Laura González, presidenta de honor de IU Asturias: «Los gobiernos de coalición progresista serán imprescindibles en los próximos años»

ASTURIAS

La exconsejera del Principado también fue diputada en el parlamento europeo
09 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Veterana política y pionera de muchas cosas, Laura González, que fue consejera de gobiernos de Asturias y también Eurodiputada, ha sido nombrada presidenta de honor de Izquierda Unida de Asturias; con la mirada lúcida analiza la actualidad de la comunidad y del mundo.
--¿Cómo recibió la noticia de la presidencia de honor de IU?
--Pues recibí la noticia convaleciente de la última operación que me hicieron en el HUCA. Van varias, un poco maltrecha, pero viva. Cuando me preguntó el coordinador si aceptaba, antes de llevarlo a los órganos de dirección, le dije que era un orgullo ser presidenta de honor de una organización que he defendido desde que nació, en la calle y en las instituciones. Y sigo creyendo que es imprescindible en el panorama político español, europeo e internacional.
--Un poco de retrospectiva. ¿Cómo empezó su militancia política?
--Mi militancia empezó más tarde, pero la apuesta por la defensa de los derechos de la gente comenzó cuando, muy joven, vi llegar a personas de otros puntos de España a trabajar en lo que entonces era Ensidesa, en busca de un futuro mejor. Mi familia tenía un bar-tienda en la zona y yo ayudaba. Alrededor de 40 ó 50 personas comían en mi casa; algunos de ellos murieron en las campañas. Veía cómo llegaban, trabajaban en las condiciones de aquella época y algunos morían de forma terrible. En aquellos días, con una familia dividida, como tantas, entre izquierda y derecha, opté claramente por la parte de mi familia que ya en aquel momento defendía los derechos de aquellos trabajadores. Más tarde, empecé a militar en el PCE.
--Llegó a ser consejera en una de las primeras experiencias de coalición de gobierno en Asturias, como ocurre ahora. Siempre hay debates en la izquierda sobre las coaliciones, ¿las defiende?
--Sí, como consejera participé en el primer gobierno de coalición de Asturias. Había habido acuerdos en gobiernos municipales, pero era el primero en nuestra comunidad. En momentos en que las mayorías absolutas son cada vez más difíciles, un gobierno entre las dos fuerzas, o tres, de la izquierda es la mejor opción si queremos avanzar en derechos laborales, sociales y ciudadanos. En las tres ocasiones en que hubo gobiernos de coalición entre PSOE e IU, incluida la actual, hubo avances visibles: salario social, vivienda, atención a mayores y personas con discapacidad… Hoy, vivienda, memoria histórica… Y tantos avances que no es el momento de enumerar. ¿Dificultades? Sí, claro. Diferencias entre dos fuerzas distintas con programas diferentes en algunos aspectos. Solo pueden superarse con diálogo.
--¿Cree que en el futuro serán más frecuentes? ¿Qué opinión le merecen las dos experiencias en el gobierno central?
--Los gobiernos de coalición, en la actualidad y en los próximos años, serán imprescindibles si no queremos que la otra coalición posible, PP-Vox, llegue al poder y desbarate los avances que en nuestro país han supuesto hasta ahora los gobiernos progresistas. Si uno repasa: reforma laboral, avances de las trabajadoras del servicio doméstico, renta mínima, subida de las pensiones, subida del salario mínimo, leyes de protección de las mujeres, subida de impuestos a las eléctricas y a los bancos… Los bancos, que este año rompen récords de beneficios que se cuentan por miles de millones… Todo esto es fruto de políticas progresistas que deben ser defendidas.
--Usted fue eurodiputada. ¿Cómo ve los retos que afronta ahora Europa con la presidencia de Trump?
--Estuve 10 años como eurodiputada, entre 1993 y 2003. En aquel momento, la extrema derecha era irrelevante, por eso lo que más me preocupa hoy es su avance y lo que puede suponer para los derechos de los europeos.
--Dicen que los más jóvenes flirtean con el franquismo, se hacen bromas provocadoras, pero también se ensalza abiertamente. ¿No se explicó bien lo que fue la dictadura?
--En cuanto a los jóvenes que se sienten inclinados a votar a la extrema derecha, es seguro que se falló en las escuelas y en muchas familias. En ocasiones por un temeroso silencio y en otras por considerar que, tras 50 años de democracia, igual no hacía falta. Y ahora nos encontramos con que un porcentaje importante de jóvenes vota a la extrema derecha y asume sus postulados: el machismo, el negacionismo de la violencia de género o el odio a los inmigrantes. Por eso creo que es positivo que este año haya decenas de actos que recuerden quién fue Franco y lo que supuso la dictadura: muerte, represión y torturas. También que se recuerde a quienes todavía, por miles, están en fosas en toda España, como mi abuelo. Pero va siendo hora de que en las escuelas se imparta la verdadera historia sin cortapisas. No puede volver a ocurrir que un colegio en Madrid visite Cuelgamuros, se exalte el franquismo y se cante el Cara al sol, brazo en alto. En fin, aunque se ha avanzado mucho, falta aún mucho por hacer, y esa lucha debe continuar. Estoy segura de que muchos jóvenes entienden lo que es el compromiso y el trabajo en y para la sociedad.
--También fue una mujer pionera en la política. ¿Le preocupa que haya un repunte del machismo? ¿Qué le parece que partidos de extrema derecha en Italia, Francia o Alemania estén liderados por mujeres?
--Que hoy Marine Le Pen, Meloni y la candidata alemana, tan entusiastamente apoyada por Elon Musk, ese loco que acaba de cerrar la agencia estadounidense de desarrollo, que ayudaba a terceros países en programas de salud y educación, diciendo que era un 'nido de víboras' y despidiendo a todos sus trabajadores, sean figuras clave en la extrema derecha es terrible. Pero volviendo a esas tres mujeres dirigentes, que gobiernan en Italia o que lideran partidos que pueden ganar elecciones en el futuro, es bastante triste. Porque ponen en jaque lo que siempre fue el espíritu europeo: la defensa de los derechos en Europa y en el mundo. Aunque Europa a veces, como ahora, no sea capaz de tener una posición clara respecto al genocidio en Gaza, algo tan insoportable como la muerte de miles de personas, niños y mujeres asediados por las bombas y el hambre. ¿Qué decir de la dirigente alemana que propone expulsar a los inmigrantes e insiste en que los matrimonios sean solo entre hombres y mujeres, siendo ella lesbiana y conviviendo con una compañera inmigrante? Es el colmo del cinismo.