Justo Gómez, otorrino: «Es muy fácil dañar los oídos con los auriculares de botón»

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

ASTURIAS

El médico otorrino del HUCA forma parte de la Real Academia de Medicina del Principado de Asturias
El médico otorrino del HUCA forma parte de la Real Academia de Medicina del Principado de Asturias

El Jefe de la Sección de Otología de Otorrinolaringología del HUCA y profesor asociado de la Universidad de Oviedo explica las consecuencias de llevar continuamente cascos de música y señala cómo se debe cuidar correctamente la salud auditiva

11 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Se inventaron a principios del siglo pasado y todavía cien años después siguen estando de moda. De hecho se han convertido en un artículo indispensable en la vida de muchas personas. Basta con dar un pequeño paseo por las calles de la ciudad para comprobarlo. Podríamos contar incluso con los dedos de las manos los viandantes que no llevan auriculares inalámbricos. Debido a su practicidad, este dispositivo que a lo largo del tiempo ha evolucionado en diseño y tecnología, se ha vuelto imprescindibles en la era actual. Aunque su uso está muy extendido, de no utilizarse correctamente puede generar problemas en la salud auditiva. Así lo advierte Justo Gómez. El Jefe de la Sección de Otología de Otorrinolaringología del HUCA y profesor asociado de la Universidad de Oviedo explica las consecuencias de llevar continuamente cascos de música y señala cómo se debe cuidar correctamente el oído. 

—Muchas personas ya no pueden vivir sin sus auriculares. ¿Estos aparatos suponen un riesgo para la salud auditiva?

—Radicalmente sí. Obviamente el uso de auriculares se ha vuelto algo muy común, sobre todo entre la gente joven, y está provocando un gran impacto en la audición, hasta el punto que la pérdida de audición por el exceso de ruido es la primera causa de pérdida de audición en los adultos jóvenes y en personas de mediana edad. Precisamente, por la exposición a utilizar auriculares de mala manera. La exposición a un ruido fuerte, intenso, es lesivo para el oído. Nuestros oídos no están preparados para estar expuestos a sonidos de más de 85 decibelios, que es un grito muy fuerte. En la naturaleza no hay ruidos de tal intensidad, entonces nuestro oído no se ha formado para estar expuesto a ruidos fuertes. Son, por tanto, los ruidos que hemos generado las personas los que provocan la lesión. Ese exceso de ruido, de esos sonidos de alta intensidad, dañan las células que tenemos en el oído interno, lo que habitualmente conoce la gente como el caracol. Dañar esas células significa que esas células dejan de funcionar, por tanto perdemos audición. Esas células del oído interno no se regeneran, es decir, no se reproducen, no las podemos sustituir… como se van muriendo provocan que perdamos audición de forma irreversible. Por eso, hay que tener mucho cuidado con la exposición al ruido fuerte.

«No hay que utilizar los auriculares a más del 60 por ciento del volumen máximo y no hay que utilizarlos más de 60 minutos seguidos»

—¿Cómo se debe hacer un uso adecuado de los auriculares?

—Hay unas normas para que esos auriculares no produzcan daño en el oído. Hay una regla bastante habitual que llamamos 60-60. Significa que no hay que utilizar los auriculares a más del 60 por ciento del volumen máximo, para que no sean ruidos intensos, y que no hay que utilizarlos más de 60 minutos seguidos. Cumpliendo esa regla, en general, no va a haber ningún problema, no va a haber ninguna repercusión en el oído. Y hay otra cosa que deben de saber los jóvenes, que los auriculares que más se utilizan ahora, que son estos pequeñitos de botón, como nos aíslan un poco del ruido externo, normalmente se ponen con un volumen muy alto porque sino con el ruido externo no se escucha bien la música. Entonces es muy fácil dañar los oídos con este tipo de auriculares. Por eso hay que insistir mucho en la gente joven, para que cuiden la salud de sus oídos, porque lo que pierdan, perdido queda para toda la vida.

—¿Cuánto tiempo es seguro usar auriculares al cabo del día sin comprometer la salud auditiva?

—Hay que permitir lo que llamamos descansos auditivos. Los oídos después de estar expuestos en periodos prolongados a un ruido fuerte tienen que descansar. Entonces, si estamos 60 minutos escuchando música, conviene reposar otros 60 minutos y luego volver a colocarse los auriculares porque estar con auriculares tanto tiempo prolongado, que es lo habitual, va a provocar lesiones a largo plazo. Si uno tiene que estar expuesto porque se ha dado un concierto o está una noche en un pub, siempre se recomienda no estar después, durante 12 horas aproximadamente, expuesto a ruidos fuertes para así recuperar la audición. Estar tanto tiempo expuesto a ruidos fuertes hace que se nos baje la audición de forma temporal, durante unas horas, luego se vuelve a recuperar, pero necesitamos periodos de descanso auditivo.

«Es más fácil que la música pop produzca más lesión que la música clásica»

—¿Los auriculares de botón al estar más en contacto con el oído pueden ser perjudiciales que los de diadema?

—Sí. Se ha demostrado que los auriculares grandes al llevar almohadilla nos tapan totalmente el pabellón auricular y nos aíslan muy bien del exterior, entonces, el sonido lo oímos muy claro y no necesitamos subir mucho el volumen para oirlo. Sin embargo, los pequeñitos como no nos bloquean bien el conducto, el sonido externo siempre nos interfiere algo, por eso hay tendencia a subir mucho la intensidad del sonido para oír bien la música. De hecho, es habitual cuando los padres les dicen a los niños: «Te oigo la música que estás oyendo desde fuera», es porque se pone muy alta la intensidad. Se está demostrando que esos auriculares de botón, los pequeñitos, están provocando más daño porque se suelen poner con mayor intensidad que los auriculares de mayor tamaño. Siempre que se pueda utilizar los auriculares grandes será menos dañino que los auriculares de botón. Ahora claro, son mucho más incómodos, son más fáciles de llevar los otros, lógicamente.

Uno de los regalos más buscados: los auriculares de diadema
Uno de los regalos más buscados: los auriculares de diadema

—¿Es verdad que ciertos tipos de música pueden dañar más el oído?

—Sí, hay sonidos que provocan más daño en el oído con la misma intensidad. Por ejemplo, si el sonido a 85 decibelios de una música clásica es continuo provoca menos daño que si es de 85 decibelios y produce sacudidas. Todo lo que sea intermitente, golpes… va a provocar más daño en el oído que la música continua. No es que una música sea mejor que otra sino que el sonido intermitente produce más daño que el sonido continuo. Los sonidos agudos provocan también más daño que los sonidos graves. Por eso, es más fácil que la música pop produzca más lesión que la música clásica. No quiere decir que la música clásica no provoque daño, si la oímos muy alto sí. Pero, el oído está más protegido frente a los sonidos continuos que a los sonidos discontinuos, de golpes.

—Entiendo que el volumen máximo para escuchar música sin afectar la audición sería de 85 decibelios

—Exactamente. Pero 85 decibelios durante varias horas al día acaba dañando el oído. Si lo oímos a 75 o 80, aunque sea varias horas al día, no da problema.

—¿Escuchar música a bajo volumen mientras se duerme con auriculares es seguro?

—Sí, no provoca ningún problema. De hecho, nosotros lo recomendamos a aquellas personas que, por alguna enfermedad del oído, tienen tinnitus o acúfenos, es decir, ruidos en el oído que les molesta para dormir, porque no se concentran. Siempre les decimos que pongan la radio y escuchen a un volumen normal lo que quieran, tanto tertulias como música. Pueden estar toda la noche con ese ruido en el oído y no les va a provocar ningún daño en el oído.

«Si una persona tiene una pequeña infección de oído tiene que evitar la utilización de auriculares»

—¿El uso de cascos puede generar dependencia a volúmenes altos?

—Sí, es un círculo vicioso porque lo ponemos cada vez más alto y entonces con los años la gente, incluidos los jóvenes, va perdiendo audición. Como después oigo mal, subo más de intensidad y cada vez daño más el oído. Es un círculo vicioso que hace que oigamos cada vez peor. De hecho, muchos músicos, tanto de música clásica como de música pop, y profesores del conservatorio tienen problemas auditivos porque están muchas horas expuestos a sonidos fuertes. Por eso, hay que evitar los ruidos fuertes en la medida de lo posible.

—Existen cascos que cancelan ese ruido exterior. ¿Es recomendable su uso?

—Esos tienen una ventaja. Al cancelar bien el ruido externo permite que nosotros oigamos la música con calidad, con buen sonido. Si no tienen cancelación de ruido, pues entonces siempre estamos obligados a subir mucho la intensidad de la música del auricular para evitar que el ruido externo no nos moleste. Entonces, la cancelación de ruido y sonido de todos estos auriculares más nuevos que existen ahora es algo útil.

«Los ruidos intensos durante mucho tiempo al ir dañando el oído también afectan parcialmente al equilibrio»

—¿El uso de cascos puede llegar a producir infección de oídos?

—No, no favorece la producción de infecciones, ni que haya más tapones de cera, nada de eso. Es cierto que si una persona, por la razón que sea, tiene una pequeña infección de oído con algo de supuración tiene que evitar la utilización de auriculares. Pero es algo temporal, el auricular por sí no aumenta el riesgo de padecer infecciones de oído.

Una mujer escucha música con unos auriculares inalámbricos, en una imagen de archivo
Una mujer escucha música con unos auriculares inalámbricos, en una imagen de archivo iStock

—Ese daño en el oído va mucho más allá de perder audición sino que además produce pérdidas de equilibrio, por ejemplo

—Es cierto. El ruido intenso no solo provoca pérdida de audición progresiva a lo largo del tiempo sino que genera también, en segundo lugar, una gran cantidad de acúfenos y tinnitus, es decir, estos ruidos en el oído que luego son molestos. Todo el mundo, alguna vez que haya salido y haya estado en un concierto, en un pub por la noche más, nota que al día siguiente los oídos le zumban, pues eso es por haber estado expuestos a ruidos fuertes. La gente que está en continuo contacto con esos ruidos intensos, se quejan de que tienen muchos ruidos en el oído, que al final les provoca ansiedad. Aunque es menos frecuente, los ruidos intensos durante mucho tiempo al ir dañando el oído también afectan parcialmente al equilibrio y pueden tener cierta sensación de desequilibrio.

—¿Cuáles son las principales señales de daño auditivo que una persona debería notar?

—La aparición de ruidos, de esos acúfenos. Cuando alguien que utiliza auriculares los quita y nota que durante un rato les zumba el oído, ojo porque ese oído ya se está dañando. O cuando empieza a notar que a veces le hablan, no entiende lo que le dicen, y tiene que responder: «Eh, ¿qué me has dicho?», ahí le está apareciendo ya una pérdida auditiva. Entonces, en esos casos, hay que acudir al especialista porque hay que hacer una prueba de la audición, una audiometría simple, y ver si realmente existe algún problema auditivo. Sobre todo a la gente joven, porque estamos a tiempo de prevenir y evitar que esa pérdida de audición avance, porque sencillamente es muy fácil aislarse del ambiente ruidoso. Es decir, no hace falta dejar de oír música, sino oírla a una intensidad más baja va a hacer que esa pérdida de audición no siga avanzando y que esa persona tenga una buena salud auditiva hasta que nos hagamos mayores y tengamos que perder audición por la edad. Eso es algo natural y fisiológico.

«Los bastoncitos lo único que va a hacer es introducir la cera y provocar tapones de cera que luego hay que retirar o que a veces dañan el tímpano»

—Aparte de controlar el volumen de la música, ¿cómo podemos prevenir estos daños auditivos?

—Hay que evitar la exposición al ruido fuerte como, por ejemplo, acudir a locales de ocio con ruido intenso. Obviamente hay profesiones que están expuestas a ruido intenso pero todos ellos deben tener mucho cuidado con la protección que se da en el trabajo. Ese es el mayor cuidado que tienen que tener. Luego hay que tener una buena higiene auditiva. No utilizar bastoncillos, eso es una regla que siempre les decimos a los pacientes, porque un bastoncillo lo único que va a hacer es introducir la cera y provocar tapones de cera que luego hay que retirar o que a veces dañan el tímpano. La cera se elimina automáticamente. En tercer lugar, hay que cuidar unas enfermedades que son habituales en la gente, sobre todo en la gente adulta y mayores, que son la diabetes y la hipertensión. Tanto la una como la otra alteran la circulación de los vasos sanguíneos pequeños, que son los que riegan el oído interno, y si no están bien controladas provocan alteraciones en esa circulación y va apareciendo una pérdida de audición. Digamos que esos tres apoyos son los mejores con los que podemos evitar pérdidas auditivas.

«Estamos viendo gente con 40 y 50 años, es decir, gente joven, que tiene pérdidas auditivas por haber estado expuestos a ruidos fuertes»

—En ciertas edades es recomendable además hacer periódicamente revisiones...

—Exacto. Todos tenemos una audición normal, si nos cuidamos, aproximadamente hasta los 60 años, más o menos. A partir de esa edad, de la misma manera que aparecen arrugas o tenemos el pelo blanco, aparece una pequeña pérdida de la audición que es fruto de la degeneración del oído por el paso del tiempo. Entonces, a partir de los 60 años, al primer síntoma de que no oigo bien o me parece que entiendo mal, hay que hacer un control auditivo. Muchas veces se recomienda hacer un control auditivo cada año o cada dos años para estar seguros de que la audición se conserva.

—Lo más importante es que los jóvenes se conciencien sobre cuidar la salud auditiva porque no es baladí...

—Exacto. Nosotros ya estamos viendo gente con 40 y 50 años, es decir, gente joven, que tiene pérdidas auditivas por haber estado expuestos a ruidos fuertes y además es una pérdida auditiva irreversible, no se cura. Entonces están obligados o bien a llevar audífonos para mitigar en parte su pérdida de audición —nunca es perfecta la recuperación auditiva— o a ponerse un implante coclear. Es decir, la exposición al ruido hoy en día es uno de los factores más importantes de pérdida auditiva en los adultos y jóvenes. Es muy importante recalcarlo para que la gente tenga cuidado. No hay que tener tampoco miedo a la pérdida de audición. La gente lo ve como un estigma, nadie quiere decir que está sordo, por eso el hecho de oír mal casi siempre conlleva el que la gente se vaya aislando socialmente. Es decir, yo oigo mal, entonces cuando salgo con unos amigos a una cafetería y no los entiendo,como no quiero preguntarles si me oyen, que me lo repitan y demás, pues dejo de hacer vida social, me voy retrayendo cada vez más, me voy aislando y eso conlleva muchas veces un retraso cognitivo. Sobre todo en la gente mayor, hay esos rasgos de demencia y de depresión por el aislamiento debido a la pérdida de audición. Eso está ocurriendo ahora en gente más joven por haber estado expuesto a ruidos fuertes. Esa pérdida de audición y de cognición que va camino de la demencia están relacionadas hoy en día por el aislamiento que el propio paciente va haciéndose él mismo poco a poco. Por eso insistir bien en cuidar mucho la audición.