
El presidente de la compañía, Ángel Escribano, señala que no pudo adquirir Santa Bárbara en Trubia
13 mar 2025 . Actualizado a las 18:38 h.La compañía tecnológica Indra va a comprar a Duro Felguera una factoría en Gijón (Asturias) para construir vehículos que demandan en la actualidad los ejércitos español y europeo, después de que no haya podido adquirir la fábrica de Santa Bárbara, de General Dynamics, también en suelo asturiano.
Además, Indra «rescatará» las «120 ó 150» personas que trabajan en esa fábrica de Gijón, ha desvelado este jueves el presidente de Indra, Ángel Escribano, en la Comisión Mixta Congreso-Senado de Seguridad Nacional, donde ha comparecido a petición del grupo parlamentario popular, y donde ha anunciado que la compañía se volverá a centrar en generar las capacidades de fabricación como ya hizo en el pasado.
«Hemos ido con la mejor de las voluntades» para adquirir la fábrica de Santa Bárbara, en Trubia (Asturias), pero «si no nos venden la factoría no pasa nada. Vamos a comprar otra factoría grande en Gijón, la de Duro Felguera, y rescataremos a esas 120 o 150 personas que trabajan en esa fábrica».
Escribano anunció que está en negociaciones con el Principado de Asturias para abrir un nuevo centro, denominado «Landvehicles», en el que quiere concentrar la capacidad fabril de vehículos que demandan en la actualidad los ejércitos español y europeo.
La compañía está en «la mejor de las posiciones» para poder acometer este centro de fabricación de vehículos, tanto en materia de personal, como de conocimiento e incluso tiene «posiblemente» presupuesto para hacerlo, ha avanzado.
Esta nueva filial de Indra será «un gran vector de crecimiento industrial», ha apuntado Escribano, que ha desvelado que la tecnológica española tiene una red de proveedores que suministrarán sistemas o subsistemas que necesitamos para dicha fabricación de vehículos.
Se ha referido a la Fábrica de Santa Bárbara, de General Dynamics, que esta semana dijo que estaba dispuesto a adquirir, y ha afirmado que «está claro» que es un gran anhelo del Ministerio (de Defensa) y de las fuerzas armadas de tener una fábrica nacional.
«No voy a hacer críticas a General Dynamics, salvo que es real, que no ha habido inversión, no ha crecido y más bien ha destruido el tejido industrial de lo que fue una gran empresa», algo que ha apuntado como ciudadano, no como presidente de Indra, ha matizado.
Ha desvelado que se lanzó desde Indra una «opción para comprar las capacidades de esta compañía y pagar por el uso de ellas de una forma muy exitosa para el vendedor», pero que finalmente no ha podido ser.
Con ello, Indra competirá con esta compañía, que usa una tecnología que han pagado todos los españoles con sus impuestos, en alusión a la fábrica de Santa Bárbara, que fue vendida en 2001 a General Dynamics.
Ha defendido esta nueva estrategia de volver a la fabricación en Indra, ya que es lo que más valor genera, además en un contexto en el que la guerra de Ucrania y la covid han puesto de manifiesto la necesidad de tener una mayor autonomía estratégica.
Por otro lado, ha aludido a la compra de Hispasat, propietaria del 43 % de Hisdesat, una adquisición que ha servido para que Indra aglutine toda la capacidad satelital del país tanto en el ámbito civil como miliar.
Ha desvelado que esta compra servirá para aprovechar todas las potencialidades de Minsait.
Para Escribano, estas dos compañías son muy importantes para que en España se mantenga la soberanía de comunicaciones.
Indra participa al 50 % en la sociedad Statical que pretende poner en órbita una constelación de 270 satélites y que «salvando las distancias», será el Starlink (empresa de Elon Musk) de «nuestra tierra», ha afirmado.
Además se ha referido a Indramind, una plataforma de inteligencia artificial (IA), diseñada para maximizar la automatización de operaciones críticas, entre otras, y que servirá para aglutinar unos servicios que en Minsait antes se daban por separado.
En su comparecencia, Escribano ha destacado las líneas de actuación de la compañía que preside, que está en proceso de cambio radical y que ha crecido en el último año, pero en cotas por debajo de sus competidores europeos.
Escribano es propietario junto a su hermano, al 50 % cada uno, de Escribano Mechanical & Engineering, una compañía que, a su vez, es propietaria del 14 % de Indra.
Según ha dicho, su empresa facturó 360 millones el año pasado y emplea a 1.400 personas; informó EFE.