Las especies invasoras: amenazan la capacidad de los bosques para almacenar carbono en el suelo
ASTURIAS

Así lo revela un investigación realizada por la Universidad de Oviedo que ha sido publicado en la revista Biological Reviews
03 feb 2025 . Actualizado a las 11:58 h.Una investigación realizada por la Universidad de Oviedo revela que la introducción de especies invasoras puede causar grandes impactos en la capacidad de los bosques para mitigar el cambio climático, ya que amenazan su capacidad para almacenar carbono en el suelo.
Este es uno de los principales hallazgos de un estudio liderado por el profesor ayudante doctor de la institución académica e investigador asociado al Instituto Mixto de Biodiversidad, Adrián Lázaro, y el equipo científico del Jardín Botánico Atlántico de Gijón, que ha sido publicado en la revista Biological Reviews.
El trabajo, realizado en colaboración con trece investigadores del mundo, indica que los bosques dominados por especies introducidas almacenan más carbono en el compartimento aéreo, mientras que los nativos albergan mayor cantidad de carbono subterráneo. El estudio constata que este fenómeno puede tener implicaciones de «gran alcance» sobre la durabilidad y vulnerabilidad del carbono frente a las perturbaciones.
Los investigadores han realizado una revisión global para comparar el almacenamiento y flujo de carbono entre bosques dominados por árboles nativos e introducidos. De este modo, compilaron 250 artículos, con datos cuantitativos sobre variables relacionadas con el ciclo del carbono y se incluyeron 170 especies de árboles introducidos, que abarcan 55 países de todos los continentes excepto la Antártida.

«Los bosques dominados por especies introducidas mostraron un mayor almacenamiento total de carbono debido a una mayor biomasa arbórea aérea. Sin embargo, el almacenamiento de carbono subterráneo, particularmente el carbono orgánico del suelo fue mayor en los bosques dominados por árboles nativos», ha destacado Lázaro. Entre los flujos, la tasa de captura de carbono fue mayor en los bosques introducidos, mientras que la tasa de pérdida de carbono no difirió entre los bosques nativos e introducidos.
Las diferencias en el almacenamiento y flujo de carbono entre los árboles nativos e introducidos fueron mayores en las primeras etapas de vida (es decir, plántulas y juveniles). Los autores concluyen que las políticas forestales orientadas a mejorar la captura y almacenamiento de carbono a largo plazo deberían conservar y promover bosques nativos.