Convertir locales en viviendas, misión casi imposible en Asturias: «Hay mucha demanda, pero no acompaña la normativa»

ASTURIAS

La presidenta de la Asociación de Agencias Inmobiliarias de Asturias asegura que es muy difícil convertir en vivienda determinados bajos comerciales porque «las condiciones técnicas son muy limitadas». Es por este motivo que «los inversores no se atreven a invertir aunque les gustaría hacerlo»
08 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Comprar una vivienda se ha convertido en los últimos meses en un verdadero desafío para una gran parte de la población. El poder adquisitivo ya no es el que era. Los salarios son más bajos que hace una década y para cubrir las necesidades más básicas ahora hay que pagar más. Si a esto le sumas los altos precios que se barajan en el mercado inmobiliario, resulta casi imposible adquirir una vivienda sin arruinarse.
Como disfrutar de una vivienda digna y adecuada es un derecho recogido en el artículo 47 de la Constitución Española, hay quienes plantean convertir bajos comerciales en espacios residenciales para así facilitar a las personas el acceso a un hogar. Cambiar el uso de estos locales permitiría destensar, en cierta manera, el mercado inmobiliario. También se daría una segunda actividad a estos recintos que durante años acogieron pequeños negocios.
En Asturias son muchos los locales comerciales que llevan tiempo en desuso. Buena parte de ellos pueden convertirse en una vivienda. Pero para ello deben de cumplir una serie de requisitos. Tienen que adaptarse a las normas de habitabilidad y urbanísticas, así como a los códigos técnicos de edificación de cada Ayuntamiento, que suelen ser bastante restrictivos en este sentido.
Una normativa que «no acompaña»
Aunque en realidad hay compradores interesados en adquirir estos espacios situados en la planta baja de un edificio para reformarlos y convertirlos en un hogar, la normativa impuesta por los respectivos gobiernos municipales hace que sea prácticamente imposible darle un uso diferente a los locales comerciales. «Hay mucha demanda pero no nos acompaña nada la normativa», asegura Katia Domingo.
Según la presidenta de la Asociación de Agencias Inmobiliarias de Asturias es muy difícil convertir en vivienda determinados bajos comerciales porque «las condiciones técnicas son muy limitadas». Es por este motivo que «los inversores no se atreven a invertir aunque les gustaría hacerlo».
¿Qué requisitos debe cumplir un local para convertirse en vivienda?
En este punto, el responsable de la inmobiliaria Nogales 8, en Oviedo, señala que si el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) permite el cambio de uso, los locales comerciales, por lo general, deben tener como mínimo entre 25 y 40 metros cuadrados de superficie habitable. La altura hasta el techo también tiene que cumplir ciertas medidas. En este caso, debe superar los 2,5 metros.
El agente inmobiliario Carlos del Fresno apunta que suele ser también requisito indispensable que los bajos cuenten con ventilación e iluminación natural suficiente. De la misma manera, debe de haber un acceso independiente al mismo, ya bien sea a través de la vía pública o por el propio portal del edificio. Y en algunos casos tienen que cumplir también el resto de normas relativas a la accesibilidad.
Cabe señalar una vez más que estos requisitos varían en función del PGOU de cada Ayuntamiento. Es por esta razón que los gobiernos municipales son los responsables de modificar esta normativa y hacerla más laxa para permitir así convertir un mayor número de bajos comerciales en viviendas.
«Yo ya comenté varias veces que sería bueno reducir un poco esas condiciones técnicas porque permitiría que hubiera más vivienda asequible. Si la vivienda se destina, por ejemplo, a alquiler habría más oferta que es algo que se necesita», apunta Katia Domingo.
Las ventajas de convertir bajos en vivienda
Hacer posible ese cambio de uso de los locales comerciales es también para Carlos del Fresno «una solución ideal» para aquellos arrendatarios que buscan viviendas «más accesibles» como estudiantes o personas con problemas de movilidad reducida. «Con el encarecimiento del alquiler, los bajos convertidos en vivienda pueden representar una alternativa más barata en comparación con pisos tradicionales», asegura.
Estas «viviendas asequibles» tienen además la ventaja de que se pueden crear «sin necesidad de nueva construcción». Encima provocan «un impacto positivo a corto plazo», ya que alivian «un poco» la presión sobre la oferta actual. «Por un piso en alquiler recibimos ahora 40 llamadas, mientras que antes eran 3 o 4. La gente que nos llama tienen perfiles súper bueno pero los arrendatarios solo quieren estudiantes porque tienen mucho miedo a los impagos», dice del Fresno sobre la situación actual del mercado inmobiliario
Que se reduzcan las condiciones técnicas para convertir bajos en viviendas resulta, por supuesto, beneficioso para los actuales propietarios. «Estos están viendo cómo sus locales están cerrados y no tienen salida ni para el alquiler ni para la venta y están, por tanto, sufriendo el coste de mantener un activo improductivo», manifiesta del Fresno. De poder, por tanto, convertir ese local en vivienda tienen la posibilidad de «rentabilizar el local» ya que pueden alquilarlo o incluso venderlo.
«El propietario aumentará así su valor patrimonial en una zona con alta demanda habitacional», resalta el agente inmobiliario, quien apunta que a día de hoy dar salida o generar ingresos con un bajo es «mucho más complicado» que hacerlo con un piso. «Hay locales comerciales fantásticos, que no tienen salida como negocio, pero podrían ser excelentes viviendas para uso residencial», asegura.
Pero para poder convertir bajos comerciales en viviendas es «fundamental» que se reduzca la normativa actual. Resulta también clave que los trámites se puedan hacer «con agilidad». Y, por supuesto, económicamente «tiene que ser viable de hacer». Si se cumplen estos parámetros, se tendría una «buena solución» a la tensionada situación del mercado del alquiler en Asturias. Además es una forma de darle una segunda vida a estos locales que al final bajan sus persianas y no las vuelven a subir más.