
Raúl Martín, Isidro Ramos y María Benavides comparten su experiencia, un camino lleno de esfuerzo y dedicación para llegar a lo más alto
07 feb 2025 . Actualizado a las 13:51 h.Cada año, miles de estudiantes se enfrentan al reto del MIR, el examen que define el futuro de los médicos en formación en España. En la convocatoria de 2025, 13.692 licenciados pasaron la prueba, pero solo unos pocos logran destacarse entre los mejores. Es una prueba de resistencia, disciplina y pasión, y este 2025, tres jóvenes asturianos se han destacado en la convocatoria, logrando resultados sobresalientes que los colocan entre los mejores de su generación. Raúl Martín, Isidro Ramos y María Benavides no solo superaron un examen de más de cuatro horas y 175 preguntas, sino que también demostraron que, con esfuerzo y dedicación, los sueños profesionales pueden convertirse en realidad. Tras meses de preparación en la academia, jornadas de estudio interminables y la firme convicción de que la medicina era su vocación, los tres han alcanzado puestos de honor en una de las pruebas más exigentes de España.

Raúl Martín, con el puesto 37, se posiciona como uno de los mejores no solo a nivel regional sino a nivel nacional, con una calificación de 147 sobre 200. Su jornada estaba muy estructurada: «La academia te da más o menos un horario, básicamente es desde que te levantas hasta que te acuestas, con descansos para comer y sacando una horilla al día para hacer algo de deporte, y los domingos es descanso», comenta Raúl sobre el ritmo intenso de los estudios. A pesar de la planificación, Raúl resalta lo difícil que fue sobrellevar la «monotonía» del proceso y «estar centrado día a día». «Al final llegan los resultados, pero con bastante esfuerzo», añade.
Raúl admite que la clave para avanzar fue disfrutar de lo que hacía: «Es algo que me gusta, no tenía mucho problema en estudiarlo». Además, con una base sólida de conocimientos adquiridos durante la carrera, pudo afrontar el reto con mayor facilidad: «Cuando empiezas esta carrera ya sabes a lo que te enfrentas. Vas poco a poco, y gracias a que llevaba una buena base, obtuve buenos resultados». A lo largo de la preparación, Raúl también tuvo una gran referencia en los simulacros semanales: «Durante los simulacros que íbamos haciendo cada semana, iba teniendo muy buenas notas. Trabajaba con ese objetivo, hacerlo lo mejor posible para poder elegir cómodamente ahora, una vez hecho el examen, la especialidad que quisiera».
En cuanto a su futuro, Raúl no tiene la especialidad completamente definida, aunque la cardiología es su opción favorita: «Otra con la que también estoy dudando es otorrinolaringología. Me gusta la manera que tienen de enfocar la medicina y es un servicio muy potente aquí en el HUCA». A pesar de su amor por Asturias, aún está evaluando si quedarse o mudarse a otra ciudad para vivir nuevas experiencias: «Yo estoy muy enamorado de Asturias, pero no estoy seguro si quedarme o darle una oportunidad a irme unos años y saber lo que es vivir fuera, quizá por Madrid o por el norte». En este momento de transición, Raúl planea desconectar con un viaje a Tailandia con amigos de la carrera: «Ahora es momento de disfrutarlo y luego ya me sentaré a pensarlo bien».

Isidro Ramos, con el puesto 52, ha sido el segundo asturiano con mejor puntuación. Su jornada diaria de estudio era extensa, a veces comenzando a las nueve de la mañana y terminando a las ocho de la tarde, o incluso más tarde, hasta las diez de la noche. «Lo más difícil es en verano al principio, porque aunque igual lo coges con más ganas, ves que hace muy buen tiempo y que tus amigos hacen planes y se hace duro. También al final en enero, cuando has pasado las vacaciones de Navidad y tienes que repasar una asignatura cada día», admite. «Yo lo que hacía era ir al gimnasio bastante a menudo y si había algún finde que algún simulacro no me salía tan bien, no darle muchas vueltas y pensar en el siguiente», añade.
«Por los resultados que tenía en los simulacros, sí que pensaba que podía tener una buena clasificación, pero es verdad que al salir del examen, al ser tan difícil, salí con malas sensaciones, pero cuando vi la plantilla con las estimaciones, daban un buen número y cuando vi el resultado final, me sentí muy contento», confiesa. En cuanto a su especialidad, Isidro aún está en la búsqueda de lo que más le motiva, aunque siente una inclinación hacia la cirugía: «Me gusta mucho todo en general, pero sí que me gustaría algo de cirugía, no sé si plástica o general. En cuanto al destino, tengo dudas porque el HUCA está bien, pero también conozco gente que ha hecho residencia fuera, y mis abuelos son de Madrid, y quizá me plantee ir allí». Finalmente, Isidro valora lo que ha aprendido durante este proceso y cómo esta experiencia de estudio ha enriquecido su formación: «Saber que eres capaz de estudiar tanto tiempo y, sobre todo, lo que se aprende de medicina, es una experiencia dura, pero sirve mucho para aprender».

María Benavides, con el puesto 92, es un ejemplo de dedicación y disciplina. Durante su preparación, siguió de cerca las recomendaciones de la academia y logró incorporar un hábito muy saludable en su rutina: «Iba al gimnasio siempre que podía a la hora de comer para despejar, que me venía muy bien». Entre clases y simulacros, María dedicaba alrededor de once horas intensas al día a sus estudios. «Lo más complicado es mantenerse con ganas de seguir estudiando. Mantener la motivación y el objetivo en mente. Pasas tantas horas estudiando que se puede complicar un poco el acordarse porque estudiamos tanto. Al final, es trabajo de muchos años ya en la carrera», confiesa. Cuando llegó el momento del examen, aunque no estaba completamente segura de su desempeño, confiaba en su preparación: «Me esperaba buen resultado, aunque después del examen no tenía ni idea, pero después de las estimaciones ya sí que me lo esperaba un poco más».
Con el examen ya superado, María se encontraba en un lugar especial cuando vio su calificación: «Estoy de voluntariado en África, en el Sáhara, y cuando vi el resultado, me sentí muy satisfecha. Al final todo esfuerzo tiene recompensa». En cuanto a la especialidad, María aún no tiene claro cuál será su camino, pero tiene en mente el área quirúrgica: «En cuanto vuelva me informaré bien, visitaré hospitales, y en cuanto al destino, probablemente me vaya a Madrid, eso sí lo tengo más claro, porque tengo familia y amigos allí». Con todo esto, María está lista para dar el siguiente paso en su carrera profesional y comenzar su camino como médico: «Ya con ganas de empezar a trabajar».