
El Principado se encuentra en el grupo de territorios con más mujeres como titulares de una explotación
08 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Asturias se cuenta no sólo entre los territorios más envejecidos de España sino del mundo. La comunidad tiene una media de edad muy elevada y muy poca población joven. Sin embargo, y a pesar de esas circunstancias que marcan profundamente su sociedad, lo cierto es que el campo asturiano, el entorno rural del Principado, se encuentra a la cabeza del país en cuanto a jóvenes propietarios agrarios; y no sólo eso, ya que la media de edad de los responsables de una explotación en el campo en Asturias es más baja que la cifra del conjunto del país. Es también, por cierto, la comunidad más igualitaria en el sentido en que hay casi tantas mujeres como hombres jefas de un negocio agrario.
Las cifras han sido recogidas en el 'Informe 2025 Cocampo sobre la Estructura del Suelo Rústico en España'; y en el capítulo dedicado a «el desafío de la edad» en el agro, Asturias se posiciona como una de las comunidades con mayor renovación generacional en el campo español. Con un 6,7% de jefes de explotación menores de 35 años (una de las cifras más altas del país) y una edad media de 56,34 años, el Principado destaca por haber logrado atraer a agricultores jóvenes para continuar con la actividad. Sólo otra comunidad y también del norte, Cantabria, con un 9% de jóvenes titulares y una edad media de 54,13 años, supera a Asturias en estos indicadores. Les siguen el País Vasco (5,3%) y La Rioja (4,9%).
El informe de hecho destaca que «esto se debe a la mayor tradición agraria y al impulso de la agricultura sostenible en el norte de España, lo que ha favorecido la incorporación de jóvenes al sector y ha facilitado el relevo generacional en estas regiones».
La situación del Principado contrasta notablemente con territorios como la Comunidad Valenciana (2,2%), Madrid (3,0%), Galicia (3,5%) y Castilla-La Mancha (3,5%), que registran los menores porcentajes de jefes jóvenes. Además, Asturias presenta una de las proporciones más bajas de titulares mayores de 65 años: solo el 27,1%, frente a la media nacional del 41,3%. Cantabria, nuevamente, lidera en este aspecto con apenas un 21,4% de mayores al frente del campo.
A nivel nacional, el envejecimiento del sector agropecuario sigue siendo preocupante. La edad media de los jefes de explotación en España alcanza los 61,41 años, y el 41,3% de ellos tiene más de 65 años (378.055 personas), frente a un escaso 3,9% de menores de 35 años (36.087 personas). Aunque los titulares jóvenes han crecido un 31,6% desde 2016, también lo han hecho los mayores de 65 años, con un incremento del 6,4%. Las proyecciones apuntan a que, en la próxima década, los actuales agricultores de entre 55 y 64 años engrosarán el grupo de mayores de 65, que aumentará un 25,5%.
En cuanto al reparto de ayudas directas en 2023, apenas el 8,5% de los perceptores fueron jóvenes agricultores (menores de 40 años), es decir, 48.048 personas. La mayoría de las ayudas se concentraron en el tramo de 40 a 65 años (51,9%, con 292.283 perceptores), mientras que el 39,5% restante correspondió a mayores de 65 años (222.449 perceptores). Si bien el número de jóvenes beneficiarios creció un 7,3% respecto a 2022, pasando de 44.779 a 48.048, siguen siendo el grupo que menos ayudas recibe.
Por otra parte el informe señala que «sólo en cuatro comunidades autónomas --Galicia (48,0%), Asturias (44,5%), Cantabria (33,5%) y Andalucía (29,0%)-- se supera la media nacional del 28,6% de titularidad femenina». En Asturias se cuentan, según las tablas estadísticas de este estudio, un total de 8.775 hombres titulares de una explotación y 7.034 mujeres titulares; una diferencia mínima que no se da en otros territorios. Al respecto el informe señala que «la consolidación del liderazgo femenino en el campo supone una oportunidad para impulsar modelos de gestión innovadores y sostenibles. Las experiencias positivas en regiones como Galicia, Asturias, Cantabria y Andalucía pueden servir de referente para desarrollar políticas de fomento y apoyo que contribuyan a la modernización de las explotaciones agrarias».