La gaita asturiana inicia su camino para convertirse en Bien de Interés Cultural: «Somos herederos de una tradición centenaria»
ASTURIAS

Flavio Rodríguez Benito, Maestro Gaitero y presidente de la asociación Conceyu de la Gaita, considera que declarar BIC de carácter inmaterial a la cultura que rodea al instrumento en la región servirá para mantener su legado y actualizarlo. «Las tradiciones que permanecen no son las que se aferran al pasado, sino las que no olvidan su futuro», afirma
11 mar 2025 . Actualizado a las 09:49 h.La consejera de Cultura, Política Llingüística y Deporte, Vanessa Gutiérrez, anunciaba el pasado domingo que su departamento iniciará el proceso para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) de carácter inmaterial la cultura asturiana de la gaita. Precisamente, Gutiérrez comunicaba esta iniciativa durante su intervención en los actos del Día Internacional de la Gaita organizados en Gijón.
Este proceso busca poner en valor la diversidad de la cultura asturiana de la gaita, en línea con la reciente declaración de la cultura sidrera asturiana como patrimonio mundial por la UNESCO. De lograrse, se reforzaría su estudio, difusión y conservación, asegurando la pervivencia de este legado y consolidando su importancia en la historia y la identidad de la comunidad.
Flavio Rodríguez Benito es Maestro Gaitero por la Consejería de Cultura del Principado de Asturias desde 1991, profesor de gaita del Conservatorio de Gijón, así como presidente de la asociación Conceyu de la Gaita. Asimismo, es uno de los impulsores de la candidatura desde hace meses. Reconoce haber recibido la confirmación del inicio del camino «con mucha alegría», ya que el de la gaita es, a su juicio, «un gremio dinámico y creciente», que en los últimos 40 años «vino transformándose de forma muy importante».
Flavio Rodríguez Benito muestra su deseo de que «llegué un espaldarazo» en forma de declaración de BIC. No obstante, explica que el anuncio realizado el domingo por Vanessa Gutiérrez no ha surgido de manera repentina, sino que es fruto de un camino largo y de «varias reuniones con la consejera, ya que en todos nosotros habitaba esta idea» que, además, casi coincidió en el tiempo «con la declaración de la cultura sidrera como patrimonio mundial».
Considera, en este sentido, que esta puesta en marcha del proceso «de alguna forma refrenda el trabajo que se viene haciendo desde hace tanto tiempo en el mundo de la gaita». Cree que, si se logra la declaración de la cultura asturiana de la gaita como Bien de Interés Cultural, «deberían apoyarse proyectos e investigaciones de carácter científico que están en curso, así como iniciarse otros».
En este sentido, Flavio Rodríguez Benito cita al escritor y ensayista mexicano Juan Villoro, cuando dice que «las tradiciones que permanecen no son las que se aferran al pasado, sino las que no olvidan su futuro». «Somos herederos de una tradición centenaria», afirma y, en esta línea, se refiere a «crónicas que hablan de que salen los gaiteros y los atabales a tocar las procesiones y las alboradas desde el año 1500 y pico».
El objetivo de buscar este reconocimiento es «pasar esta herencia y este valor cultural de tanta importancia a las generaciones futuras». Del mismo modo, «no vale con repetir y extenuar repertorios antiguos; hay que llegar a repertorios que todavía no estamos descubriendo». «En los últimos años accedimos a fondos de museos etnográficos en Suiza o en Estados Unidos que tenían grabaciones de campo realizadas a gaiteros en la primera parte del siglo XX, las cuales no conocíamos», recalca.
El presidente de la asociación Conceyu de la Gaita afirma que «ese tipo de investigaciones son necesarias, tienen que realizarse cada vez de una forma más académica y tenemos que poner en marcha también otra serie de proyectos que faciliten la transición del instrumento hacia el futuro». Y es que «los gaiteros participaron y participan de la vida de su entorno» y se convirtieron en acompañantes «imprescindibles en varios momentos del ciclo vital de cada uno de nosotros». «No pueden faltar en las bodas y en todo tipo de celebración, pero antaño también participaban en otro tipo de actos sociales relevantes». asevera.
Del mismo modo, la gaita asturiana «trasciende las fronteras naturales administrativas de lo que hay en la región, porque tenemos músicos que tocaron la gaita en toda América Latina y Europa». También se refiere a aquellos «gaiteros que emigraron, tocaron y que siguieron perpetuando una forma de ver el mundo a través de la música de la gaita y que trascienden el mero hecho de tocar un instrumento musical, porque participan del oficio religioso, de la misa, del baile, de la canción, o sea, que es un instrumento que de alguna forma se erige en un símbolo potente de la identidad asturiana». Rodríguez Benito cree firmemente que la gaita «supo también reinventarse y reconfigurarse en cada momento que le tocó vivir».