La marcha de Díaz apacigua el pacto del Principado pero expone las debilidades del área de Industria

ASTURIAS

El departamento ha tenido tres responsables en la nueva legislatura y ahora se repartirá entre Borja Sánchez y Alejandro Calvo
16 abr 2025 . Actualizado a las 10:48 h.El gobierno de coalición entre Psoe y Convocatoria por Asturias salvó ayer un escollo muy relevante, quizá el mayor de la legislatura, para la continuidad de su acuerdo tras la renuncia «irrevocable» anunciada en el pleno por la consejera de Industria Belarmina Díaz, sacudida por el desarrollo de la investigación del accidente en la mina de Cerredo, en el que fallecieron cinco trabajadores, y ante la sospecha creciente de que la explotación de Blue Solving se estaba extrayendo carbón sin licencia. Díaz fue directora de Minas hasta el pasado mes de febrero, cuando tomó el testigo al frente del departamento de Nieves Roqueñí (que asumió la presidencia de la Autoridad Portuaria de Gijón). El día de su renuncia apuntó que las sospechas de irregularidades en la mina se habían convertido en certezas, «hay evidencias», dijo.
Pero aunque esta dimisión traiga una cierta tranquilidad al pacto de gobierno deja también expuestas muchas de sus debilidades. No menor el hecho de que la propia Roqueñí dejara la consejería después de saberse que Cogersa, la empresa de gestión de basura del Principado, no tenía un seguro firmado en tiempo y forma para el incendio que padeció su complejo de Serín en abril del año pasado. Roqueñí no fue tampoco la primera en llevar la cartera de Industria en esta legislatura sino que arrancó de la mano de Enrique Fernández, hoy presidente de Hunosa. El área de Industria, que es también de Transición Energética, es uno de los departamentos cruciales para la economía asturiana y ha sido también el más espinoso para el actual gobierno de Asturias, con mucha inestabilidad. Este miércoles, el presidente anunció que las competencias se repartirían entre Alejandro Calvo, consjero de Movilidad y Borja Sánchez, responsable de Ciencia.
Barbón dijo que había conocido la intención de Belarmina Díaz de dimitir la tarde del martes y después de haber considerado que todos los pasos que se habían adoptado desde el Gobierno asturiano en este asunto «parecían no ser suficientes a los ojos de la derecha y la extrema derecha, que han intentado utilizar el dolor de los muertos mineros y politizar» este suceso. El presidente del Principado insistió, en un vídeo publicado en sus redes sociales, en que la consejera ha adoptado esta medida porque «quiere que se sepa la verdad, que se llegue hasta el final y que se depuren responsabilidades», tras la explosión en la explotación minera.
Sí pareció bastar a su socio de gobierno, el consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda y Derechos Ciudadanos, Ovidio Zapico, que es también coordinador general de IU de Asturias, dijo tras anunciarse la dimisión que «se han asumido responsabilidades políticas y esto va a permitir que se avance en la investigación y en la regeneración». En todo caso, el escenario de un área económica tan relevante, queda revuelto y es algo que hicieron notar los sindicatos.
A través de un comunicado, el secretario general de la Federación de Industria de CCOO de Asturias, Ignacio Requena, señaló que «el Ejecutivo de Barbón ha de ser consciente que la industria no puede esperar», urgió al presidente a encontrar el mejor perfil para sustituir a Díaz y recordó que «no es de recibo que la Consejería llamada a estar al frente del cambio de modelo productivo y garantizar soberanía tenga este carácter interino en los últimos años».
El secretario general de UGT Asturias, Javier Fernández Lanero, valoró la labor de la ya exconsejera y de la que dijo que estaba «comprometida con saber toda la verdad y que se hiciese justicia» con el siniestro de la mina de Cerredo. Lanero, como ya hizo cuando se anunció que se iniciaría una comisión de investigación en la Junta General (reclamada tanto por Covadonga Tomé como por una iniciativa conjunta de PP y Foro), expresó también su temor de que la investigación del accidente termine en un bronco debate con más interés político de polarización que en la resolución de lo sucedido.
Según recogió la agencia Efe, el secretario general de UGT Asturias también dijo que confiaba en que la salida de Díaz sirva para «acabar con el ruido» generado en la Junta y ha lamentado que «más que comprometidos con saber la verdad», algunos grupos estén utilizando estos hechos «con el único fin de desgastar al Gobierno». Lanero ha advertido de que este «uso político» puede perjudicar a las comisiones de trabajo e investigación que ya están en marcha, además de ser «muy injusto con las familias y con la memoria de los fallecidos en esa mina».