El cambio climático calienta los estadios de LaLiga: El Molinón y el Tartiere, entre los más afectados

Ana Méndez REDACCIÓN

ASTURIAS

Estadio Nuevo Carlos Tartiere
Estadio Nuevo Carlos Tartiere Real Oviedo

Los estadios de Gijón y Oviedo sufren un aumento de temperaturas que pone en riesgo la salud de jugadores y aficionados. Las anomalías térmicas marcan una tendencia preocupante, y el calendario de LaLiga se ve obligado a adaptarse a un clima cada vez más adverso

27 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El cambio climático no solo ha alterado el clima a nivel global, sino que también está afectando directamente a los estadios de fútbol, y dos de ellos en particular, El Molinón, en Gijón y el Carlos Tartiere, en Oviedo, se han convertido en claros ejemplos de cómo las temperaturas extremas están cambiando el panorama de LaLiga.

Según los datos de la AEMET mencionados en un artículo de Relevo, los últimos tres años han sido los más cálidos del siglo XXI en 19 de los estadios de Primera División. El 2024, que fue el tercer enero más cálido del siglo, da una idea de cómo las temperaturas extremas, que históricamente ocurrían en los meses de verano, se están extendiendo y afectando la temporada invernal, obligando a los futbolistas y aficionados a adaptarse a condiciones más calurosas

Este aumento de la temperatura en los estadios se refleja en lo que se conoce como anomalía térmica. En términos generales, los cálculos indican que en los últimos años las temperaturas en muchos estadios de LaLiga han estado más de un grado por encima del promedio histórico en el periodo de 1991-2020. Las anomalías térmicas en 2022 fueron de 1,43 ºC, en 2023 de 1,44 ºC y en 2024 de 1,11 ºC, lo que es mucho más alto que las anomalías registradas en años anteriores como 2020, 0,79 ºC y 2021, 0,28 ºC, subraya Relevo.

El Molinón ha sido uno de los estadios más afectados por el aumento de temperaturas en los últimos años. De hecho, en 2025, el mes de enero fue el más cálido del siglo en esta zona, así como en Montilivi, Girona. En total, en 41 de los 47 estadios analizados en el artículo de Relevo, los tres años más calurosos desde las 12h corresponden a los últimos tres años. En 19 de estos estadios, los tres más cálidos han sido 2022, 2023 y 2024, y solo cinco no siguen esta tendencia, aunque todos han tenido al menos un año reciente con temperaturas extremas, indica el medio.

Real Sporting

En el caso de El Molinón, tal y como indica el gráfico de datos de las anomalías de la Liga en este siglo de Relevo, en el turno de 12:00 a 15:00 horas, en 2022, la anomalía fue de 1,12 ºC, en 2023 subió a 1,3 ºC, y en 2024 se redujo levemente a 0,77 ºC, pero sigue estando por encima de la media histórica. En los horarios clave de la tarde, entre las 15:00 y 18:00 horas, la anomalía llegó a ser de 1,05 ºC en 2022, aumentando a 1,27 ºC en 2023, y nuevamente descendiendo a 0,77 ºC en 2024. Por la tarde, de 18:00 a 21:00 horas, 1,04 ºC en 2022, 1,29 ºC en 2023 y 0,75 ºC en 2024. Por último, en el horario de 21:00 a 00:00 horas, 1,02 ºC en 2022, 1,29 ºC en 2023 y 0,77 ºC en 2024.

En el Carlos Tartiere, también se han registrado cambios significativos. En el horario de 12:00 a 15:00 horas, 1,2 ºC en 2022, 1,41 ºC en 2023 y 0,86 ºC en 2024. Entre 15:00 y 18:00 horas, las anomalías fueron especialmente pronunciadas, con 1,71 ºC en 2022, 1,83 ºC en 2023 y 1,86 ºC en 2024. Por la tarde entre las 18:00 y 21:00 horas, 1,08 ºC en 2022, 1,37 ºC en 2023 y 0,81 ºC en 2024, lo que indica un descenso, aunque las temperaturas siguen por encima de la media. Finalmente, en el horario nocturno, la anomalía fue de 1,01 ºC en 2022, 1,4 ºC en 2023 y 0,81 ºC en 2024.

A nivel general, la temperatura registrada en El Molinón ha sido de 14,93 ºC en promedio, mientras que en el Carlos Tartiere se ha situado en 14,6 ºC, sin embargo, otros estadios como Benito Villamarín o Ramón Sánchez Pizjuán, en Sevilla, han alcanzado temperaturas de 22 ºC, cifras que siguen mostrando un claro aumento y que reflejan cómo las condiciones de juego están cambiando debido al cambio climático.

Estas anomalías térmicas no son meros números: son el reflejo de un clima cada vez más extremo. Tal y como indica Relevo, el aumento de la temperatura en los estadios está relacionado con el adelantamiento de los horarios de los partidos, especialmente en meses como agosto, cuando la competición da inicio en pleno calor estival. Por esta razón, en 2024, más de la mitad de los partidos disputados en agosto tuvieron lugar después de las 21:00 horas, pero no todos los equipos han sido beneficiados con horarios nocturnos.

Aunque la liga ha reprogramado los partidos para que se jueguen principalmente por la noche, la realidad es que las temperaturas extremas siguen afectando a los estadios. Además, según indica Leslie Mabon en el artículo, experto en fútbol y cambio climático, las condiciones extremas, como las tormentas o las lluvias intensas, se han vuelto cada vez más frecuentes, lo que afecta la seguridad tanto de los jugadores como de los asistentes.

Según Mabon, «jugar y entrenar con temperaturas más altas aumenta el riesgo de un golpe de calor si los futbolistas no toman pausas para enfriarse o no adaptan sus horarios». Además, indica que «es crucial que las ligas, clubes y jugadores a nivel local y en categorías inferiores a la nacional reciban también la información adecuada y el apoyo para adaptarse a los escenarios más calurosos».