El envejecimiento en las microempresas lastra el salto de Asturias a la IA

ASTURIAS

El Principado ha sido una de las primeras comunidades en legislar sobre esta materia

23 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

En el ámbito privado cada vez son más las empresas que hacen uso de la Inteligencia Artificial en sus procesos de producción pero con enormes variaciones regionales, en Europa, Dinamarca, con un 15% de compañías de su tejido empresarial, que la usan está a la cabeza frente a países como Rumanía, donde apenas llega al 1%. España se encuentra en una posición intermedia (con un 9%) pero dentro del país también hay enormes diferencias y Asturias ocupa un lugar a la baja debido a circunstancias socioeconómicas, es uno de los territorios con menor implantación en microempresas, en una población muy envejecida, y siendo el argumento más citado la falta de conocimientos para aplicarla.

En buena medida, la extensión de la Inteligencia Artificial entre las empresas acompaña a la digitalización de los sectores; es una de las conclusiones del último informe de Red.es, publicado en 2024 y titulado «Indicadores de uso de inteligencia artificial en las empresas españolas 2023» y que también recoge datos como que en Asturias, el porcentaje de empresas que usan IA está en 7,4%, un poco por debajo de la media nacional, pero lo especialmente llamativo es que tanto en el Principado como en Galicia, dos comunidades del noroeste con características demográficas similares, se registran los porcentajes más bajos del país en la implantación de estas tecnologías en microempresas, en las que tienen menos de diez trabajadores.

Según este estudio, en España, la adopción de la inteligencia artificial (IA) sigue siendo limitada, especialmente en las empresas pequeñas. Solo el 9,6% de las empresas con diez o más empleados utilizan IA, una cifra que ha descendido respecto a 2022, aunque supera los niveles de 2021. Las grandes empresas son las que más han incorporado esta tecnología, con una tasa de adopción del 40,6%, mientras que en las medianas y pequeñas las cifras bajan al 19,8% y 6,6%, respectivamente. Las microempresas, aunque con un porcentaje mucho menor (5,8%), son las únicas que han aumentado ligeramente su uso en el último año. Las barreras más comunes para no implementar IA son la falta de conocimientos técnicos, los altos costes, las dudas legales, la escasa calidad o disponibilidad de datos y la preocupación por la privacidad.

Entre los usos más frecuentes de la inteligencia artificial en las empresas destaca su aplicación en los procesos de producción, especialmente en tareas como el mantenimiento predictivo, la inspección con visión artificial o el trabajo con drones y robots autónomos. También es habitual su uso en seguridad informática, con herramientas como el reconocimiento facial o la detección de ciberataques, y en la administración o gestión empresarial, a través de asistentes virtuales, análisis de datos estratégicos o herramientas para la planificación y gestión de recursos humanos. Además, la IA juega un papel importante en las actividades de I+D, el marketing y las ventas, donde se utilizan chatbots, análisis de mercado o personalización de ofertas.

En el caso de las microempresas, el patrón de uso varía ligeramente. Sus principales aplicaciones se concentran en la administración (21,4%), la gestión financiera (18,4%) y el marketing (15,8%). Le siguen los procesos de producción (14%), la I+D (13,2%) y, en menor medida, la seguridad de las TIC (8,8%) y la logística (5,8%).

Sin embargo, según recogió Efe en la presentación del informe, Asturias se encuentra entre los primeros territorios en haber legislado sobre esta materia. Extremadura fue, en marzo de 2023, la primera comunidad autónoma en regular esta materia por ley, mediante un decreto publicado en el Boletín Oficial del Estado el 8 de abril de 2023.

Sin embargo, Galicia ha ido más lejos con la Ley 2/2025 para el desarrollo e impulso de la inteligencia artificial, que aprobó su Parlamento el pasado 2 de abril. Esta norma no es un decreto con diversas medidas de impulso, sino que dibuja un marco normativo sobre la seguridad, la ética, la transparencia y los derechos de la ciudadanía.

Por su lado, el Gobierno de Asturias ha sacado a información pública, el pasado 3 de enero, otra norma para regular el uso de la inteligencia artificial (IA) en la gestión de los servicios públicos.

Se trata de un decreto, de menor rango y extensión, por tanto, que la Ley gallega. Pero también consolida Asturias como una de las comunidades pioneras en España en establecer un marco normativo específico para esta tecnología disruptiva.

Este decreto busca garantizar un uso seguro, ético y eficiente de la IA en la Administración pública, alineándose con la normativa de la UE.

Leyes europeas y nacionales

El Parlamento Europeo aprobó en marzo de 2024 la primera Ley de Inteligencia Artificial del mundo, que «garantiza la seguridad y el respeto de los derechos fundamentales, al tiempo que impulsa la innovación», según la propia institución europea.

«Su objetivo es proteger los derechos fundamentales, la democracia, el Estado de derecho y la sostenibilidad medioambiental frente a la IA, que entraña un alto riesgo», añade su web.

Un reglamento es de aplicación directa en los estados miembros, que no tienen obligación de trasponer la norma, sino aplicarla directamente, pero ello no excluye ajustes adaptativos. Y España ha aprobado un Real Decreto de adaptación al texto europeo. Esta es la base que concretan las normas autonómicas, dentro de su limitado ámbito de competencia.