La investigación sobre una gran tormenta de polvo del Sáhara que desveló sus enigmas con la colaboración ciudadana

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ASTURIAS

Cada año cientos de toneladas de polvo del Sáhara atraviesan el Atlántico y terminan en el Amazonas
Cada año cientos de toneladas de polvo del Sáhara atraviesan el Atlántico y terminan en el Amazonas

Liderada por las universidades de Oviedo y Paris-Saclay, se organizó en torno a una llamada a través de las redes sociales que permitió una recogida de muestras «imposible de realizar» de otra manera

04 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El 15 de marzo de 2022 los cielos se teñían de naranja para dar paso a uno de los episodios de calima más intensos que se habían vivido hasta entonces en España y en buena parte de Europa occidental. La atmósfera se llenó de polvo durante esta gran tormenta de arena del Sáhara. Una investigación de las universidades de Oviedo y Paris-Saclay analiza el polvo aparecido esos días en diferentes puntos en España, Francia y Austria para concluir que la calima se inició en el sur de Argelia y demostrar que los niveles de sustancias radiactivas que transportaba no conllevaron riesgos para la salud humana.

Y es que ha habido quien se ha planteado, durante esos episodios de calima, que el polvo sahariano que se transporta en ellos podría estar contaminado en su origen. «Estos fenómenos de calima son muy llamativos y suelen generar cierta alarma social por la cantidad de material radiactivo que pueden contener, y porque uno de los principales lugares de origen coincide con la zona en la que Francia realizó pruebas de 17 bombas nucleares hace unos 60 años», explica Germán Orizaola, profesor de Zoología de la Universidad de Oviedo que lideró la investigación junto a su colega de París-Saclay Olivier Evrard.

El investigador Germán Orizaola trabajando con una de las muestras de polvo utilizadas para el estudio
El investigador Germán Orizaola trabajando con una de las muestras de polvo utilizadas para el estudio

El caso es que esta investigación, que se acaba de publicar en la revista 'Science Advances' de la Academia Americana para el Avance de las Ciencias, se organizó alrededor de una llamada a través de redes sociales para fomentar la colaboración ciudadana en la recogida de muestras a lo largo de diversos países europeos. La recogida de muestras, coordinada por Ana Elisa Valdés, investigadora del IMIB-Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (Universidad de Oviedo-CSIC-Principado de Asturias), obtuvo un total de 110 muestras de polvo sahariano recogidas por 69 colaboradores provenientes fundamentalmente de España, Francia y Austria.

Muestras de arena recibidas gracias a la colaboración ciudadana
Muestras de arena recibidas gracias a la colaboración ciudadana

El muestreo se realizó, sin planificación previa, a lo largo de miles de kilómetros y en un intervalo temporal de escasos días y, según valoran los investigadores, «habría sido imposible de realizar sin la colaboración ciudadana».

Muestras de arena recibidas gracias a la colaboración ciudadana
Muestras de arena recibidas gracias a la colaboración ciudadana

Los investigadores analizaron la composición mineralógica y geoquímica de todas las muestras, además de un análisis detallado de la concentración de 31 elementos químicos y de isótopos de plomo en una selección de localidades. Estos análisis, junto al estudio de fotografías satélite tomadas durante marzo de 2022 y de los datos existentes de estaciones de medición de calidad de aire en Europa, se utilizaron para identificar con precisión el origen de este episodio de calima.

La zona del sur de Argelia identificada como origen de la calima de marzo de 2022 incluye la región de Reggane, donde se realizaron las primeras pruebas de bombas nucleares francesas en 1960. Francia llevó a cabo en el desierto argelino un total de 17 ensayos nucleares, 4 atmosféricos entre 1960 y 1961 y 13 subterráneos entre 1961 y 1966. «Este trabajo representa el primer análisis sólido que descarta que con las calimas llegue material radiactivo asociado a las pruebas nucleares realizadas en el Sáhara», explica Orizaola.

Se hizo un análisis detallado de la concentración de diferentes isótopos de plutonio y cesio, pero las proporciones de estos dos elementos radioactivos no se correspondió con la señal generada por las pruebas atómicas francesas. En cambio, sí coincidió con la señal global de radiación detectada a lo largo del planeta, «dominada por los ensayos nucleares realizados por la Unión Soviética y Estados Unidos durante las décadas de 1950 y 1960».