Casa Emburria cerrará sus puertas tras más de un siglo de tradición gastronómica en Tineo

Ana Méndez REDACCIÓN

ASTURIAS

José Manuel Arias (Manel) y Ángela Pérez, actuales dueños del restaurante junto con Tilina, madre de Manel en un artículo de prensa
José Manuel Arias (Manel) y Ángela Pérez, actuales dueños del restaurante junto con Tilina, madre de Manel en un artículo de prensa

El emblemático restaurante, dirigido por la cuarta generación de una familia hostelera, pondrá fin a 132 años de historia en El Cruceru a finales de mayo debido a la falta de relevo generacional

24 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Casa Emburria, uno de los referentes gastronómicos del occidente asturiano, pondrá fin a una tradición de más de un siglo cuando cierre sus puertas a finales de mayo de este año. Ubicado en El Cruceru, Tineo, el restaurante ha sido un emblema de la cocina asturiana tradicional desde que abrió sus puertas en 1893. Este emblemático negocio ha sido dirigido por la cuarta generación de una familia dedicada al servicio de la hostelería, encabezada por Ángela Pérez y José Manuel Arias (conocido por Manel), quienes han decidido retirarse tras 132 años de servicio.

Manel, quien lleva trabajando en la hostelería desde los 15 años, recordó cómo comenzó todo: «Empezó como una cuadra para guardar cerdos, luego fuimos creciendo y haciéndolo una parada de postas. Primero fueron mis bisabuelos, luego mis abuelos, mis padres, y hasta ahora nosotros», detalló el dueño. Así, la historia de Casa Emburria se remonta al final del siglo XIX, cuando se creó esta parada de postas en el cruce de carreteras de El Cruceru, que con el tiempo fue convirtiéndose en un restaurante muy popular en la zona.

Casa Emburria en Tineo
Casa Emburria en Tineo

Su bisabuela, Pilar, fue la encargada de enseñar las primeras recetas, y con el paso del tiempo, sus sucesores, mantuvieron vivas esas tradiciones culinarias, adaptando las recetas pero siempre manteniendo la esencia de la gastronomía asturiana. «Mi abuela hacía muy bien la lengua estofada, la carne de rollo y el brazo gitano. Luego mi madre hacía adaptaciones de mi bisabuela, que fue una gran guisandera. De ahí vienen las raíces de mi madre, que también era una gran cocinera, la merluza con angula la hacía maravilla», recordó Manel.

Sin embargo, como sucede con muchos negocios familiares, no hay relevo generacional, ya que su hijo Alejandro es farmacéutico y no tiene interés en seguir con la tradición hostelera. «Siempre hemos sido gente de casa, y es muy difícil encontrar a alguien que se encargue de un negocio de este tipo en el pueblo. La hostelería es muy dura y mi mujer lleva trabajando en ello tambien desde los 17 años. Ya es hora de disfrutar de la jubilación y hacer cosas que no podíamos hacer antes porque son inviables con el trabajo», comentó Manel, quien ya lleva seis años con jubilación activa.

Recuerdo de Casa Emburria, con una noticia que destaca las recetas del restaurante
Recuerdo de Casa Emburria, con una noticia que destaca las recetas del restaurante

Manel recuerda con nostalgia a todas las familias de Tineo que, hace 40 o 50 años, solían acudir a Casa Emburria en fechas señaladas como el Día de San Pedro o San Roque. Además, destaca con cariño todo el trabajo realizado en la comunidad, como su labor como presidente de la Escudería de Tineo durante muchos años, cuando los pilotos se alojaban en su casa debido a la falta de hoteles en la zona.

El cierre del restaurante, aunque con pena, también trae consigo el deseo de descansar después de tantos años de esfuerzo y dedicación. «Por un lado, tienes ganas de descansar después de tantos años, pero por otro, vas a echar de menos a los clientes de toda la vida, esos amigos que se pasan aquí horas con nosotros», reflexionó Manel. 

Casa Emburria
Casa Emburria

A lo largo de las últimas semanas, Manel asegura que muchos han llamado para hacer una última visita antes del cierre. En cuanto al futuro de Casa Emburria, reconoce que alquilar un restaurante de este nivel con una clientela tan establecida no es tarea sencilla. «No se puede dejar así a la deriva», comentó. «Se pondrá a la venta, pero a ver con qué futuro. Alquilar a día de hoy está muy difícil», concluye.