Optimismo ante la transición energética: los asturianos ven en la descarbonización una vía para reactivar la economía

Nel Oliveira
Nel Oliveira REDACCIÓN

ASTURIAS

Contaminación en Oviedo, en una imagen tomada en julio de 2022
Contaminación en Oviedo, en una imagen tomada en julio de 2022 J.L.Cereijido | EFE

La mayoría de la población autonómica ve una oportunidad en la reconversión industrial, según el último análisis del Centro de Investigaciones Sociológicas

19 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Asturias encara uno de los mayores retos de su historia industrial: dejar atrás su dependencia de los combustibles fósiles y adaptarse al nuevo modelo económico de bajas emisiones. Un proceso complejo que afecta directamente al empleo, al tejido empresarial y al futuro energético de la región. Sin embargo, y a pesar de las incertidumbres, la sociedad asturiana muestra una actitud mayoritariamente optimista sobre las oportunidades que puede generar esta transformación. Así lo reflejan los últimos datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en su estudio sobre Protección Civil, que incluye una serie de preguntas sobre la transición energética y su impacto en las comunidades autónomas.

En el caso de Asturias, el 70,9% de los encuestados considera que el reemplazo de los combustibles fósiles por fuentes de energía renovables será una oportunidad para las empresas. Solo el 25,6% cree lo contrario, y un 3,5% no sabe o no contesta. Este dato apunta a una percepción positiva sobre el papel que pueden jugar las empresas asturianas en el nuevo marco energético. En una comunidad como Asturias, donde se ha vivido de forma directa el cierre de industrias y la reconversión minera, el hecho de que siete de cada diez asturianos vean en las renovables una puerta de entrada a nuevos mercados y actividades económicas refleja un cambio de mentalidad relevante.

Sin embargo, los asturianos no ven solo una oportunidad para las empresas, también hay expectativas claras en cuanto al empleo. Preguntados por si la transición energética generará más puestos de trabajo, el 69% de los asturianos responde que sí. Frente a ellos, el 27% opina que no, y un 4% se mantiene al margen. Este nivel de confianza en la capacidad de las renovables para impulsar el empleo indica que, al menos en términos de percepción, la población cree en la creación de un ecosistema laboral vinculado a las nuevas industria verde.

Un cambio de modelo con apoyo social

Estas cifras adquieren mayor relevancia si se sitúan en el contexto socioeconómico de Asturias. La descarbonización ha venido acompañada de cierres de industrias y reducción de empleos en el sector tradicional mientras el proceso de reconversión aún en marcha. Que la mayoría de los asturianos vea en esta transición una oportunidad y no una amenaza es un dato significativo para las instituciones y para las empresas, quienes a día de hoy tienen claramente el apoyo social para llevar a cabo estos planes: desde aprovechar las oportunidades de las energías renovables hasta la producción de hidrógeno verde, pasando por los proyectos de almacenamiento energético o la digitalización. Ahora bien, el apoyo social debe ir acompañado con políticas públicas eficaces, formación profesional adaptada a los nuevos sectores, atracción de inversiones y garantías de que la transición será justa. Por tanto, tanto sector privado como el público tienen el desafío de demostrar que el optimismo no estaba infundado y que, efectivamente, la descarbonización puede ser una palanca de desarrollo para la región.

Conocimiento limitado sobre los ODS

En paralelo, el estudio del CIS también arroja luz sobre el grado de conocimiento que tienen los asturianos sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, el marco global impulsado por Naciones Unidas para avanzar hacia un modelo más justo, ecológico y sostenible. En este punto, los resultados son más modestos: solo el 11,4% de los asturianos afirma conocer mucho los ODS, mientras que un 31,3% dice conocerlos bastante. El 53% reconoce que los conoce poco, un 1,4% asegura que nada y el 2,8% no sabe o no contesta.