El duro momento de decirle adiós a una mascota: «Es como si fuera un miembro de la familia»
ASTURIAS

Cada vez más asturianos recurren a los servicios de crematorios y velatorios de animales como el de Valcubia, en Grado, para despedirse de sus mascotas. Es el caso de Yaiza Estrada Suárez, que tras 17 años de fidelidad y amor se propuso preservar la memoria de su westie Yako, triste pero «reconfortada, porque volvía a estar conmigo»
27 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Las mascotas, con suerte, pasan muchos años a nuestro lado en casa, compartiendo nuestros buenos momentos y demostrando una lealtad a prueba de bombas en los malos. Es por eso que el vínculo que se crea entre las familias y los compañeros de cuatro patas se hace muy intenso.
Por eso, precisamente, muchas personas en Asturias (cada vez más) eligen que el momento del adiós de los animales de compañía sea semejante al de cualquier otro ser querido. Al fin y al cabo, ellos no escatiman su amor, cariño y bondad a la hora de hacernos felices el tiempo que les toca estar entre nosotros.
Yaiza Estrada Suárez, natural de Grado, no pudo evitar hacer lo propio cuando a su westie, Yako, le llegó el momento de decir adiós. Yako era un perrito «de 17 años, con el que el tiempo ya jugaba en nuestra contra».
«Para nosotros, sobre todo para mí, era un miembro más de la familia, de hecho yo tenía claro que lo quería incinerar», afirma. En este sentido, reconoce que tiene espacio en su pueblo «por lo que también podía haberlo enterrado allí, como hace mucha gente, pero yo quería tenerlo conmigo».
«Yo tengo la caja aquí en el salón, en un armario con una vitrina de cristal, una foto y una huellita en yeso que me regalaron», explica. Y es que, después de tantos años, un animal de compañía como Yako «es como si fuera un miembro de la familia».
El día del adiós Yaiza lo bajó «del veterinario, aunque también me ofrecieron ir a buscarlo y luego subirlo a casa» desde Valcubia, crematorio y velatorio de animales de Grado. Esta no fue la única ocasión en la que esta vecina de Grado tuvo que hacer uso de los servicios de este equipamiento. «Por desgracia, un mes escaso después, por una garrapata, el Golden de mis suegros también falleció y lo incineramos», apunta.
Explica que su suegra «quiso ver a Paul antes justo de entrar al crematorio». En el caso de Yako, Yaiza Estrada pasó un momento complejo de olvidar. «Le tuve que poner la inyección, le vi morir conmigo y fue un trance difícil», afirma.
Sin embargo, la empatía y cercanía mostrada desde Valcubia hizo algo más digerible la partida de su westie. «Lo dejé destrozada, pero cuando lo fui a recoger vine para casa con él reconfortada, porque volvía a estar conmigo», señala.
Y es que Yako se fue con «17 años, casi 18, y yo tengo 38, ósea que estuvo casi media vida a mi lado». El parque digital que se puede ver en la web de Valcubia es un ejemplo del modo en que cada vez más personas ven a sus animales de compañía más como compañeros de vida que como simples mascotas.
En este apartado de su web, uno de los servicios adicionales que ofrece el equipamiento, se pueden leer recordatorios de familiares y dueños que, unidos a las fotos de las mascotas, llegan a poner un nudo en la garganta.
Es el caso de Enol Suárez, de nueve años, que reflexiona lo siguiente en el parque digital del equipamiento, con la sinceridad, sencillez y bondad propia de los niños: «Nua era mi perra y fue mi primera perra y la más bonita y nunca, nunca, nunca, nunca, nunca, nunca ha mordido a nadie y gracias a Valcubia, que me ha dado para que Nua este conmigo para toda la vida». Asimismo, la familia de Ara recuerda lo siguiente: «Casi 10 años llenando la casa de alegría, cariño, siempre en nuestro pensamiento y corazón, la perrita más querida del parque».
Del mismo modo, la familia de Roy afirma que «fueron casi catorce años de vida compartidos contigo. No tengo palabras para decirte lo mucho que te quiero y el gran vacío que dejas en nuestras vidas. Eras uno más de la familia y gracias a ti hemos hecho y vivido grandes cosas a lo largo de tu vida. Por eso y por el amor incondicional que nos diste, gracias. Te amamos y nunca te olvidaremos».