Las agresiones denunciadas por médicos en Asturias «son solo la punta del iceberg»

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

María Pedreda

En Asturias hubo 18 denuncias de facultativos durante el 2024, la cifra más alta de los últimos 5 años. La expectativa sobre la consulta, la negativa a recibir el alta laboral, las discrepancias sobre el diagnóstico y las quejas sobre el funcionamiento del sistema motivaron la mayor parte de las agresiones

16 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Ejercer la medicina, pasando consulta y atendiendo a pacientes, se ha convertido en los últimos años en una profesión de riesgo y, en 2024, parece que más que nunca. Esto se debe a que, según el informe del Observatorio Nacional de Agresiones a Médicos, iniciativa que coordina el trabajo de los diferentes Colegios de Médicos de España en este ámbito, durante el pasado año se denunciaron en Asturias 18 agresiones a médicos. Esta cifra refleja una tendencia al alza en nuestra Comunidad si se tiene en cuenta que en 2023 se registraron 17 agresiones; en 2022, un total de 14; en 2021, 10 agresiones y 8 en 2020. Es más, de las 18 denuncias registradas en 2024 una se llegó a denunciar en la Policía Nacional. Y las agresiones registradas «son solo la punta del iceberg», advierten los profesionales, que perciben, claramente, un punto de inflexión a partir de 2020, año de la pandemia de la Covid-19.

La Junta Directiva del Colegio de Médicos de Asturias, a través de su secretario, Luis Martínez Escotet, quien también ocupa el cargo de coordinador autonómico del Observatorio Nacional de Agresiones a Médicos, ha mostrado su preocupación ante estas cifras, una preocupación que comparten en el Sindicato Médico Profesional de Asturias (SIMPA) en tanto que su delegado de Atención Primaria, Diego Pidal, sostiene que «muchos profesionales no denuncian porque no ven beneficios» al dar traslado a las agresiones que, añade, «en la mayor parte de los casos son verbales y, por tanto, trascienden poco». «Y son solo la punta del iceberg», añade el mismo. 

Sobre los motivos de la mayor parte de las agresiones, Luis Martínez y Diego Pidal coinciden en apuntar varias, desde la expectativa sobre la consulta que tiene el paciente, la negativa a recibir el alta laboral, las discrepancias sobre el diagnóstico o las quejas sobre el funcionamiento del sistema.

El secretario del Colegio de Médicos de Asturias precisa, en primer lugar, que «la mayor parte de agresiones se producen por un desacuerdo en cuanto a la expectativa que tiene el paciente con respecto a la consulta» y concreta que el pasado año, el 23% de las agresiones estuvieron vinculadas a las mutuas de trabajo «debido a la negativa de los pacientes a recibir el alta laboral». Otras causas que señala fueron las discrepancias en la relación personal o en los diagnósticos.

A esto, el delegado de Atención Primaria del SIMPA, añade que una parte muy importante de las agresiones se dan en ese ámbito de la Atención Primaria porque al ser el primer contacto con el paciente, éste descarga sobre los profesionales médicos las quejas por el funcionamiento del sistema, percibiendo el responsable sindical, incluso, que se producen más agresiones a médicos por esa causa más que por la atención prestada.

«Tras la pandemia se ha producido un aumento de las listas de espera y la gente tiene menos paciencia, pero los médicos no tenemos posibilidad de cambiar las listas de espera», manifiesta Diego Pidal, que, dada la situación actual, lamenta que el SESPA haya retirado de los centros de salud la figura del vigilante o guardia jurado ya que entiende que «eran y son muy necesarios» para que los facultativos se sientan protegidos. «Ahora si tienes un paciente problemático, no tienes posibilidad de hacer nada», apostilla.

 Acciones para erradicar la violencia contra médicos

Sin embargo, tanto desde el Colegio de Médicos de Asturias, como desde el SIMPA consideran que se pueden tomar diferentes medidas para erradicar el grave problema de la violencia contra médicos. Así, plantean como acciones, en primer lugar, «difundir campañas de concienciación sobre las agresiones a sanitarios y sus consecuencias», indica Luis Martínez.

En este sentido, Diego Pidal comenta que «es importante educar a la población de que debe cuidar los servicios sanitarios y a sus profesionales porque son los que te van a cuidar». Además, advierte que los facultativos «están sobrecargados, porque trabajan mucho» y, por tanto, las faltas de respeto y agresiones pueden derivar en que ese profesional pida el traslado o requiera una baja médica. 

Una segunda medida que proponen desde el Colegio de Médicos de Asturias es que se refuercen las medidas preventivas, procurando incrementar las medidas de seguridad en los centros sanitarios. Esto va en concordancia con la petición del delegado de Atención Primaria del SIMPA de que se debe recuperar la figura del guarda jurado en los centros de salud, «porque si tienes un paciente conflictivo, estás atado de pies y manos», incide. Esta figura la valora como mejor medida que el que les instalen «un botón del pánico» si los que deben acudir a ayudar a un médico son sus propios compañeros.

Otra petición importante que realizan desde el Colegio de Médicos Solicitando es la consideración jurídica para el delito de las agresiones en el ejercicio privado de la profesión, así como procedimientos judiciales rápidos y ejemplarizantes, potenciando la comunicación y los acuerdos entre las administraciones sanitarias, las fiscalías y cuerpos y fuerzas de seguridad del estado para el abordaje integral de las agresiones. A este respecto, desde el SIMPA consideran que debe haber «una sanción punitiva» porque la falta de ello deriva en que muchas agresiones «no se denuncian porque los profesionales no ven beneficio en ello ni que tenga consecuencias para el agresor».

Luis Martínez también plantea como «sumamente importante» el «dar a conocer la figura del Interlocutor Policial Sanitario» e, incluso, ve necesario que se promulgue una ley específica frente a la violencia en el ámbito sanitario. Esto, añade, habría que consensuarlo en el marco «de un Plan Nacional contra las agresiones impulsado desde el consejo interterritorial en el que participen todos los organismos implicados», como los ministerios de Sanidad, Interior y Justicia; las comunidades autónomas; cuerpos y fuerzas de seguridad del estado; consejos generales de las profesiones sanitarias y las plataformas de asociaciones de pacientes. Además, tanto desde el Colegio de Médicos de Asturias como desde el SIMPA ven necesario que haya programas formativos sobre cómo afrontar situaciones de agresión o violencia.

Canales de denuncia

Por lo pronto, el Colegio de Médicos de Asturias traslada que «si uno de nuestros médicos sufre una agresión en cualquiera de sus formas, psíquica o física, le recomendamos lo ponga en nuestro conocimiento a la mayor brevedad posible», comenta Luis Martínez, que explica que puede utilizar el formulario de registro de la página web del Colegio de Médicos de Asturias, el correo electrónico secretaria@comast.es o bien mediante llamada telefónica. A través de estos canales, se informa al médico que ha sufrido una agresión de los trámites a seguir y se le pondrá en contacto con el servicio jurídico para ofrecerle protección e información sobre su proceso.

Además, en el Día Europeo contra las Agresiones a Médicos y Profesionales Sanitarios, la Guardia Civil realizó una campaña para dar a conocer el Botón SOS de #ALERTCOPS para Personal Sanitario. Este botón permite enviar una alerta urgente en caso de que el sanitario se encuentre en una situación de riesgo, al centro policial más cercano, junto con la posición y grabación de un audio de lo que está sucediendo en el momento.

Luis Martínez Escotet, concluye que «la violencia ejercida en el ámbito de las relaciones personales es inadmisible y menos aun cuando se manifiesta en la vinculación entre el médico-paciente, donde el respeto y la confianza son claves para conseguir una buena calidad asistencial».