
La nueva instalación estará operativa en 2027, garantizará 20 años de actividad y generará más de 200 empleos en el sector forestal
09 abr 2025 . Actualizado a las 10:18 h.Hunosa ha comenzado las obras para la transformación de la central térmica de La Pereda en una planta de valorización de biomasa, que se prevé esté operativa a principios de 2027 tras una inversión de 55 millones de euros.
La empresa y la UTE «La Pereda Transformación», formada por las compañías Mancobra y Maetel, firmaron ayer el acta de replanteo de los trabajos de desmantelamiento de la térmica. Según ha informado Hunosa, las obras para la sustitución de los sistemas que resultan inoperativos tras el abandono de la quema de carbón han comenzado este martes.
La compañía ha destacado que se trata de una «actuación estratégica -por los ingresos que genera a la compañía- que garantiza la viabilidad de la central al menos durante veinte años», los que establece el régimen retributivo conseguido por Hunosa para la central en la subasta de renovables celebrada a finales de 2022.
El proyecto, intensivo en mano de obra, supone además un «revulsivo» para el desarrollo del sector forestal en Asturias, especialmente en el área central, zona donde Hunosa posee 3.800 hectáreas de monte. El compromiso de la empresa es abastecer a la nueva central con biomasa «autóctona y sostenible, es decir, de Asturias y zonas cercanas a la región». Su puesta en marcha «permitirá mantener los puesto de trabajo actuales y generará otros 200 nuevos en el sector forestal, además del empleo inducido de esta instalación industrial».
La central consumirá anualmente unas 400.000 toneladas de biomasa con un impacto estimado de 20 millones de euros de volumen de negocio en el sector y en otros sectores de la cadena industrial, como son las empresas de bienes de equipos, mantenimientos específicos, empresas medioambientales, suministros tecnológicos y diferentes líneas de proyectos de I+D+i que nacen a raíz de la propia transformación.
El proyecto recoge un conjunto de modificaciones técnicas en las instalaciones existentes, entre ellas la adaptación de la caldera y el sistema de tratamiento de gases, la mejora de la eficiencia del ciclo de refrigeración y un sistema de almacenamiento y alimentación de los nuevos combustibles que se emplearán.
Se trata de un proyecto «novedoso», ya que supone un ejemplo de aprovechamiento de una instalación existente, diseñada en origen para operar con un combustible fósil, que se modifica para consumir otros de origen renovable, siendo «este un ejemplo de economía circular y transición energética, con una instalación renovable beneficiosa desde el punto de vista energético y medioambiental», ha destacado Hunosa.
La transformación de La Pereda ha superado todos los trámites pertinentes, al obtener tanto la Declaración de Impacto Ambiental y la Modificación de la Autorización Ambiental Integrada como la licencia municipal, informa Efe.