María Calvo, el apagón de ayer ha supuesto «un gran trastorno económico y la práctica paralización económica e industrial de la región con importantes consecuencias» que se traducen en pérdidas millonarias. «Ahora lo urgente es ayudar a las empresas afectadas a recuperar en primer lugar la normalidad y a facilitar instrumentos ágiles que permitan ayudarlas y cooperar en esta recuperación», ha señalado en unas declaraciones remitidas a los medios.

Calvo ha manifestado también su «preocupación por la falta de información y que no se conozcan aún las causas» que provocaron el corte generalizado de la electricidad, así como que no que se haya dado algún procedimiento de actuación, «lo que ha generado gran incertidumbre en un momento en el que se precisa información y certeza».

Sin adelantar conclusiones, ha afirmado que hay que dejar claro que la apuesta por las energías renovables «no se puede hacer abandonando el resto de tecnologías» porque nuestra economía e industria precisan de un sistema energético «estable, competitivo y seguro». En ese mix, la nuclear y los ciclos combinados de gas «juegan un papel fundamental», por lo que la presidenta de la patronal asturiana espera que lo acontecido ayer permita replantear «de urgencia el modelo energético» y que no se sigan «demonizando las tecnologías que son críticas para el presente y futuro de nuestra economía».