Un asturiano con derecho a voto en la elección del nuevo Papa

F. S.

ASTURIAS

Ángel Fernández Artime
Ángel Fernández Artime

Hijo de pescadores y nacido en Luanco, Ángel Fernández Artime es cardenal desde 2023

21 abr 2025 . Actualizado a las 13:07 h.

Ángel Fernández Artime, nacido en Luanco (Gozón) en 1960, forma parte del selecto grupo de cardenales con derecho a voto en el futuro cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco. Nombrado cardenal en 2023, es actualmente proprefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, uno de los organismos clave de la Curia romana.

Fernández Artime ha dedicado toda su vida a la congregación salesiana, donde alcanzó su máximo liderazgo como rector mayor durante una década. Su trayectoria internacional lo llevó incluso hasta Buenos Aires, donde trabó una relación personal con el entonces arzobispo Jorge Mario Bergoglio, hasta hoy el Papa Francisco, quien lo elevó al cardenalato, según se señaló entonces, en reconocimiento a su labor y a su visión pastoral profundamente cercana a los jóvenes y al mundo popular.

A pesar de su intensa actividad global, sus raíces están firmemente ancladas en el Principado. Hijo de una familia de pescadores de Luanco, estudió de niño en internados de Palencia y Pontevedra antes de ingresar al Centro Don Bosco de León, donde empezó su camino como salesiano. Ordenado sacerdote en 1987, ha sido profesor en el Colegio Santo Ángel de Avilés y ocupó diversos cargos en la provincia salesiana de Santiago el Mayor, con sede en León, desde delegado de pastoral juvenil hasta inspector y director de colegios.

Tras la muerte del Papa Francisco, se abre un proceso de elección en la que tiene su voto un asturiano. A sus 64 años, Ángel Fernández Artime es uno de los cinco cardenales españoles en edad de participar en un cónclave. 

El cardenalato es la máxima dignidad eclesiástica después del Pontífice. Los cardenales son designados por el Papa entre quienes cumplen los siguientes requisitos: haber recibido el orden del presbiterado y destacar en doctrina, buenas costumbres, piedad y prudencia. Normalmente son obispos.

El color púrpura de las vestiduras cardenalicias hace referencia al compromiso adquirido por los cardenales de servir al Papa, incluso hasta dar la vida por él, si fuera necesario.