El exvicepresidente del Gobierno asegura que su etapa en Foro Asturias fue un «ejemplo de transparencia» y remata que «no hay ni un solo gasto que salga fuera de lugar»
24 ene 2025 . Actualizado a las 16:15 h.El expresidente del Principado y exvicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez-Cascos, ha asegurado este viernes que tiene la «conciencia tranquila» porque su etapa en Foro Asturias fue un «ejemplo de transparencia», en periodo de «plena dedicación» sin «voluntad de enriquecimiento». «No hay un solo gasto que salga fuera de lugar. Me voy con la conciencia tranquila, porque creo que he cumplido con la palabra dada», ha apuntado en el turno de última palabra en el juicio que se ha celebrado a lo largo de seis sesiones en la Audiencia Provincial de Oviedo desde el pasado 7 de enero.
En la vista oral se ha enfrentado a la acusación de un delito continuado de apropiación indebida por cargar supuestamente gastos propios a Foro Asturias, el partido creado en torno a su figura en 2011 tras su marcha del PP y con el que accedió a la presidencia del Principado de Asturias en julio de ese mismo año. En la sexta y última sesión del juicio, la Fiscalía ha elevado a definitiva su petición de tres años y medio de cárcel; la misma solicitud que ha realizado la acusación participar, ejercida por la formación forista, mientras que la defensa ha pedido una sentencia absolutoria.
Álvarez-Cascos ha señalado que le «honra» decir que hizo de Foro Asturias un partido «normal, que viene de norma», una organización en el que «no hay ánimo de lucro y ha habido una enorme transparencia». En este punto, ha comentado que durante los años en los que ha tenido responsabilidad como dirigente en esta formación «todas las fiscalizaciones han sido superadas sin salvedades», un mérito que ha atribuido a los compañeros que «han controlado y supervisado» las cuentas y que «se presentaban a las comisiones directivas».
En su última intervención ante el tribunal, Álvarez-Cascos ha lamentado que en las sesiones celebradas haya tenido que escuchar «relatos verdaderamente artificiosos». En este sentido, ha dicho que, aplicando las doctrinas por las que ha sido acusado, «desde el año 1977 todos los senadores y diputados podrían ser procesados en un banquillo con las mismas interpretaciones de los gastos de libre disposición y de los gastos que regulan la actividad de un dirigente de un partido político». El exministro de Fomento también ha sostenido que desde 2019 ha sufrido una «campaña de alquitrán mediática» que le ha invalidado «civilmente y políticamente», informa Efe.