
Son muchos los asturianos que se hacen un vestido para lucirlo en las fiestas locales que se celebran a lo largo del año por todo el territorio
15 abr 2025 . Actualizado a las 10:16 h.Las fiestas locales de los pueblos de Asturias suelen conservar todavía la costumbre de vestirse con el traje tradicional asturiano, una prenda que en las últimas décadas ha evolucionado mucho, curiosamente, para dar un paso atrás. Durante mucho tiempo, los trajes tradicionales adolecían de una considerable falta de rigor histórico y etnográfico que, por suerte, hoy se ha superado. Grupos folclóricos y de investigación comenzaron, sobre todo a partir de los años 80 del siglo pasado, a bucear en las fuentes documentales en busca de patrones y cortes auténticos y consiguieron reproducir con fidelidad los trajes que se llevaban antaño.
El resultado de aquellas investigaciones se hace patente hoy en día con el trabajo de muchas modistas que elaboran trajes a medida para gente que quiere vestirse de gala en la fiesta del pueblo. Tienen tela de calidad, todos los elementos que componían históricamente las vestimentas y una hechura que trata de ser muy fiel a los usos de siempre. Hacerse un traje tradicional, entonces, requiere un trabajo considerable y un material de calidad, lo que acaba repercutiendo en el precio.
Hablar de precios exactos en los trajes es imposible, incluso viniendo de los mismos modistas. Porque cada uno de ellos puede llevar telas de distintas calidades, más o menos complementos o estar más o menos adornado, y el precio, entonces, fluctúa.
Con todo, es bastante probable que el traje de mujer sea más caro que el de hombre, debido una causa muy simple: necesita más tela. El traje de hombre tendría un precio de base en torno a los 500 euros, aunque puede haber sastres más caros que otros. El de mujer, 600.
El sierense Manuel Hermida se dedica ocasionalmente a hacer trajes regionales. Estos días está en plena actividad, porque se acerca una de las fiestas con más raigambre tradicional de Asturias, los Güevos Pintos en Pola de Siero. Es muy habitual que la gente le encargue un traje para esta fecha.
Para el traje masculino lo que realmente sube el precio son prendas que la gente no suele encargar: la chaqueta y la capa. «Lo habitual es que te encarguen el básico: chaleco, pantalón, camisa y calzón; lleva faja y medias pero esas se compran». También el calzado se compra: madreñas y escarpines de lana o coricies de cuero, que pueden costar en torno a los ochenta euros.
Ese sería el básico, pero un traje que lleve rasos, brocados y según qué botones podría costar bastante más. En cuanto a las prendas, según Hermida, «una chaqueta por menos de 150 euros no se hace, y la capa es lo más caro, puede costar hasta 500 euros, porque lleva mucha tela, forros y bordados».
En cuanto al de mujer, hay dos aspectos que lo encarecen: el de base, que la falda lleva un montón de tela. Normalmente, para que queden bien, tienen que tener dos o tres saltos, con lo cual necesita mucho material. Y son más prendas y complementos que el de hombre: además de la falda hay que hacer el corpiño, el dengue, el mandil, el pañuelo y la faltriquera. Por otra parte, como señalaba el sastre sierense, los adornos pueden encarecerlo hasta el infinito. Pueden añadirse cintas de terciopelo, brocados y otros adornos que suben mucho el precio. También puede ser que, en vez de la falda, elijan un manteo, que es otra forma de disponer la tela más sofisticada, que lleva más trabajo y, en consecuencia, cuesta más.
Violeta Marcos tiene una empresa de confección en Moreda de Aller: diseños Criselvi. Aunque a lo largo del año realizan todo tipo de trabajos, hay una fecha señalada en el calendario para la que saben que todas las temporadas van a realizar trajes completos o piezas de vestidos tradicionales asturianos: el 11 de noviembre. Ese día se celebra San Martín en la localidad, y es habitual vestirse con el traje asturiano.
No obstante, lo más habitual en su caso no es hacer trajes completos. «Hicimos algunos pero lo normal es que la gente nos encargue piezas sueltas. La mayoría de los hombres, por ejemplo, nos encargan el chaleco, es raro que nos pidan el traje completo». Sí confeccionan trajes completos cuando son para integrantes de la banda de gaitas del concejo, El Gumial. En este caso, los componentes suelen ir bien ataviados sin perder detalle.
Para las fiestas, en todas partes suele haber otra opción: el alquiler. Quien no quiere hacer un gran desembolso o quiere probar si va a estar a gusto con el traje regional, puede alquilarlo por un día. En Moreda, bastante gente alquila el traje completo para el día de la fiesta, con un coste de 45 euros, tanto para caballero como para señora, una cantidad bastante asequible teniendo en cuenta lo que se están disparando los precios en todas partes.
Es cierto que el traje tiene un coste considerable debido a los materiales, pero no hay que olvidar que elaborarlo lleva mucho trabajo. Por eso hay que tomar la decisión bastante tiempo antes de que llegue la fiesta en la que lo queramos lucir. «Hacerlo bien lleva mucho tiempo y muchas puntadas», explica Violeta Marcos. A pesar de ello, se encuentra con gente que «espera al último momento para encargarlo», y lógicamente se queda sin el traje para ese año. Es habitual que le pidan un chaleco 15 días antes de la fiesta, que no puede realizar porque está concluyendo los otros encargos que le llegaron mucho tiempo atrás. Hay que solicitar el traje con varios meses de antelación, porque si no, es muy probable que no llegue a tiempo.
Pero también puede ocurrir con los alquileres. En este caso, se trata de quién llegue antes. Y mucha gente que sabe lo que hay reserva los trajes con varios meses de antelación. «En agosto hay gente que ya está pidiendo que se los reservemos; también hay gente que cuando te lo devuelve después de la fiesta te pide que se lo guardes para el año que viene», señala Violeta Marcos.
Dependiendo del uso que se le dé al vestido, tanto el alquiler como la compra pueden ser buenas opciones. En el caso de esta última, la ventaja es que los trajes son duros y resistentes. «Si haces un traje es para toda la vida. Otra cosa es que te canses de él y hagas otro, pero eso no es lo normal; puedes cambiar algún complemento para variar un poco pero el traje te va a durar siempre», concluye Manuel Hermida.