Un cambio a la vista en la educación superior de Asturias: tres universidades privadas llaman a la puerta para implantarse en la región

ASTURIAS

Antonio de Nebrija, en Avilés; Alfonso X, en Oviedo, y Universidad Europea, en Gijón, anuncian su intención de abrir sede ante el recelo de colectivos temerosos de que genere desigualdad
16 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.A diferencia de muchas comunidades autónomas españolas, Asturias no cuenta con ninguna universidad privada. Los recursos de educación superior están copados hasta la fecha por la fuerte implantación de la Universidad de Oviedo con su diversidad de facultades y el centro asociado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de Gijón. Pero todo indica que la región está a las puertas de un cambio significativo en el panorama universitario, porque hasta tres universidades privadas han mostrado su intención de implantarse en territorio asturiano, y de hacerlo habría un centro privado en cada una de las principales ciudades de Asturias. Serían la Universidad Antonio de Nebrija en Avilés, la Universidad Alfonso X el Sabio en Oviedo y la Universidad Europea en Gijón.
Antonio de Nebrija en Avilés
La Universidad Antonio de Nebrija es la que está más próxima a implantarse. El propio Ayuntamiento de Avilés ha informado de que la institución con sede en Madrid abriría un centro en Avilés para impartir el Grado de Enfermería a partir del curso 2025-2026, con una oferta inicial de 90 plazas distribuidas en en dos grupos. Será una implantación progresiva hasta su ubicación definitiva en el Palacio de Camposagrado. Será un centro adscrito, que estará vinculado a la universidad madrileña pero operará en Asturias cumpliendo con la normativa autonómica en materia de educación superior.
La elección de Avilés parece responder a razones estratégicas. La Universidad de Oviedo ofrece estudios de enfermería tanto en Oviedo como en Gijón, y la Nebrija se ubica en la tercera ciudad en población de la región para evitar la competencia directa. La universidad ha iniciado ya conversaciones tanto con el Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA) como con la Fundación Hospital Avilés para que sus estudiantes hagan prácticas con estas instituciones.
Al tratarse de una universidad privada, el coste será significativamente superior al de la Universidad de Oviedo. Mientras que en la pública la matrícula cuesta unos 1.200 euros, estudiar en la Nebrija de Avilés ascenderá a unos 9.300 euros al año.
Universidad Alfonso X el Sabio en Oviedo
Oviedo podría ser la sede de otra institución privada, la Universidad Alfonso X el Sabio. En este caso, la implantación no está todavía cerrada. La intención del centro universitario es instalarse en el edificio Calatrava de Oviedo, que actualmente está infrautilizado. Allí se compartirían grados en Ciencias Biosanitarias. El Ayuntamiento de Oviedo está por la labor de facilitar la instalación, y el concejal de Planeamiento Urbanístico, Ignacio Cuesta, ha expresado su entusiasmo por la iniciativa, confiando en que se haga realidad pronto, según ha informado la cadena Cope.
No obstante, aunque buena parte de los trámites para ocupar el edificio son municipales, la implantación de este centro universitario depende también de la aprobación del Gobierno del Principado, encargado de evaluar los proyectos educativos. Hasta la fecha, aunque ha habido conversaciones y se ha subrayado la intención de que el proyecto llegue a buen término, la Universidad Alfonso X todavía no ha presentado una solicitud formal para que el Principado emita un dictamen. El proyecto ha sido muy bien recibido en la zona. Sobre todo porque el Calatrava ha sufrido muchas vicisitudes y numerosos altibajos, y de un tiempo a esta parte está infrautilizado. La universidad sería una gran oportunidad para darle nueva vida al edificio y, de paso, contribuir a revitalizar la actividad en el barrio, que ha ido a menos, primero, desde que el Hospital Central se trasladó a La Corredoria y, posteriormente, desde que el Calatrava fue perdiendo paulatinamente actividad con los años y, con ella, el interés del resto de la ciudad.
Universidad Europea en Gijón
Por su parte, la Universidad Europea ha manifestado su interés por instalarse en Gijón, donde ofertaría varios grados de Medicina, Enfermería y también varias áreas de Economía y Derecho, entre otras titulaciones. La intención es ofertar al menos diez grados. Según ha informado la Cadena COPE, el proyecto ya ha avanzado significativamente, con la adjudicación de una parcela en el Parque Tecnológico de Gijón para levantar un campus privado con capacidad para varios miles de estudiantes. La inversión prevista es de 33 millones de euros, de los cuales 3 millones se destinan a la compra de la parcela y 30 millones a la ejecución del proyecto.
Barreras legales
La implantación de universidades privadas en Asturias se enfrenta a varios obstáculos de índole legal y administrativa. Para su aterrizaje en la región es necesario que la Junta General del Principado apruebe una ley singular de reconocimiento, lo que finalmente convierte el proceso en una decisión más política que técnica. Además, como es lógico, todas estas universidades deben acomodarse a la normativa autonómica en materia de educación superior, que incluye, entre otras cuestiones, cumplir con los requisitos de acreditación y garantías de calidad académica.
Algunos de los requisitos necesarios para conseguir el reconocimiento son disponer de una oferta académica mínima de titulaciones oficiales, una programación adecuada en materia de investigación, que tanto el personal docente como el de investigación estén debidamente cualificados, que las instalaciones sean adecuadas y que la estructura organizativa se ajuste a la legislación vigente. Algunas universidades privadas en otras partes de España han sido criticadas por no cumplir adecuadamente con estos requisitos, especialmente en cuanto a la actividad investigadora.
Impacto en la Universidad de Oviedo
El principal debate, o la principal inquietud, que genera la irrupción de las universidades privadas en Asturias es el impacto que éstas podrían tener en la Universidad de Oviedo, que aglutina la oferta de la educación superior en la región. Aunque el propio rector, Ignacio Villaverde, ha señalado que estos centros, en realidad, no son una competencia directa de la educación pública, el debate sobre el equilibrio entre uno y otro modelo universitario se ha abierto sin remedio. Surgen, por ejemplo, dudas sobre si la oferta privada de los estudios de Medicina y Enfermería podría alterar la disponibilidad de plazas de prácticas de estudiantes en los hospitales públicos, que podrían verse saturados.
Desde la Universidad de Oviedo insisten una vez más que a la institución académica «no le compete tomar decisiones sobre la llegada o no de universidades privadas a la comunidad». «Como ya ha manifestado en ocasiones el rector, se trata de iniciativas empresariales que, si cumplen lo establecido en las normativas que las regulan, están en su derecho de implantarse donde quieran», aseguran
No obstante, sí que consideran que «habría que tener en cuenta varias cuestiones» como, por ejemplo, «la festejada recepción de esas iniciativas empresariales, con una visión maniquea que, en algunas ocasiones viene a comparar los futuros centros privados con la Universidad de Oviedo, con cierto desprecio hacia lo “antiguo” que no es necesario». «No se puede olvidar que la universidad pública asturiana lleva más de 400 años formando a las personas que hacen grande a esta región», recuerdan.
En este sentido apuntan que «los recursos públicos son para lo público». «En este punto, teniendo en cuenta que las tres iniciativas parece que proponen implantar grados de Ciencias de la Salud, entraría también las limitaciones de plazas para prácticas que tienen los hospitales asturianos», precisan.
Actualmente la Universidad de Oviedo cuenta con 165 plazas en el Grado de Medicina y 177 en el Grado de Enfermería. Si no se han incrementado más esos números es «por varios factores». Sin embargo, «hay uno que pesa más que los demás y tiene que ver con la garantía de la calidad de la enseñanza». Bajo esta premisa, defiende que «el profesorado que imparta estos títulos tiene que ser el mejor y el estudiantado tiene que poder asistir a prácticas en los centros hospitalarios». «En Asturias, los hospitales universitarios, que además lo son en virtud de un concierto que firman con esta universidad, reciben alumnos de los grados de Ciencias de la Salud y tienen también sus limitaciones», agregan.
Otra cuestión que consideran a tener en cuenta es «la capacidad investigadora de las universidades». «La Universidad de Oviedo es el principal motor investigador de Asturias. Las universidades públicas dedican una parte muy importante de su presupuesto a la investigación. ¿Lo hacen de igual modo las universidades privadas? Los datos nos dicen que no. Una universidad, para serlo, tiene que cumplir el papel de investigar, no solo el de la docencia. No solo imparte conocimiento, sino que lo genera, para mejorar la vida de aquellas personas que viven en su entorno», defienden.
«Más allá de entrar a valorar si para la Universidad de Oviedo estas iniciativas empresariales suponen o no una competencia, sí es importante decir que el conocimiento, desde el punto de vista de una universidad pública, no es una mercancía con la que se compite», dicen. Argumentan en este sentido que «las universidades públicas tienen que ceñirse a unas normas marcadas precisamente por esa condición de públicas, que no permitirían competir en igualdad de condiciones».
«Precisamente por los procesos que está obligada a cumplir», la universidad pública cuenta con «unas garantías de calidad: su Personal Docente e Investigador lo es tras pasar unos duros procesos de acreditación y obtención de plazas, sus estudiantes acceden a la misma con algo tan objetivo como una nota media».
«No dudamos de que haya universidades privadas de calidad, pero en la universidad pública, la calidad está garantizada», manifiestan, antes de resaltar que la universidad pública continúa aún hoy, «realizando su papel de ascensor social, siendo accesible para todos y todas, independientemente de los niveles de renta».
Debate político y social
Por otra parte, el anuncio de la posible llegada de las universidades privadas ha generado cierta controversia. Asociaciones juveniles como el Conseyu de la Mocedá de Asturias pidieron que se impidiese su implantación en la región, alegando que se trataba de empresas cuya única intención es la rentabilidad económica y también subrayando que la diferencia de costes entre la pública y la privada contribuirá a aumentar las desigualdades.